Tras la fuerte sacudida de la economía debido a diferentes problemáticas como la guerra entre países potencias, el déficit fiscal y las consecuencias de la pandemia del Covid-19, Colombia enfrenta una situación difícil en ese sector, que seguiría hasta el 2023. El país se prepara con algunos puntos de contingencia, como el aumento a las tasas de interés, la reforma tributaria y el aumento a la gasolina.

“La perspectiva económica de Colombia se verá afectada, principalmente, debido a que se estima un déficit fiscal del 5,6 % del Producto Interno Bruto (PIB) para este año, mientras la deuda pública rondaría el 56,5 % del PIB. Esto conlleva la necesidad de unas medidas que logren un mayor recaudo, como una tasa impositiva más alta para algunos sectores, ampliar las tasas a las rentas a mayor población, reducir el gasto público y establecer nuevos tributos que satisfagan el déficit, ya que una economía que mantiene en déficit constante no tiene margen de maniobra frente a la volatilidad de los mercados actuales”, dice David Pérez Reyna, economista de la Universidad de los Andes.

Para el experto, este escenario no solo genera señales de alarma negativas para la inversión extranjera, sino que causa una disminución de la moneda, lo que encarece las importaciones, provocando un aumento de los precios y desatando un posible aumento de la inflación, que para el mes de agosto fue del 10,8% y en septiembre escaló hasta el 11,4%, una de las más altas en los últimos años.

Y es que lo que ocurre en Colombia es una réplica de la situación mundial que, por cuenta de situaciones como la invasión de Rusia a Ucrania, ha atravesado demoras en el transporte marítimo internacional, lo que encarece los fletes y el transporte de mercancías.

Eso se suma al poco acceso a los insumos y fertilizantes agrícolas, que sigue siendo crítico cuando uno de los principales productores mundiales de estos insumos es Rusia, lo que eleva los precios del sector agrícola.

“En el caso de nuestro país, el aumento de las tasas de interés por parte del Banco de la República conllevó una política monetaria restrictiva, que hará que sea más costoso endeudarse, por lo que se busca enfriar la economía para poder reducir la inflación. En ese sentido, el ente emisor busca que reduciendo el dinero circulante se mengüe el consumo, lo que a la larga bajará los precios, o por lo menos, ralentizará el crecimiento de estos", dice la profesora Jacqueline Santamaría,  economista de la Universidad industrial de Santander.

¿Qué se prevé con la reforma tributaria?

 Jaime Eduardo Fonseca Aranguren, economista de la Universidad Nacional de Colombia, considera que la reforma tributaria propuesta por el gobierno de Gustavo Petro no es del todo beneficiosa.

 “La reforma propone un impuesto a las personas naturales, tributo que no existía, para aquellas personas que ganen más de 10 millones de pesos mensuales. Es decir, alrededor de solo el 2 % de la población del país. Además, propone un impuesto del 0,5 % a los patrimonios de más de 3.000 millones de pesos y del 1 % para los patrimonios de más de 5.000 millones”, explica el experto.

Para Fonseca, la reforma se queda corta en este aspecto, pues aquellos con riquezas superiores a los 25.000 millones de pesos o las grandes fortunas (550.000 millones o más), acuñadas a familias con conglomerados empresariales como el grupo Santo Domingo o Sarmiento Angulo, pagarán el mismo uno por ciento que aquel que tenga un patrimonio de 5.000 millones.

Sin embargo, Santamaría, considera que la reforma también tiene unos puntos positivos, entre ellos, la transformación del día sin IVA, pues en su opinión la estrategia del gobierno anterior generaba un menor recaudo para el Estado, beneficiando a los privados.

“Las empresas colombianas no se veían tan beneficiadas de esta medida, ya que las personas esperaban ese día para comprar productos tecnológicos y conforme a la pandemia incrementó la adquisición de productos de telecomunicación, los cuales claramente no se producen en Colombia, por lo que el país estaba dejando de recibir recursos mientras multinacionales extranjeras eran las mayores beneficiarias junto a las intermediarias”, afirma la experta.

No obstante, ante el oscuro panorama mundial hay cosas positivas. “La economía colombiana se verá favorecida por un elevado costo de los precios del petróleo, debido a que el 38 % de las exportaciones de Colombia son de crudo; un 15%, de carbón, que conforme al panorama mundial se espera que tengan precios más altos, lo que beneficiará Pero los precios al ciudadano común si se verán afectados, ya que se plantean impuestos que afectan la cadena de productos que poseen una elasticidad muy horizontal, es decir, a pesar de sus precios la gente los seguirá adquiriendo, lo que lleva a que las personas paguen mucho más por los mismos productos que consumían en 2022”, afirma Santamaria.