Dorada, negra o rosada, la cerveza es una bebida clásica que se adapta a todas las ocasiones. En los últimos años, varias cervecerías artesanales han abierto en el centro de Bogotá compitiéndole a las tradicionales. Plaza Capital encontró a dos emprendedores bogotanos que decidieron entrar en este negocio: Juan Pablo Moncada, de la Cervecería Huitaca, y Fernando Arroyo, del Café Magola Buendía.
Hace cinco años que la cervecería Huitaca abrió su planta entre el barrio Villa Luz y la Florida. Ahí, son tres socios que producen una cerveza cuyo nombre viene también por la diosa antigua. “Nuestra cerveza está pensada para el paladar colombiano, para que entre suave y sepa bien. Tiene notas afrutadas, afloradas y también aromas de frutos secos”, explica Juan Pablo. Frente a la dura competencia, la cervecería Huitaca se diferencia suscitando curiosidad por sus productos locales.
Aunque esta tendencia está en crecimiento, empezar en el negocio de las cervezas artesanales presenta sus desafíos. “Al principio es difícil porque hay que invertir en algo que uno no sabe cómo le va a ir”, comenta Fernando Arroyo, dueño del Café Magola Buendía. “Para tener una buena cerveza es necesario estudiar el tema, trabajar mucho tiempo con la cerveza, haciendo recetas y perfeccionándolas”.
¿Que diferencias hay entre artesanal e industrial?
En el caso de las cervezas industriales, se utilizan métodos estandarizados y de alto volumen, a diferencia de la cerveza artesanal que tiene un modelo de producción y de distribución generalmente concentrado en una localidad. Eso tiene un impacto sobre el precio. “Hay un valor determinante en la cerveza artesanal que es la botella”. explica el dueño del Café Magola. “Empresas como Bavaria tienen el equipo para reciclar sus botellas. En las cervecerías artesanales, cada botella es nueva. Eso tiene un costo muy alto para un pequeño productor”.
Para producir una cerveza, se necesita la cebada, el lúpulo, la levadura y el agua. En el proceso de industrial, la etapa de pasteurización quita las levaduras a las cervezas. No obstante, recientes estudios han mostrado que las levaduras permiten reducir los riesgos de accidentes cardíacos y luchar contra el colesterol malo presente en el sangre. Según Esteban Guzmán, productor de cerveza artesanal hace cuatro años en la ciudad de Pasto, “la cerveza artesanal permite limitar la proporción de productos químicos como anticoagulantes o emulsificantes o azúcar añadido que están muy presentes en lo industrial”.
Encontrar un nicho en un mercado muy concurrencial
“El monopolio aquí es muy grande. La única forma de lograr luchar contra eso es asociarnos y unirnos entre pequeños”, explica el dueño del Magola Buendía. De hecho, en Colombia la cerveza industrial es la que predomina. Sobre los 2.300 millones de litros de cerveza que se producen al año, la cervecería artesanal representa aproximadamente 8 millones de litros. Colombia sigue la tendencia internacional. Por ejemplo en Francia, lo artesanal representa no más de 5% del mercado cervecero. El gusto por la cerveza artesanal es un fenómeno nuevo que toma tiempo.
Según Euromonitor, en Colombia se consumen 44 litros de cerveza anualmente contra 200 litros en República Checa, los primeros de la clasificación. Martha Patricia Gonzalez, presidente de la Asociación Colombiana de Importadores de Licores (ACODIL), explica que en Colombia “el consumo de alcohol está concentrado en cervezas y aguardiente, en donde hay una tendencia importante de incremento. Sin embargo, las bebidas importadas y cervezas artesanales también tienen una tendencia al alza muy marcada.”
Por ahora, Bogotá cuenta con 60 cervecerías artesanales establecidas. Para diferenciarse, emprendedores como Fernando y Juan Pablo se esfuerzan para que los consumidores tradicionales se arriesguen a probar cosas nuevas y de mayor trabajo por lo que actualmente participan en la creación de una cultura cervecera colombiana. “Algunos ya conocen la bitter, (un tipo de cerveza inglesa) pero no conocen la colombiana que puede tener notas tropicales de mango o de maracuyá”, concluye Juan Pablo.