Revivió el debate sobre los caballos cocheros que se pasean por las calles de Cartagena. Esto tras el reciente informe de la Procuraduría General que advirtió sobre el grave caso de maltrato animal y las precarias condiciones en las que se encuentran estos animales.
Las carrozas se convirtieron en una de las tradiciones más visibles en el centro histórico la ‘ciudad amurallada’ para los turistas y eventos como bodas, convenciones y recorridos. sin embargo, detrás de estos extensos paseos –que tienen una duración entre los 20 o 60 minutos- los caballos reciben un trato inhumano. tienen que cargar hasta cuatro personas a bordo.
Pese a que es una tradición que remonta desde el siglo XX y que tiene un acervo cultural, hoy por hoy existe una fuerte discusión que busca acabarla definitivamente puesto que los animales sufren bastante.
Los datos arrojados por la Procuraduría revelan que el estado de las pesebreras es insalubre y que los equinos no cuentan con las condiciones necesarias para trabajar. Frente a esta situación, las denuncias por parte de la ciudadanía frente a esta actividad han aumentado. Esta raza de caballos no está en la capacidad física para esta labor. Sumado a esto el número de abusos hacía estos animales son incontables.
El informe se conoció tras la visita del Departamento Administrativo Distrital (Dadis) a Chambacú y Marbella, las dos pesebreras de la ciudad. Las conclusiones fueron tajantes, por lo que se pidió clausurar o reubicar las pesebreras de los caballos. Debido a esto, el Ministerio Público le exigió a la Alcaldía de Cartagena cumplir con el decreto distrital 1273 del 2014 en el cual se hace hincapié en la obligación de expedir las normas necesarias para el buen tránsito de personas, animales y vehículos en la vía pública.
Frente a esto, las opiniones están divididas. Por un lado, la Asociación de Cocheros de Cartagena y las familias que dependen de esta labor defienden esta actividad turística. Por otro lado, ciudadanos activistas y colectivos ambientalistas están en contra del maltrato animal y la violación del Código de Tránsito. Plaza Capital entrevistó a María Elvira Sierra, caballista cartagenera para conocer su posición al respecto.
¿Están los caballos colombianos en condiciones para este tipo de actividades?
El caballo criollo colombiano está catalogado como el caballo de silla más suave en todo el mundo, es un caballo que por su andar no incomoda tanto. Esto quiere decir que es un caballo de silla para montarlo, para el disfrute de una sola persona y ya. El caballo Criollo colombiano es de aproximadamente 1.35,1.40 de alzada que da el promedio de estatura del animal y en cuanto a peso tiene más o menos 370 o 450 kilos en un estado saludable. El problema es que los caballos cocheros no son caballos que están completos en sus carnes y en su peso ideal, sino que tienen condiciones difíciles.
Es decir, ¿hay razas especiales para este tipo de labor?
Si, por ejemplo, en Inglaterra, España y Estados Unidos, donde todavía hay tradiciones de coches y carrozas, las tiran dos caballos o un caballo de raza más grande. El caballo colombiano es relativamente pequeño en comparación. Existen aproximadamente 300 razas de caballos, los coches generalmente son halados por percherones o belgas.
¿Cuáles son los principales abusos que se han visto contra los caballos?
Hay un gran dilema en cuanto al tiempo que puede un caballo tirar de un carruaje, en este caso de una carroza con supuestamente cuatro pasajeros y un cochero. Yo soy cartagenera y a veces veo a seis personas montadas en un coche e incluso más. Hay ocasiones donde se ve ocho personas montadas, sumado el cochero. Entonces, hay una serie de abusos en cuanto al tiempo en el cual el animal está trabajando. Además, los caballos aquí en Cartagena están trabajando condiciones de temperatura sumamente altas lo que es dañino para los cascos de los animales, es como si las personas salieran descalzas.
¿Algunos de esos abusos han cambiado con el tiempo?
En un tiempo fue muy cruel, había mucho olor a orines en el centro amurallado por los caballos obviamente. Y, la solución más fácil a esto fue no darles agua, unos caballos sometidos a trabajar todo el día y bajo estas condiciones y sin agua. Sin duda eso es maltrato animal.
¿Cuál es el proceso para la compra de estos animales?
Hace unos años que estuve investigando sobre el tema, un caballo estaba en 80.000 o 100.000 pesos, eran realmente muy baratos, más baratos que el propio chip que se necesita incorporarles. Por lo tanto, los compradores preferían pagar los 100.000 pesos por el animal, desgastarlo hasta que el caballo no diera más y comprar otro. Esto, era más barato que tenerlo en buenas condiciones, comprarle un chip y alimentarlo. Entonces, lo compraban, lo dejaban en un potrero para que se alimentara como pudiera, luego, lo ponían a trabajar, le sacaban el jugo, lo explotaban y ya cuando el caballo no daba más por todo el maltrato y las condiciones salvajes en las que trabajaba, lo reemplazaban. Prefieren estar pagando de a 100.000 mil pesos que invertir en chips, concentrado, herraduras y vacunas.
¿Se ha propuesto alguna alternativa frente a todo esto?
Por ahí he oído que están hablando de coches eléctricos, no sé qué tipo de diseño están considerando y no se ha concentrado nada.
¿Desde qué momento se empezó a ver esta actividad como problemática?
A la gente de Cartagena siempre nos ha disgustado esto, siempre hemos tenido la costumbre de gritarle a los cocheros “mata caballos” y cosas así, ese gremio es demasiado grosero porque saben que están haciendo daño.
¿Se han tomado acciones por parte de la ciudadanía?
Si, gritarles es la forma de exponerlos delante de los turistas, realmente el cartagenero no usa los coches, pero como Cartagena ahora es destino turístico de bodas, está la propuesta del carruaje para los novios. Aunque, muchos extranjeros son más sensibles frente al maltrato animal y se quejan, hay algunos que si lo usan como turistas.
Desde su profesión en el mundo de la moda, ¿se pueden tomar también acciones a la solución de esta problemática?
La moda comunica por ejemplo, la camiseta con frases como: “yo amo a los caballos”, se podrían centrar en la queja “no más a los caballos cocheros en Cartagena” como forma de protesta. Hay pasarelas que pueden contribuir frente a la solución de este maltrato animal. En realidad, la visibilidad por medio de redes sociales ha ayudado a la presión frente a esta actividad.