“Why?” Pregunta clave y sin respuesta.
“My friend” adquiere otro significado: estoy aquí, soy persona, quiero vivir.
De mi estancia en Idomeni (abril 2016) a la estancia campamentos militarizados (agosto 2016) Cherso, Oreokastro, Ritsona...
De ver la energía por luchar a abrir una frontera (entre Grecia y Macedonia), de no dejarse hundir por la negatividad, por las condiciones infrahumanas, por sobrevivir, por huir de una guerra a través de un infernal camino... A verlos encerrados entre alambradas, vigilados por militares y policías, a tener una “libertad” controlada bajo la vigilancia, de ver las caras cansadas, resignadas, de observar cómo intentan hacer acogedora su “casa”, que es su tienda de campaña...
¿Por qué decidirías abandonar todo tu entorno para siempre? ¿Por qué decidirías dejar a parte de tu familia en un país en guerra? ¿Por qué te lanzarías a un camino totalmente inseguro?
Caminos, caminatas de kilómetros por recorrer, coches nocturnos nada recomendables, fronteras cerradas, mafias, dinero, barcas en pésimas condiciones, muchas veces nocturnas, con la muerte pisándote los pies... y de pronto, las vallas, las murallas que te hacen frenar y quedarte en la nada, sin futuro, sin saber, sin estar.
EMPATÍA
¿Por qué no somos capaces de ponernos en el otro lado? Madres, pensad en cargar una mochila y a vuestro pequeño, para emprender durante meses un viaje incierto e inseguro. ¿En qué momento una embarazada decide lanzarse a semejante viaje? Un paralítico, una madre con su hija ciega, unos padres con dos niños con parálisis cerebral, una pareja de ancianos en la que él es casi ciego, un banquero y su familia, un abogado, una profesora de infantil, un profesor de educación física, un mecánico electrónico...
Todos. Todos sin diferencias de clases. Todos huiríamos de una guerra. Todos querríamos ser ayudados. Porque todos querríamos vivir.
Verónica Navarro Porter