Albert Paolo Guerrero, funcionario del IPES, explicó que, “a cada vendedor del módulo se le hace contrato a un año que es prorrogable por otro año y en ocasiones se da otro año más para un total de 3 años”. Esta situación se presenta “solamente si las personas han tenido un buen comportamiento, han sido cumplidos con sus pagos y además administran de forma correcta el negocio”, concluye Guerrero.
Sin embargo, los vendedores se valen de mecanismos legales para evitar que sus módulos sean asignados a otros vendedores. Guerrero afirmo que “el mecanismo que ellos más utilizan son las tutelas, argumentando que son población vulnerable y que según la constitución se les violaría el derecho al trabajo”.
Muy pocos de los vendedores ambulantes consultados por Plaza Capital, y que se encuentran a la espera para participar en este proyecto, tienen conocimiento de la situación y siguen a la expectativa de que les sean reasignados estos módulos o les reubiquen en otro sector.
Por su parte, los actuales vendedores con módulos se defienden argumentando desconocimiento de la norma, “cuando se nos fueron asignados estos módulos hace 5 años, nunca se nos informó de la rotación de los mismos”, dijo Flor, una de las vendedoras con modulo del centro y quien se ha dedicado por más de 25 años a este negocio.
Además, agrego que se siente preocupada por la no renovación de su contrato en los módulos y piensa que el sistema de rotación no funciona “porque mientras unos vendedores entran al proyecto, los que salen regresan a la calle a vender”.
Con respecto a esta problemática, Guerrero el funcionario del IPES, argumento que “esto no debe ser así, puesto que los que ya han hecho parte de los módulos, han tenido capacitaciones y se han fortalecido los saberes para que entren al trabajo formal o tengan un emprendimiento para comenzar sus negocios propios. Además pueden hacer parte de otros proyectos liderados por el IPES como ‘los Puntos de Encuentro’ y ‘Misión Bogotá’ ”.