Mafias, engaños y pocas regulaciones: el negocio de la vacunación en cachorros

Lunes, 27 Septiembre 2021 12:50
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Desde el 16 de junio del 2021 la agencia nacional de salud pública de los Estados Unidos, mediante los Centros para el Control y la Prevención De Enfermedades (CDC) –por sus siglas en inglés- anunció la suspensión temporánea de importación de mascotas -especialmente perros- procedentes de países con alto riesgo de contagiar la rabia canina, entre ellos Colombia. Estas restricciones comenzaron el 14 de julio del presente año y se seguirán exigiendo hasta el 14 de octubre de 2021.

Importación de mascotas hacia el extranjero|'Coquito'|Vacunas que no fueron colocadas por la Dra. Rosa|Carnet inválido por falta de sello y tarjeta profesional de un médico veterinario||| Importación de mascotas hacia el extranjero|'Coquito'|Vacunas que no fueron colocadas por la Dra. Rosa|Carnet inválido por falta de sello y tarjeta profesional de un médico veterinario||| Travel Week|Cortesía de Diana*|Cortesía de la Dra. Rosa Alfonso|Cortesía de la Dra. Rosa Alfonso|||
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A partir de esta fecha las únicas personas que podrán solicitar el permiso para llevar sus perros a territorio norteamericano son residentes legales o ciudadanos de los EE.UU, empleados del gobierno estadounidense, dueños de perros de servicio entrenados para ayudar a personas con discapacidades e importadores de caninos con fines científicos, educativos o de exhibición.

No va a ser válido para quienes deseen llevar a sus mascotas con fines turísticos. Tampoco para quienes tengan motivos de negocios como la adopción o la reventa de los cachorros. De igual forma, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) no reconoce a las mascotas de soporte emocional como perros de servicio.

En caso de cumplir con alguna situación de las que se mencionaron anteriormente el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) exige las siguientes condiciones para poder tramitar y aprobar el permiso de importación de los perros:  no ser mayor a seis meses, tener un microchip, contar con un certificado de la vacunación contra la rabia válido (hecho por un veterinario, haber sido vacunados 21 días antes del viaje, estar escrito en inglés y español).

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) desde 2015 se empezaron a presentar nuevamente casos de cachorros que provenían del extranjero contagiados de dicha enfermedad.  Sobre esto, Emily Pieracci, experta sobre rabia canina y trabajadora de los centros para el Control y la Prevención de Enfermedades le expresó a Assosiated Press News que los perros donde más han sido denegadas las peticiones de importación desde que fueron instituidas las nuevas reglamentaciones vienen de países como Ucrania, Colombia y Rusia. Gran parte de su rechazo se debe a papeles fraudulentos donde afirman que los cachorros cumplen con la edad mínima de vacunación para la rabia.

 Tal fue el caso de Diana*, una mujer de tercera edad que estuvo a punto de ser estafada por un vendedor de mascotas quien le había garantizado un perro de raza, comida de calidad, el certificado de vacunación contra la rabia, la desparasitación y accesorios para el cachorro “con Coquito él se comprometió a las vacunas, mejor dicho, a todo, hasta acompañarme al ICA.”. No obstante, al final todo fue un fiasco “el perro es bonito, pero es como muy chanda”.

Diana lo conoció a través de Facebook, red social en donde abundan grupos conformados por personas con criaderos o con cachorros para vender. Por fortuna, su primera compra fue todo un éxito. Fue por eso que ella llegó a recomendar los servicios del sujeto a su amiga más cercana, ciudadana canadiense, quien estaba interesada en comprar un Caniche (poodle). “Desde el primer momento que Sandra hizo todo, le envió todo el dinero, le hizo una transferencia desde allá de Vancouver”.

Al principio, todo fluyó bien, se hizo la venta común y corriente. Sin embargo, al paso de los días, cuando ya se acercaba el día del viaje en donde la señora Diana debía hacer los trámites en el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) para sacar al cachorro de Colombia las cosas empezaron a salirse de control.

La hizo comprar un desparasitante -de nuevo- y le dio las indicaciones de cómo administrarlo (sin ser veterinario). “Yo lo desparasité porque él me dijo que comprara el purgante. Yo fui a la veterinaria y las indicaciones que él me indicó fue que le diera la mitad. Él no me entregó el perro desparasitado, que ese era todo el negocio de él [...] cobró y no me pagó el desparasitante”.  Más adelante se desentendió por completo de la situación y responsabilizó a la veterinaria con quién trabajaba por todos los papeles que el Instituto Colombiano Agropecuario exige para sacar al perro de Colombia. “Cuando empecé a decirle que yo ya me iba a ir, él empezó a decirme que la veterinaria, que ya le había pagado a la veterinaria, que yo hablara con la veterinaria. Pero cómo me va a poner a hablar con una persona que yo ni siquiera conocía”.

El tema es que, sin los papeles, el ICA no concede el permiso de sacar a los animales de Colombia y esto fue lo que metió en aprietos a la señora Diana.

Respecto a esto, la doctora Rosa Alfonso, medica veterinaria egresada de la Universidad de Ciencias agropecuarias y Ambientales (UDCA) que atendió a ‘Coquito’ expresó que “lo que Diego* quería era que yo le certificara con mi sello, con mi respaldo profesional de mi tarjeta profesional esas vacunas que yo no sé de dónde eran, un laboratorio que yo ni conozco. Lastimosamente hay mucha mafia en las vacunas”. Ella como persona capacitada no puede certificar un trabajo que no le consta y que no ha realizado “yo respeto mi profesión, simplemente eso no está bien”.

Finalmente, lo que cuenta en un carnet de vacunación son los stickers de los frascos del biológico aplicado y la firma y sello de un médico veterinario.

Pese a esto, hay reconocidas tiendas de cadena que venden productos veterinarios, entre ellos las vacunas a ciudadanos del común que quieran comprar. Aunque ofrecen el servicio de vacunación en caso de que el cliente no quiera, no piden ni tarjeta profesional ni exigen que una persona autorizada como un médico veterinario esté presente para hacer la compra de biológicos. Lo anterior se presta para que actividades ilícitas se lleven a cabo como lo vivieron en carne propia Diana* y la doctora Rosa Alfonso.

Sumado a esto, entidades gubernamentales como el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) brinda programas técnicos para que personas que no cuentan con los suficientes recursos para estudiar la carrera de veterinaria puedan aprender a inyectar siempre y cuando cuenten con la supervisión de un médico veterinario. Empero, son muy pocas las veces en donde hay inspección de alguien calificado.

Estas situaciones demuestran la importancia y necesidad que existe en el medio de garantizar mayores regulaciones tanto para establecimientos que venden productos para uso médico veterinario -como antibióticos y biológicos- pero sobre todo para quienes ejercen labores veterinarias sin estar capacitados para ello.  El mal uso de estos fármacos puede terminar por afectar el bienestar de los animales o inclusive por diseminar enfermedades zoonóticas como la rabia al igual que sucedió en Estados Unidos.

 [*] Los nombres fueron cambiados por petición y seguridad de las fuentes.