Habla con Plaza Capital, Germán García, docente de un colegio distrital de la localidad de Usme, quien nos contó con qué expectativas recibe este nuevo proceso de retorno a las aulas en los colegios públicos.
Balance preocupante sobre la educación en el pandémico 2020
De la educación virtual del año pasado expresa dificultades, pues, como es el caso de miles de estudiantes en Bogotá, sus alumnos carecían de equipos tecnológicos, de conocimientos en las áreas informáticas, de planes de internet en sus hogares y a veces un solo computador o celular para tres, cuatro y hasta cinco hijos que tenían que ver simultáneamente sus clases en la misma casa. Esta situación obstaculizó inmensamente la impartición de clases, pues el profesor García estima que al comienzo de la pandemia casi el 50% de los estudiantes no pudieron conectarse a las sesiones y por consecuente no aseguraron el cumplimiento de las entregas.
Así mismo, la carga laboral de los profesores se incrementó sustancialmente, en primera instancia, porque adaptar sus programas académicos a una educación completamente virtual fue una tarea ardua, según confiesa el profesor García. Adicionalmente, tuvieron que extender sus horarios laborales prácticamente a todo el día, puesto que entre calificaciones, preparación de clases y poder comunicarse con sus estudiantes a falta de un medio de comunicación eficiente para todos, su trabajo terminaba a altas horas de la noche.
Los estudiantes con la voluntad de regresar
Con este panorama, el profesor García recibe como un reto este 2021, donde la mayor batalla será garantizar educación de calidad a todos los estudiantes y asegurar que el colegio sea un entorno seguro. A comienzo de año, se envió una encuesta a los padres y a los estudiantes sobre su intención de retornar presencialmente. Afirma García que el 90% de los estudiantes respondieron afirmativamente sobre su intención de volver al colegio. Muchas fueron las razones que expresaron los estudiantes sobre su intención de regresar, pero entre ellas impacta la de las niñas: “hay muchas niñas, infortunadamente, que nos dicen que están de empleadas de la casa, que sus hermanos hombres no las ayudan, entonces perciben el colegio como su espacio, como un lugar donde pueden al menos salir de sus casas” nos cuenta el docente. Muchos de los estudiantes de Instituciones Distritales provienen de familias disfuncionales, donde estas escenas se repiten a diario. Por el lado de los padres, la intención de regreso fue mucho menor, pues alrededor del 55% de los acudientes querían que sus hijos regresaran.
Desde el inicio del año escolar y hasta la fecha, el profesor García ha trabajado por el momento virtualmente y se espera que el 1 de marzo empiece la educación presencial en su colegio. Este año, por directriz de la institución, programó su año académico en función de dos principios: capacidad de desarrollar las clases, talleres y actividades tanto virtual como presencialmente; y procurar que su clase demande la menor cantidad de gastos para sus estudiantes y los padres. Su institución manejará una metodología presencial por turnos, en el que en un solo horario (7 a.m-11 a.m.) asistirá un grupo pequeño de estudiantes por cada salón y recibirán una clase por hora, cuatro clases en total; el resto de estudiantes asisten virtualmente a otra clase diferente a la que se está impartiendo presencialmente. La siguiente semana rotan los grupos de estudiantes para que todos asistan presencialmente a sus clases.
Respecto a los protocolos de bioseguridad en la institución, comenta que la Secretaría De Educación intervino el plantel educativo a comienzo de año con fines de demarcación de distanciamiento social, instalación de dispensadores, limpieza de calzado y puestos de lavado de manos. El ingreso de los estudiantes está permitido únicamente si lleva consigo un consentimiento informado que se envió a todos los acudientes que a su vez debe estar firmado. Se realiza limpieza de calzado, toma de temperatura y desinfección de manos antes de entrar al aula. Allí, cada estudiante tiene su propio puesto, no se pueden levantar de él y deben mantener el tapabocas puesto todo el tiempo. No habrá descansos, entrega de refrigerio ni almuerzo, por procurar la menor manipulación de alimentos. A las 11 a.m. terminan sus clases y se dirigen hacia sus casas para venir el siguiente día de su turno presencial.
Su llamado a la Secretaría De Educación
La presencialidad demandará también que los profesores asuman una nueva faceta, la de “brigadistas” con el fin de protegerse a ellos, a sus estudiantes y a sus familias. A los profesores les toca estar pendientes del correcto uso del tapabocas en los estudiantes, de que se mantenga el distanciamiento y de que en general se cumplan todas las medidas. Precisamente por este asunto el profesor García hace un llamado a la Secretaría de Educación. Su llamado es a que las autoridades acompañen todo el tiempo, de ahora en adelante, al cumplimiento de los protocolos.
“Ahorita todos los colegios pueden tener alcohol, gel y desinfectantes. Esperemos un mes… esperemos a ver cuánto tiempo aguantan y por cuánto tiempo nos seguirán cumpliendo, ese es el temor que tenemos los profesores, porque dentro de unos meses quién sabe si seguirá siendo así… ojalá sí.” cuenta Germán. Como el maestro Germán García, todos los colombianos tenemos la misma preocupación y expectativa con la vuelta a la presencialidad en los colegios tanto públicos como privados. Se espera que la Alcaldía y la Secretaría De Educación de Bogotá cumplan con el compromiso de garantizar correctamente, por un lado, el derecho a la educación, que el año pasado se vio vulnerado, y por el otro, el derecho a la vida, procurando la mayor protección a los estudiantes. Se exige y se espera la cooperación de las autoridades en pro de la protección y garantía de ambos derechos que no pueden pasarse por alto.