Próxima Parada: Oklahoma

Sábado, 16 Abril 2016 05:55
Escrito por

David Alvarez, estudiante de Ingeniería Eléctrica, nos cuenta su experiencia siendo participante del Mercury Robotic Challenge, llevado a cabo el pasado sábado 9 de Abril.

Mercury Robotic Challenge||| Mercury Robotic Challenge||| Paola López|||
3031

Hay expectativa, tensión, se sienten los nervios. Se escucha un murmullo en el recinto, después de todo es la primera vez que se organiza acá en Colombia. El evento es el Mercury Robotic Challenge Latinoamérica y quien lo organiza es la Corporación Unificada Nacional (CUN).

Desde que se cruza la puerta de ingreso, la tensión que rodea el ambiente envuelve a sus participantes. Éstos están divididos en dos grupos, concursantes y espectadores, separados tan solo por unas vallas y algunos estudiantes  que haciendo labores de logística, que impiden el paso de curiosos a la zona de competencia.

Allí, en esta zona, se concentra gran parte de las miradas. La mayor presión del concurso recae en ellos, los jóvenes de camiseta verde. Estudiantes de diversos lugares, algunos con más kilómetros recorridos que otros para llegar allí, al Downtown Majestic. En ese pequeño grupo de camisetas verdes resalta un rostro en particular, un joven de apariencia amigable se acerca para preguntar en qué puede colaborar. Después de un intercambio de palabras, David, estudiante de Ingeniería Electrónica, accede a compartir su experiencia en torno al concurso. David pertenece a un semillero de investigación de su universidad. Según cuenta, lo que buscan allí es generar progreso en Colombia desde la Ingeniería Electrónica.

Mientras revisa algunos detalles de su robot, antes de salir a la competencia, David nos expresa su verdadero interés al participar en el concurso. La causa de haberse sumergido en un mundo de cables, circuitos y cálculos durante las últimas tres semanas, tiempo límite otorgado por los organizadores para elaborar el proyecto, es el reconocimiento. No hay retribución económica, no le interesa si hay copas o medallas, lo único que le interesa es el reconocimiento a su trabajo, además de poder ir a representar a su país en el Mercury Robotic Challenge organizado en Oklahoma, Estados Unidos.

Sus ojos brillan, su rostro se emociona mientras va mostrando y describiendo cada una de las partes, de material reciclable, de las que está conformado su robot. Justo en el momento en que David, nos está explicando orgullosamente, la manera cómo logró transformar un colador en una parte de su robot, su nombre se escucha en los altavoces del auditorio, llegó la hora de concursar. Se despide rápidamente con rostro notablemente nervioso y se marcha, a dar su primer paso hacia Oklahoma.