Este 11 y 12 de noviembre se realiza en el Jardín Botánico José Celestino Mutis el primer encuentro de Agroecología en Bogotá. El evento organizado por el Jardín Botánico, la Secretaria Distrital de Planeación y la Organización Mercado agroecológico Campesino toca temas con relación al uso y la preservación de la tierra, restauración ecológica y los modos de vida sustentables.

La iniciativa es el resultado de un trabajo de planeación de cerca de un año, liderada por el director científico del Jardín Botánico Alberto Díaz-Granados. El evento hace parte de una transformación completa del Jardín donde se busca que sea un espacio para la investigación y la educación en temas de biodiversidad.

Conservación, investigación y pedagogía son los tres objetivos de la modernización, por esto se adelantan proyectos como un tropicario donde estarían condensados los principales ecosistemas del país, cuatro nuevo invernaderos y un nuevo auditorio. “Este es un Jardín para la gente que está comprometido con los humedales pero también con las personas”, dijo Granados en la apertura del evento.

Estudiantes, docentes, líderes campesinos, agricultores y personas del común cumplieron la cita en el Auditorio del Jardín Botánico para recibir a cerca de 15 expositores. Los cuatro objetivos del encuentro eran visibilizar el conocimiento en torno a la Agroecología, articular a los diversos actores, promover una cooperación entre estos y generar mecanismos de seguimiento que ayuden a conservar el medio ambiente.

Gerardo Ardila, Secretario Distrital de Planeación, abrió la jornada reflexionando acerca de la relación de los seres humanos con la naturaleza que, según él, empezó hace 15 mil años con la Agroecología, “la primera disciplina inventada por los hombres”. La Agroecología es básicamente la forma ancestral de aprovechar la tierra, según Ardila sin ese proceso hoy no estaríamos aquí. Además, agregó que existe hoy la necesidad de un cambio en la forma como pensamos la sociedad debido al cambio climático.

El secretario habló de los graves problemas que tiene Bogotá en torno a la distribución de la tierra y la segregación. “En algunas zonas de la ciudad hay aproximadamente 600 personas por hectárea, mientras que en otras no supera las 50”, dijo Ardila. Esto requiere decisiones basadas en las relaciones de las personas con la naturaleza. Sin embargo, enfatizó en que “Bogotá no puede extenderse más”, y por esto la Alcaldía busca estrategias de planeación en los municipios aledaños a la capital.

Julio Carrizosa, ambientalista, enfocó su discurso en el amor a la tierra, que permite al ser humano volver a lo pasional y olvidar el mundo natural. Carrizosa señalo que “vivir es más que producir” y por eso es necesario restaurar y proteger los recursos nacionales. Otro de los temas en discusión eran las semillas, según Inés Cavelier, experta en patrimonio natural, las semillas son sinónimo de vida y por eso es importante su conservación y su cuidado. Cavelier trabaja en varias regiones del país concientizando a los campesinos sobre la necesidad de un equilibrio en la naturaleza.

Además de los expertos conferencistas el encuentro incluye discusiones de diferentes organizaciones campesinas e indígenas sobre temas de sostenibilidad y recuperación ecológica. La idea de las organizaciones como Escuela Manuel Quintín Lame o el Parque Temático de Chaquen es lograr aprovechar el territorio lo mejor posible y rescatar los conocimientos ancestrales sobre la tierra.

El evento incluye mesas de discusión, carpas de alimentos vegetarianos, actividades para poner en práctica la Agroecología, el uso del suelo y la sustentabilidad. Además, la venta de productos naturales, semillas y alimentos de municipios aledaños.