Fundado el 19 de marzo de 1983, el Mercado de Pulgas de San Alejo celebra este mes treinta años de fundación. Especializado en antigüedades y ahora ubicado en la carrera séptima con calle 24, abre sus puertas los domingos y festivos.
La celebración no solo estuvo acompañada de festejos tradicionales, sino que también tuvo conferencias empresariales y de emprendimiento a los comerciantes del espacio. “La idea es generar empresa desde ámbitos informales como este, para eso tenemos la ayuda de la Cámara de Comercio” dice Cecilia Cordero, presidenta de San Alejo.
“El mercado desde sus inicios ha sido impulsado por familias unidas para trabajar. Acá mismo hemos visto generaciones enteras crecer alrededor de este espacio”, cuenta la presidenta. Es posible evidenciar que, en su mayoría, los grupos de comerciantes pertenecen al mismo hogar.
Cordero también comenta que el alcalde que inició el proyecto hace tres décadas fue Augusto Ramírez Ocampo, además en 1994 fue reconocida legalmente la personería jurídica al Mercado de las Pulgas.
“El espacio es muy fácil de conseguir, solo se debe llegar temprano y mostrar los productos que se van a vender para poder alquilar un puesto”, afirma Jorge Chamorro, coordinador logístico del mercado. Chamorro aclara, además, que existen locales ya reservados para personas asociadas y que la cuota del puesto es de treinta, cuarenta o cincuenta mil pesos dependiendo de la ubicación. Dichos valores aumentan con el alquiler de sillas, mesas o bodega para guardar la mercancía.
María Elena González comerciante del sector cuenta su experiencia: “Tuve una idea con mi hermano, queríamos vender libretas hechas por nosotros. Vimos muchos mercados de pulgas, este es uno de los más económicos y con menos requisitos para tener un puesto. Empezamos con una caseta de cuarentamil, luego pudimos avanzar a una esquinera de cincuenta mil. Ahora tenemos dos casetas, en las dos se vende muy bien”. Además “Acá vienen muchos extranjeros y compran de todo, hasta la basura que hacen pasar por antigüedades algunos viejos” concluye.
La idea que se tiene de lo que es una antigüedad o una “basura vieja” es un debate recurrente entre compradores y vendedores “Muchas personas veden basura que se encuentran, a veces ni la limpian y le inventan alguna historia para hacerla valer mil o dos mil pesos más”, critica Rodrigo Valdés, comerciante de antigüedades desde hace más o menos 15 años. “Mire, acá la mitad de sitios no venden antigüedades valiosas, cosas de marca viejas para coleccionistas. Nosotros llevamos mucho tiempo acá y todos venden, sea basura o lo que sea. Sin embargo, yo creo que si esto es patrimonio debería haber algún filtro” cuenta Valdés.