“¿Qué si he tenido problemas con lo del cine? Ja!”, se ríe y se coge la cabeza; esta es la reacción de Juan Pablo un estudiante de cine de la Unitec, quien ha tenido que atravesar más de una barrera formada, no sólo por el pensamiento escéptico que tiene la gente, incluso su misma familia, sobre el mundo del cine, sino que también ha tenido que luchar con las barreras económicas.
La idea de poder contar historias a través de medios audiovisuales, plasmar un pensamiento, una crítica, emociones, dejar una huella; fueron los primeros motores que impulsaron a “Juanpa”, como le dicen sus amigos, a estudiar cine, aunque en un principio “quería ser escritor pero tristemente la gente cada vez lee menos, pero la industria del cine está en auge en Colombia, y la gente sí ve cine, entonces puedo continuar creando historias, solo que plasmarlas con imágenes”.
A propósito de este tema, esta semana y hasta el 9 de septiembre se realiza, la Cuarta edición de la Semana del Cine Colombiano, la que Juan Pablo ve como una ventana donde se podrá dar a conocer en un futuro. En este evento en donde se llevarán más de 850 películas a diferentes departamentos del país; este evento gratuito, se hace con el propósito, que la gente pueda tener acceso a las grandes proyecciones que se han hecho en los últimos años en el país y que además, puedan conocer los avances tecnológicos que se han logrado y que se ven reflejados en la calidad de las películas colombianas. Por estos quisimos investigar cuáles son las situaciones por las que debe atravesar alguien que sueña con pertenecer al mundo mágico del cine.
Juan Pablo, por su parte,sabe que el mundo que le espera afuera de la universidad no es color de rosa, más de uno de sus amigos se han dejado todo “a medias”, como el mismo dice, pues la falta de apoyo y lo económico son factores dominantes para los desertores de esta carrera. Sin embargo, cuando Juan Pablo habla refleja en sus ojos la fe que le tiene al universo del cine: “El mundo del cine era muy difícil, hace 5 años se producían de 4 a 5 películas nacionales al año, hoy en día se producen de 12 a 15 películas anuales, las cosas han cambiado, y los inversionistas están apoyando el cine colombiano, cada vez se realizan más convocatorias”.
Pero un punto a recalcar y lo que motiva no solo a Juan Pablo sino también a otros estudiantes es la llamada “Ley del cine”, ley 814 de 2003, Ley de Fomento a la Industria Cinematográfica, que otorga grandes beneficios al desarrollo del cine en Colombia, por un lado el cine, se convertirá en una industria sostenible, donde el territorio Colombiano, se convierta en un escenario para hacer grabaciones, tales como las de Hollywood, generando así no solo más inversión ,sino tambien más trabajo en nuestro país; de igual forma los productores nacionales e internacionales que quieran trabajar en Colombia, recibiran un apoyo económico. Por otra parte, se otorgaran estímulos económicos que saldrán del cobro de impuestos a ciertos sectores privados, a productores, exhibidores, realizadores, con el fin de obtener fondos. Estos recursos estarán administrados por El Fondo Mixto de Promoción Cinematográfica PROIMAGENES en Movimiento.
Sin embargo, el obstáculo económico, que es el rey entre todas las barreras persiste: “El cine es caro, cualquier material sale muy costoso, a veces me toca ahorrar hasta lo de un chicle porque sé que me servirá, así sea para comprar un papel para mi producto. Nuestros parciales son entregas, micrometrajes, cortometrajes, al final de la carrera largometrajes, la universidad como tal te presta los equipos, cámaras, luces, computadores etc. Pero la materia prima para el cineasta son los actores, y eso nos toca pagarlo a nosotros, junto con las locaciones, los alquileres de otros materiales si se necesitan (carros, vestuarios, maquillaje),etc.”
Juan Pablo sabe que el camino no es fácil, pero, “ninguna carrera tiene un futuro asegurado, y muchas veces uno se topa con personas que menosprecian carreras como esta, pero cualquier carrera que se lleve con pasión, tiene un buen futuro”.
