El reconocido actor Robinson Díaz atendió a Plaza Capital en el teatro Belarte, en el nororiente de Bogotá, Allí, respondió preguntas sobre sus razones para estudiar en la capital de la república, su carrera actoral, los nuevos retos y aspectos íntimos de su vida.
Nos atendió minutos antes de presentar la última función de la obra ‘Wenses y Lala’. Después, viajará a México a grabar la séptima temporada de ‘El Señor de los Cielos’ donde interpreta al narcotraficante ‘El Cabo’, personaje inspirado en el narcotraficante Wilmer Varela, alias jabón, y que lo ha acompañado casi doce años.
¿Por qué decidió estudiar teatro en Bogotá?
Tenía muchas ganas de aprender los secretos de la técnica, quería saber cómo se hacía las cosas de una mejor manera, qué pensaban los maestros, cómo se hacían las obras, cómo se trabajaba de una manera más profesional, más estudiosa. Afortunadamente conté con la suerte de tener a Ana María Sánchez, que era mi novia.
¿Cuáles fueron las circunstancias que lo llevaron a venirse para la capital?
En ese momento, en Medellín, no me veía y dije “voy terminar siendo otra cosa que no es lo que estoy buscando” y Bogotá definitivamente es el centro del país, donde se hacen la mayor cantidad de eventos y cosas que se replican. Entonces, eso, más el ímpetu que tenía a mis casi 22 años DE irme de la casa, todas esas circunstancias se juntaron y dije “no, voy a voy a realizarme yo a hacerlo solo y a crear mi propia independencia”, y me presenté a la Escuela Nacional de Arte Dramático (ENAC), audicioné y pasé.
¿Cómo fue esa audición?
Estaba Germán Mouree, Diego Vélez y creo que Alfonso Ortiz y otra profesora creo, no me acuerdo. Me pidieron que cantara y canté ‘Los pollitos’.
Usted empezó a trabajar en televisión, en ‘Garzas al amanecer’ mientras estudiaba. ¿Cómo fue la audición?
En Camarín del Carmen me habían visto y fue María Vázquez, una extraordinaria editora, quien le comentó a Eduardo Chavarro, que también era profesor en la escuela. Se me acercó y me dijo ya me habían visto en un par de obras: Drácula y Cuarteto. Me recomendaron para un papelito pequeño, era un médico en ‘Garzas al amanecer’, yo estaba cagado de miedo, pues no sabía cómo era ese mundo. Haber hecho el trabajo fue audición y trabajo al tiempo.
¿Qué recuerdos tiene del papel de Carlos Alberto Buendía en ‘La mujer del presidente’?
A mí me llamó Mauricio Navas después de mi primer protagónico que tuve en ‘Detrás de un ángel’. Me pidió que lo esperara porque quería que protagonice la novela y yo tenía problemas económicos muy graves, pero esperé como cinco o seis meses y después me dieron el papel, con el que gané varios premios.
¿Qué piensa de esa historia?
Era una historia muy estructurada, los libretos eran estupendos y la producción de Caracol Televisión era estupenda. Los libretos son de los mejores he leído en mi vida, tenían muchos picos dramáticos y mucha tensión.
Usted ha comentado en varias entrevistas que ‘El Cabo’ ya es parte de su repertorio. ¿Cree que ya se considera una franquicia?
Es franquicia de Caracol. Realmente el personaje nació en la productora Caracol. El personaje salió de ahí y mi construcción escénica tiene mucho que ver, obviamente, más el de mis compañeros con los que trabajé. Porque eso no se hace sólo, yo escucho mucho. Entonces, podríamos decir que tengo muy buenos oídos para escuchar las propuestas.
¿Qué hay de Robinson en el proceso de creación de ‘EL Cabo’?
Mucho. La manera como enfoca los personajes Robinson Díaz es una manera humorística. ‘El Cabo’ tiene mucho que ver con el humor de mi familia hay muchos dichos, muchas frases que le he escuchado a mi papá, a mi mamá, a mis tías, a mis abuelos; entonces todas esas construcciones orales paisas las he ido metiendo en función de las situaciones de ‘El Cabo’.
De todas sus interpretaciones ¿cuál es el personaje que más le ha gustado?
A mí me gustan todos mis personajes, yo cuando me meto a hacer un personaje lo defiendo, es muy importante para mí defenderlo de todo. Hay unos que son muy generosos, que me permiten muchísimo juego y cuando hago un personaje trato de tener la mayor calidad y cantidad de posibilidades escénicas. Me gustan casi todos, pero en general digamos dentro de mi promedio creo que puedo estar en 80 % de éxito 20 % de desastres.
¿Hubo algún personaje difícil de sacar de su propia piel?
Ninguno. Yo tengo muy claro quién es Robinson y quién es el personaje.
Hablando de la transición de las series de televisión a plataformas digitales ¿Qué cree que le espera a la televisión con esa con esa creación de las plataformas digitales?
¡Eso! Individualidad, ya la televisión es en paquetes, ya usted arma su propia televisión, ya no es como la que me tocó a mí que la televisión era para todos. Ahora ya usted quiere ver una serie pues la compra a través de sus portales no solamente Netflix, también HBO o Fox. Entonces, usted crea su propio mercado, es muy interesante porque usted arma su propio paquete a mí me gustan los documentales, por ejemplo; me gustan ciertas series de guerra, por ejemplo. Eso ha sido muy bueno porque usted entra a la galería y ve los cuadros que quiere ver, no los que le imponen, qué era lo que pasaba antes.
Cambiando al teatro, ¿qué tan complicado es hacer terror? hablando de ‘La Dama de Negro’.
La pregunta hay que hacérsela sobre todo a los escritores hermano, porque cuando yo hago ‘La Dama de Negro’ me encuentro ya con un guion, Con una historia muy bien hecha, muy construida, con una franquicia: 25 años en México, 30 años en Londres. Para mí lo más fuerte fue la exigencia física porque en el espectáculo hago o sea son dos horas de puro cardio: ejercicios cardiorrespiratorios, cardiovascular muy fuerte. Hacer terror en teatro es complicado porque no cuenta aún con los recursos que tiene la televisión y el cine que es la edición, las cámaras sorpresa, los planos sorpresa, los puntos de corte no. Aquí la magia ocurre ahí delante de los ojos del espectador.
¿Usted que prefiere televisión o teatro?
Todo, también cine. Donde haya buenas historias, que tenga una buena propuesta. Los tres formatos son tan amplios, presentan tantas posibilidades que es grato trabajar en ellos. Yo no tengo ningún empacho en trabajar en las cosas, lo que pasa es que pues obviamente las razones económicas a veces priman. La televisión es muy buena porque le da a uno mucha estabilidad y dignifica mucho a uno como actor.
¿Y los otros: cine y el teatro?
En el cine es otro paseo, y el teatro es una cosa maravillosa porque es el propio reino del actor, el propio coto de caza, eres el jefe además es un lenguaje más artesanal más de construcción. En cambio, en televisión le marca el director a uno, en lo que tiene que hacer, así como grabar 20-30 escenas diarias como Santiago García decía que el actor que hace un papel en televisión es un actor muy bueno.
Ya acabó temporada de ‘La Dama de Negro’, pero ¿cuándo vuelve?
El año entrante. Yo creo que a principios del año lo vamos a hacer. Esta sería la cuarta temporada porque queremos institucionalizar la obra anualmente, que se presente que tenga tres o cuatro meses de temporada en Bogotá. Mucha gente la quiere ver, en la última temporada que hicimos fue muy buena, apoteósica, con unos llenos impresionantes, el público goza mucho porque es una experiencia de los sentidos. entonces pues ha sido muy grato, muy delicioso poder traerla.
Por otro lado, usted y su esposa se han hecho un camino en la vida profesional ¿Qué siente al compartir tarima, teatro y obra con ella?
Maravilloso, me siento muy pleno, de hecho, yo fui el que buscó esto. El poder encontrarme con mi esposa, que es muy buena actriz, es una creadora profunda, es una mujer brillante, es un animal de las artes escénicas; y también poder compartir y traer también a mi hijo. Juan José, en este momento, hace la producción de nosotros, es un tipo que todo el tiempo está en función espectáculo de ‘Wenses y Lala’. Hacer esa pequeña tropa para mí es maravilloso porque es un sueño. Eso no es tampoco así de dulce como yo lo estoy diciendo, tiene sus bemoles, momentos de difíciles, pero es un sueño ganado.
Después de que grabe la séptima temporada de ‘El Señor de los Cielos’ y vuelva con ‘La Dama de Negro’, ¿va a emprender con algún proyecto nuevo?
En este momento no, ‘Wenses y Lala’ es nuevo, es la presentación número 26, apenas está creciendo el bebé. Me voy a hacer ‘El Señor de los Cielos’ a México eso es hasta septiembre, pero no. Es que la obra está recién hecha, de pronto tengo ganas de hacer otra cosa que me voy a inventar. Pero por el momento este año ya estoy ocupado.
‘Garzas al Amanecer’ se estrenó en el 1989. Su carrera, en televisión, este año cumple aproximadamente 30 años y su carrera actoral ya lleva mucho más tiempo. En todo ese tiempo ¿qué cree que le falta por hacer?
Faltan muchas cosas.
¿Algún sueño?
Sí, muchos. Apenas estoy echando flores.
Como decían en una entrevista apenas está haciendo el doctorado en teatro.
Si, en La Dama de Negro hice un posgrado enorme.
Defina en una palabra estos 30-35 años de carrera
Amor, ganas, humor.
¿Qué es algo que usted no soporte?
El uribismo.
Usted en varias entrevistas comentaba que se juntaba a jugar fútbol con los vecinos del barrio ¿Era bueno?
Sí, yo creo que sí
¿De qué posición jugaba?
Puntero izquierdo
¿Nunca pensó en ser jugador profesional?
Sí, claro, muchas veces. Pero yo creo que el filtro para entrar a las grandes ligas es muy complicado y no tuve, digamos, la paciencia, por un lado. Además, cuando tenía entre 16 y 18 años yo estaba haciendo taekwondo, jugaba mucho fútbol y mezclaba todo eso con mi colegio y el teatro. Entonces, me fue ganando lentamente el gusto por el teatro
Por último, su familia y usted son ávidos lectores, frente a esto, ¿Qué libro cree que es indispensable en su vida?
Yo no tengo un libro específico, indispensable. Leo lo que lo que tiene que ver con mi carrera, periódicos o revistas. Un libro que me gusta muchísimo es El Nombre de la Rosa, de Umberto Eco que me parece muy completo pero los libros indispensables para mí son los libros que tienen que ver con mi carrera.