Aprovechando la nueva apertura comercial en Bogotá, se analizó el contraste entre dos tipos de trabajadores (formal e informal), a los cuales se les formuló la siguiente pregunta: ¿cómo esta nueva normalidad les ha afectado en su vida laboral?
En el caso de Zoraida, trabajadora en un local de venta de productos varios en el barrio de Villas de Granada, comenta sobre el miedo de la población al exponerse cuándo transitan en la calle. En su opinión, la economía se ha afectado no solamente por las estrategias del Gobierno sino también por el autocuidado de la población. También menciona que las ventas disminuyeron a pesar de que las personas salen un poco más que en otras épocas del año y resaltó que el progreso de la economía está relacionado con el riesgo de contagio personal.
En el segundo caso, Nora, trabajadora en un puesto informal de venta de frutas y verduras en Gran Granada, relata que su situación laboral mejoró un poco, pero que la canasta familiar elevó su precio, viéndose afectadas sus ganancias. Incluso, hizo una comparación entre la cuarentena y la reapertura, afirmando que no encuentra diferencia alguna en los dos momentos; más allá de la persecución policial para los trabajadores informales que surgió en la cuarentena en el sector. Finalmente, considera pertinente que la alcaldía genere más estrategias para este tipo de trabajadores, pues su estabilidad económica es realmente preocupante.
Hasta el momento la Alcaldía Mayor de Bogotá no ha emitido nuevamente ningún comunicado sobre un restablecimiento de las cuarentenas sectorizadas. Así, la reapertura posiblemente para algunos sea una esperanza para aliviar la crisis económica en un cambio a mejor.