El presidente Juan Manuel Santos, quien radicó la ley de víctimas ante el Congreso de la República el pasado 27 de septiembre, afirmó en exclusiva a Plaza Capital que para que las personas sean consideradas como víctimas deben cumplir unos términos de tiempo específicos que no se han podido establecer.“Como dice el refrán: ni tanto que queme al santo ni tan poco que no lo alumbre. Si ponemos un tiempo demasiado largo se vuelve inviable, si ponemos un tiempo demasiado corto no es lo suficientemente justo. Entonces tenemos que tratar de acertar ahí. Un término medio”.
Sin embargo, la temporalidad no es el único factor que ha impedido la redacción del texto final de la ponencia que se espera será publicado en el Congreso de la República a finales de la semana. Falta establecer el número de personas que serán consideradas como víctimas y el número de hectáreas que fueron despojadas, para así saber el presupuesto que se deberá invertir en este proyecto.
Con respecto a lo anterior, el representante a la Cámara por el partido de la U, Miguel Gómez Martínez, quien renunció a ser ponente de la ley la semana pasada, explicó a este medio lo peligroso que puede ser para el país tomar decisiones legales con base en cifras que no son claras y específicas. “Uno podría estar embarcando al país en una crisis fiscal sin precedentes y yo prefiero en eso ser prudente” aseguró.
Aparte de las dificultades propias que trae consigo esta ley, las diferencias de opinión y la falta de información entre los integrantes de los partidos políticos que hacen parte de la alianza de Unidad Nacional, han impedido llegar hasta ahora a un acuerdo específico sobre el proyecto. El ex presidente Andrés Pastrana afirmo respecto a lo anterior que “Aquí no se puede decir que este proyecto pertenece a una bancada o a otra. No importa si es liberal, si es conservador o si es de la U. Lo importante es que nos pongamos de acuerdo para que este proyecto salga adelante”.
A pesar de los interrogantes y los opositores de la ley de víctimas, el presidente Santos afirmó a Plaza Capital que esta ley debe aprobarse porque “es una demostración del Estado colombiano y de la sociedad colombiana con las victimas para que se reincorporen a la vida y dejen atrás ese sufrimiento y que podamos vivir en paz como una sociedad unida”.