Jorge Enrique Robledo (Ibagué, 1950) es arquitecto graduado de la Universidad de los Andes. Durante 26 años fue profesor de la Universidad Nacional de Colombia. Se desempeñó como senador en el periodo de 2002 a 2022, durante el cual realizó más de 200 debates de control político y fue elegido como el mejor senador del país diez veces consecutivas.
Actualmente es candidato a la alcaldía de Bogotá por el partido Dignidad y Compromiso, del que es miembro fundador.
¿Cómo describiría el cambio de desempeñar el cargo de senador a candidato a la Alcaldía de Bogotá?
Son cosas distintas, no se parecen en nada. Un alcalde manda sobre muchas cosas y un senador, en cierto sentido, apenas opina, sobre todo si es de oposición como es mi caso. De lo que estoy seguro es que mi experiencia como senador, que se basa en relacionarse con la gente y realizar muchos posgrados en estos 20 años, aporta de manera importante como alcalde de Bogotá.
¿De qué manera aportaría su trayectoria en la academia a su gestión en la Alcaldía de Bogotá?
Les digo a los electores que revisen mi hoja de vida, llevo 50 años en la lucha, llegué al Senado e hice 150 o 200 debates de control político, cada uno de ellos fue como un doctorado, convirtiéndome en especialista en diversas materias, eso para ser alcalde de Bogotá es muy importante. Yo me siento con diversas personas y no soy ignorante en ningún tema.
¿Cuál ha sido su mayor acierto y cuál el mayor desacierto a lo largo de la vida pública?
Mi mayor acierto es la decisión de dedicarle mi vida a cambiar a Colombia, actuando como servidor público. Yo renuncié a la plata, a los honores y a ese tipo de cosas, para poner mi vida al servicio de una transformación democrática en Colombia, vivo feliz por esa decisión.
Desaciertos, creo que cosas graves no he hecho, no he cometido crímenes. Claramente me he equivocado muchas veces, no he tenido que ocultar nada de lo que he hecho por vergüenza.
Mi énfasis es muy diferente a los de mis competidores: el sufrimiento social. En nuestra ciudad hay dos millones y medio de personas que hacen menos de tres comidas al día, eso es hambre.
¿Cuáles son los ejes principales de su campaña a la Alcaldía de Bogotá?
Mi énfasis es muy diferente a los de mis competidores: el sufrimiento social. También tengo propuestas serias en otras materias. Pero en nuestra ciudad hay dos millones y medio de personas que hacen menos de tres comidas al día, eso es hambre. Los jóvenes que no trabajan ni estudian, más las personas en condiciones de informalidad suman cerca de 800 mil personas, en gran medida ese es el caldo de cultivo para el crimen en Bogotá: la tragedia de los jóvenes.
La propuesta de pasaje cero ¿es realmente viable? ¿cómo sería su ejecución?
No la hubiera hecho si no fuera viable. Duré un mes estudiando con especialistas, además de los dos mejores concejales de la ciudad: Manuel Sarmiento y Martín Rivera. Hoy el distrito tiene un subsidio del 55% de la tarifa de transporte, es decir, de tres billones de pesos, y eso no lo sabe mucha gente.
Mi propuesta es que la nación ponga el 45% restante, y para el gobierno esa suma es relativamente menor para una ciudad que más le aporta al producto interno bruto y los impuestos a nivel nacional.
Usted apoyó a Claudia López y a Samuel Moreno ¿se arrepiente de ello? ¿cómo ha sido su experiencia de ejercer la crítica desde el interior de una coalición?
No me arrepiento porque en ese momento la decisión era sensata. En el caso de Samuel Moreno nadie había dicho nada, pero cuando pasó esa situación le abrimos un proceso disciplinario dentro del Polo Democrático, a los meses le pedimos que renunciara a la Alcaldía cuando la Fiscalía lo denunció, finalmente, lo expulsamos del partido y le pedimos excusas al país. ¿Muy parecido a lo que han hecho los ‘petristas’ con Nicolás Petro? ¿verdad?.
En el caso de Claudia López nosotros la elegimos, después han aparecido diferencias importantes. Hay cosas que defiendo y otras que critico, pero hicimos lo que debimos hacer cuando estuvimos satisfechos con la gestión y luego nos apartamos.