Luego de las elecciones nacionales de 2018, legislativas en marzo y presidenciales entre mayo y junio, el ambiente electoral no se detiene y a menos de un año para las elecciones locales, los movimientos, partidos y precandidatos dejan ver generalidades de sus propuestas para la ciudad de Bogotá en temas que son importantes para la ciudadanía, como los sistemas de Transmilenio y Metro.
La carrera por la Alcaldía se da en medio de la baja popularidad de la actual administración, en cabeza de Enrique Peñalosa. Según la más reciente encuesta de percepción ciudadana, realizada por el programa Bogotá Cómo Vamos, su aprobación es del 24% y su desaprobación del 76%. Partiendo de resultados de la primera y segunda vuelta presidencial, en los que Sergio Fajardo y Gustavo Petro, respectivamente, fueron elegidos por la mayoría de población bogotana, partidos de centro e izquierda ven posible su llegada al Palacio de Liévano. En palabras de Manuel Sarmiento, concejal del Polo Democrático, “bajo las circunstancias actuales y las características políticas de Bogotá, se requiere una coalición. La idea para las elecciones del próximo año es mantener la Coalición Colombia con el Polo, Partido Verde, Compromiso Ciudadano y también se está conversando con otros sectores alternativos como los que conforman el movimiento Colombia Humana para ver si se puede hacer una sola coalición con la cual podamos llegar a la Alcaldía de Bogotá”.
Por parte del Centro Democrático, el concejal y precandidato Diego Molano, comenta que “el partido ha definido un candidato único que será elegido a través de una encuesta interna, entre los candidatos que surjan en el Centro Democrático, el próximo marzo. Pero a partir de ahí seguir convocando diferentes sectores ciudadanos, empresariales, sociales y otros partidos para presentar un candidato a la elección del próximo año y por lo tanto estaremos planteado hacer una consulta interpartidista en el mes de mayo”.
En contraste, el partido Cambio Radical, según el concejal José David Castellanos, aún no ha determinado el mecanismo por el cual se definirá un candidato o coalición para llegar a la Alcaldía. Sin embargo, en lo que respecta a la actual administración y lo que debe ser la siguiente, en materia de metro, Castellanos afirmó que la próxima administración debe pensar en la segunda línea, pues en lo que respecta a la primera línea ya se debatió y luego de cumplir más de 52 requisitos, en agosto se hará la licitación.
En similar posición está el precandidato Molano, quien considera que la ciudadanía no puede esperar más tiempo para que se inicie la obra del metro y se dé continuidad al proyecto actual.
Contrario opinan los partidos de centro y de izquierda, quienes aseguran que el próximo alcalde debe hacer un esfuerzo por echar para atrás el proyecto de metro elevado porque es un proyecto que genera un daño irreparable a la ciudad y su costo por kilómetro es casi igual de costoso que el subterráneo, además de los daños urbanos que generaría un viaducto de 24 kilómetros que atraviese la ciudad, especialmente en las zonas céntricas y avenidas estrechas como la Caracas. También consideran que es un metro que no sirve para que Bogotá transite de ser una ciudad que tiene como su columna de movilidad Transmilenio, a pasar a tener como columna de movilidad el metro.
Para estas colectividades, si el nuevo alcalde llega y no se ha firmado el contrato para iniciar la construcción del metro, debe tomar medidas para retomar lo que requiere Bogotá, según Manuel Sarmiento, una primera línea de metro subterráneo, que permitiría una expansión para que la ciudad cuente con varias líneas de metro.
En lo que respecta a la calidad del servicio de Transmilenio, la actual administración y las corrientes políticas afines culpan a las pasadas administraciones de izquierda como responsables por el atraso de Transmilenio y la falta de ejecución para construir troncales, y añaden que Bogotá necesita un sistema multimodal que integre Metro, Transmilenio, Transmicable y ciclorrutas. La izquierda se defiende manifestando que, si a Transmilenio le siguen asignando la responsabilidad de ser el principal servicio de transporte en una ciudad de 8 millones de habitantes, siempre va a colapsar. Además, afirman que Transmilenio debe existir como un alimentador de un sistema de metro y que la idea de construir más troncales de buses rápidos se da bajo la idea de que pueden reemplazar al metro.
Pero no todo son polos opuestos entre los diferentes partidos políticos, pues coinciden en temas como la solidaridad que debe tener la ciudadanía y el Distrito con los migrantes venezolanos, a quienes se debe apoyar y facilitar el acceso a empleo formal, y también garantizarle a los niños y jóvenes migrantes el acceso a educación.
Las elecciones locales se llevarán a cabo el domingo 27 de octubre de 2019. Dicha fecha estuvo en suspenso por el proyecto de ley que buscaba extender hasta el 2022 el periodo de los alcaldes, gobernadores, concejales y demás cargos elegidos para el periodo 2016 – 2019, con el fin de unificar los periodos de todos los cargos de elección popular. Finalmente, este proyecto fue archivado el pasado 30 de octubre por la mayoría de la Cámara de Representantes.