Las salas de teatro independiente en Bogotá enfrentan una crisis marcada por altos costos de operación, falta de apoyo institucional y una disminución de público. Espacios emblemáticos como: "Teatrova", "CASA TEA" y "La Sala Fábrica de Hechos Culturales" han tenido que reinventarse para sobrevivir en medio de estos desafíos.
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Gestores culturales y artistas afirman que el acceso limitado a subsidios afectan la sostenibilidad de estas iniciativas. Algunos han optado por la autogestión, mientras que otros recurren a alianzas y programación alternativa para mantenerse a flote.
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A pesar de las dificultades, el teatro sigue en pie gracias a la resistencia de quienes lo hacen posible. En esta crónica, exploramos cómo logran sostenerse y qué futuro les espera en una ciudad donde el arte lucha por su espacio.