Discriminación de género: las barreras que enfrentan las mujeres jóvenes en el mercado laboral

Martes, 16 Julio 2024 07:28
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Los estereotipos de género, la segregación ocupacional, las brechas salariales y la discriminación racial son las principales barreras, explican los expertos.

La desigualdad laboral entre hombres y mujeres es un hecho y está más que probada||| La desigualdad laboral entre hombres y mujeres es un hecho y está más que probada||| Cortesía Cosmopolitan|||
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A pesar de los avances en los derechos de las mujeres, las jóvenes colombianas continúan enfrentando obstáculos para acceder y progresar en el mercado laboral. Datos oficiales de organismos internacionales y de expertos demuestran la persistencia de la brecha de género en el país, la cual se debe principalmente a la desigual distribución de las responsabilidades domésticas y de cuidado.

Según el “Boletín Técnico trimestral móvil sobre el mercado laboral en jóvenes” del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), de noviembre de 2023 a enero de 2024, los jóvenes entre 15 y 28 años que no estudian ni trabajan representan un 25.5 % a nivel nacional. De este porcentaje, la tasa más alta corresponde a las mujeres jóvenes (16.7 %) en comparación con los hombres (8.7 %).

Estos datos indican que la proporción de mujeres jóvenes que no estudian ni trabajan es casi el doble que la de los hombres jóvenes. Esto refleja una clara desigualdad de oportunidades y acceso al mercado laboral para las mujeres en Colombia. Mientras que 1 de cada 6 mujeres jóvenes se encuentra en esta condición de inactividad, solo 1 de cada 12 hombres jóvenes se encuentra en la misma situación.

La barrera de las tareas domésticas y de cuidado

Según el Servicio Público de Empleo, los hombres dedican 21.7 horas semanales a actividades reproductivas y del cuidado del hogar, mientras que las mujeres destinan 50 horas a estas labores. Esto demuestra que las mujeres dedican más del doble de tiempo que los hombres a las labores domésticas, lo que limita su disponibilidad y oportunidades para insertarse y progresar en el mercado laboral.

La Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU-Mujeres) indica que la tasa de participación laboral de las mujeres que estás en edad de trabajar es del 53.5 %, mientras que de los hombres es del 75.5 %. Esto significa que menos de la mitad de las mujeres en edad de trabajar en Colombia están vinculadas al mercado laboral.

Paola Urueña, asesora en equidad de género, señala que “a pesar de los avances en derechos de las mujeres, en Colombia aún existen múltiples barreras y brechas, específicamente en el ámbito laboral, donde las mujeres nos vemos minimizadas, violentadas y discriminadas”.

Urueña destaca que los estereotipos de género arraigados desde la infancia, la asignación desigual de responsabilidades domésticas y de cuidado, la falta de modelos a seguir y el apoyo familiar y social, limitan las aspiraciones y oportunidades de las mujeres jóvenes.

Doble discriminación para mujeres de grupos étnicos

Un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) titulado “Brechas de género en el mercado laboral y los efectos de la crisis sanitaria en la autonomía económica de las mujeres” señala que las mujeres afrodescendientes e indígenas enfrentan mayores brechas en el mercado laboral, con tasas de desempleo más altas y menores ingresos laborales en comparación con otros grupos.

 Según Laura Reyes, politóloga con enfoque de género, “históricamente hubo una barrera para que las mujeres accedieran al mercado laboral, ya que su rol era de reproducción y cuidado y por ende debían quedarse en el hogar”. Si bien esta barrera se ha reducido, aún persisten condiciones desiguales de trabajo con brechas salariales y “techos de cristal” que limitan el ascenso a puestos de dirección, y causan segregación vertical en el acceso a estudios de posgrado. Reyes señala que estas dinámicas se agravan aún más para las mujeres pertenecientes a grupos étnicos, quienes enfrentan una doble discriminación por su condición de género y su origen racial. “Esto también impacta directamente en el acceso y la promoción laboral de las mujeres jóvenes”, afirma.

Brecha de género en puestos de liderazgo

Marcia Castro Ramírez, directora de Enfoque Diferencial de la Secretaría de la Mujer, opina que la cultura patriarcal sigue limitando el acceso de las mujeres a oportunidades educativas, culturales, laborales y políticas, puesto que persisten estereotipos que causan dudas frente a las capacidades de las mujeres jóvenes para acceder a cargos directivos. “Se sigue teniendo el imaginario de que las mujeres tienen menores conocimientos y capacidades para cargos directivos y de toma de decisiones, debido a una visión estereotipada de que son más sensibles y se guían por los sentimientos”, afirma Castro.

Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), titulado "Más allá del techo de cristal: Por qué las empresas necesitan a las mujeres en puestos directivos”, indica que casi el 75% de las empresas del mundo aplican políticas de igualdad de oportunidades, diversidad e inclusión. Sin embargo,  la aplicación de esas políticas no es suficiente para solucionar el desequilibrio de género en los niveles máximos de las empresas,es por esto que concluye que las mujeres enfrentan mayores barreras. A menudo se les exige demostrar mayor competencia que a sus pares masculinos para ser consideradas aptas para estos cargos.

Las mujeres en puestos directivos a nivel global @Laura Sofía De La Rosa Ortiz

 

La gráfica muestra la representación de mujeres en puestos directivos a nivel global. En los puestos directivos en general, el 27 % están ocupados por mujeres. Esto significa que tan solo una cuarta parte de los roles de dirección son desempeñados por el género femenino.

En la alta dirección, que corresponde a los niveles jerárquicos más elevados, solo el 20 % de estas posiciones están ocupadas por mujeres. Esto refleja una baja representación femenina en los cargos de mayor autoridad y liderazgo dentro de las empresas a nivel mundial.

En cuanto a los consejos directivos, quienes son los órganos de gobierno y se encargan de la toma de decisiones estratégicas, la participación de mujeres es del 28 %. Aunque ligeramente superior al porcentaje en puestos directivos generales, las mujeres siguen siendo una minoría en comparación con los hombres.

El porcentaje más bajo se encuentra en el rol de CEO o Directora Ejecutiva. Tan solo el 5 % de las mujeres ocupan este puesto de máxima autoridad y liderazgo en las empresas a nivel global, evidenciando una brecha de género en los cargos de poder y toma de decisiones más influyentes.

Posibles acciones para reducir la brecha de género

Urueña afirma que “la brecha de género no va a poderse equiparar, ya que múltiples estudios demuestran que faltan muchos años para que lleguemos a una igualdad”. No obstante, manifiesta que pequeñas acciones pueden hacer la diferencia, como evitar los "micromachismos desde los espacios laborales, con la pareja, familia”.

Castro también afirma que “la brecha de género seguirá existiendo”, pero que las mujeres que enfrentan barreras en el mercado laboral pueden buscar capacitación y formación continua para el trabajo, emprender proyectos propios, aprovechar oportunidades de voluntariado y pasantías para ganar experiencia.

La OIT también propone acciones en diversos frentes para lograr la igualdad de género laboral:

  • Eliminar las brechas salariales de género en trabajos equivalentes mediante evaluaciones objetivas, transparencia salarial y negociación colectiva.
  • Promover la diversidad de género en todas las ocupaciones, reformando los sistemas educativos para eliminar sesgos vocacionales y valorando equitativamente todas las profesiones.
  • Aplicar leyes contra la discriminación laboral, estableciendo organismos que velen por su cumplimiento, sancionando infracciones, brindando recursos a víctimas y realizando campañas contra prejuicios.
  • Profesionalizar y mejorar las condiciones laborales en empleos de cuidados, y proteger los empleos e ingresos de las mujeres durante crisis económicas.

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