Anselmo Rois: vallenatero con alma en salsa

Miércoles, 13 Marzo 2024 07:19
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El pollo es un producto fundamental para la canasta familiar en nuestro país. En promedio, durante 2023, cada colombiano consumió cerca de 37 kilos de pollo. A pesar de que la inflación en Colombia ha descendido durante los últimos tres meses, el pollo registró un aumento de cerca del 6% como resultado del fenómeno del niño.

||| ||| Santiago García|||
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El sol calienta como un berraco desde hace meses en Colombia, el calor generado por este astro se siente en todo nuestro país, pero en Bogotá se siente de forma inhumana. A pesar de esta inclemente situación, los capitalinos salen por millares para encontrarse con su fiel amigo el pollo en el Chicken Fest en Hacienda San Rafael. Este festival, realizado por primera vez, reunió 20 restaurantes que acompañados de música y juegos rindieron homenaje durante tres días al pollo.

Anselmo Rois es un pollo vallenatero con alma en salsa, donde va siempre genera encanto entre todas las personas; y es que la variedad de formas, colores y gustos de Rois lo convirtieron en un ser de todas las regiones y de todos los estratos.

Desde la Amazonía, pasando por el nudo de los pastos, recorriendo el Magdalena, escalando la cordillera, cabalgando los llanos y nadando entre el Pacífico y el Caribe, Anselmo se une a cualquier plan. A este lo puedes invitar al carnaval, a la playa, a hacer deporte, a un paseo de río e incluso a que te acompañe por unas polas, sin importar el dónde, Rois siempre te estará acompañando. De una forma u otra este pollo se ha convertido en un protagonista de la cultura colombiana, un símbolo patrio, una gloria inmarcesible que a veces se sumerge en un espiral de antipatía que lo encarece y aísla.                                                                        

Con una camisa bohío hecha por la abuelita y un sombrero playero, este pollo se pavonea por la Hacienda San Rafael saludando a los comensales que vinieron a resaltar una vez más su popularidad. Anselmo es tan relevante en Colombia que veinte restaurantes de diferentes características se reunieron en la hacienda para rendirle homenaje durante tres días. Sin importar que fuera cocina griega, mexicana, gringa, china e incluso italiana, el pollo fue protagonista de variopintos platos caracterizados por la multiculturalidad de sabores, aromas y colores.

Anselmo no solo logró reunir a miles de personas y a sus mascotas, sino que fue capaz de que La 33 y Pipe Peláez se unieran a su parche; y entre vallenatos y mambos miles de cuerpos repletos de pollo acompañaron a Anselmo en su velada de goce.

A pesar de que el pollo vallenatero y los colombianos se están gozando la velada, hay una oración que empieza a resonar entre los oídos de todos los pollolovers. Y es que, como si de la fila de un Olímpica en miércoles de plaza se tratara, la gente empieza a decir “  Esta carísimo el pollo, ¿no?”. Miradas de desprecio se ciernen sobre Anselmo Rois quien se aleja apresuradamente del público para aislarse en su galpón.

Por razones desconocidas Anselmo se convirtió en un miembro incómodo de la high society, su antipatía con las personas que siempre lo han amado es tan grotesca que ni siquiera Pipe Peláez quiere seguir parchando con él. Rois es muy carero y nadie tiene los recursos para poder tenerlo como acompañante, pasó de su camisa bohioplayera a un hoodie OffWhite y de ir a los hostales cartageneros a ir a los Ritz del mar de Mármara. Poco a poco, la gente se empezó a alejar más y más de este pollo, perdiendo este su importancia cultural y gastronómica entre los colombianos. 

Un par de cocineros expresan que el Índice de Pollo Asado, IPA, indicó que desde el mes de enero este producto ha tenido un aumento de poco más del 6% en su precio. Asimismo, entre algunos de los asistentes recuerdan que, según las cifras de la Federación Nacional de Avicultores, FENAVI, un colombiano promedio come esta proteína cuatro días a la semana consumiendo cerca de 37 kilos de la misma al año, duplicando el consumo de carne de res y triplicando el de carne porcina. Esta inesperada subida de precio no solo produce incomodidades entre los asistentes, sino que los colombianos ven afectado su bolsillo y su estómago al no poder consumir esta proteína tan fácilmente.

Puede que la antipática actitud de Rois y su pretencioso encarecimiento tenga una explicación que pocos colombianos hayan analizado. De cierta forma, el infernal calor que azota el país ha permitido que los coespecimenes de Anselmo no puedan desarrollarse natural e infortunadamente fallecen de forma prematura, en palabras de Darwin “solo el más apto sobrevive”. Ante esta situación las granjas avícolas no producen el pollo suficiente generando desabastecimiento y, por lo tanto, encarecimiento.

Anselmo Rois tiene que hacer algo ipso facto para no perder su valor cultural y su cercanía con los colombianos. Rois se embadurna de tamarindo, finas hierbas, cerveza y miel y se lanza hacía una cama de papas y aborrajados para volver a adquirir su característico sabor y que el colombiano quiera parchar con él sin importar el calor y la plata, porque al final lo más importante es el sabor y el amor.

A pesar de la subida de precio, el pollo mantiene sus números de ventas y sigue en el podio de la proteína más consumida. Los vendedores de los múltiples negocios, entre estos los del Chicken Fest, siguen preparando sus recetas con amor mientras miles de individuos se forman en filas para seguir comiendo su pollo, en sus miles de presentaciones y con sus miles de sabores. Anselmo recuperó, una vez más, no solo su valor cultural sino su tan apetecida gloria inmarcesible.