Las salas del teatro Cádiz se abren nuevamente con una propuesta de teatro sensorial dirigida por Fabián Hernández. Gracias al éxito que tuvo la primera temporada de la obra “Asylum: Voces dementes”, la dirección del teatro Cádiz decidió lanzar una segunda temporada que se presentará al público todos los jueves y viernes desde el 22 de octubre hasta el 27 de noviembre.
Para Zinnia Muñoz, subdirectora del teatro Cádiz, lo innovador de esta técnica de teatro, que nace en Colombia en los años 90, es la relación entre el actor y el público, puesto que es una interacción directa de los personajes con el espectador. Se trata de involucrar a los presentes en el mundo de los actores y permitirle transitar por sus escenarios, sin ninguna otra compañía, convirtiéndose en protagonistas de la historia.
“La obra lleva a la exploración de los sentidos, ya que durante el recorrido se estimulan no solo la vista y el oído, sino también esos sentidos que en ocasiones dejamos en un segundo plano como el tacto, el gusto y el olfato. Esto permite una reconexión con uno mismo, haciendo que cada experiencia sea única y que cada persona lo viva de una manera diferente. La califican como una experiencia muy íntima y propia de cada espectador”, destaca Muñoz.
En la obra se pueden ver dos temas principales que son: la locura, que se desarrolla con cada uno de sus personajes y los sueños, que tanto el director como la subdirectora del teatro consideran como “lo principal de nuestras vidas, lo que nos hace humanos”. Esta es una excelente propuesta que llega a todas las personas y es una forma de acercar el público de Bogotá a una nueva experiencia teatral. La primera temporada, que se llevó a cabo en los meses de agosto y septiembre, tuvo gran acogida por parte de los espectadores. Según Muñoz: “El público de Bogotá es bastante receptivo, más aún cuando la mayoría de gente está cansada de ver la misma línea de teatro”. Por su parte el director, Fabián Hernández afirma que quieren retomar esta técnica de teatro y crear más montajes para regalarle más experiencias como ésta a Bogotá y a toda Colombia.
La actriz colombiana Martha Liliana Calderón, quien fue espectadora de la obra asegura: “Es una experiencia maravillosa que toca fibras que están muy guardadas dentro de uno, recuerdos, olores, sonidos, gustos” Cada función cuesta $20.000 pesos, su duración es de aproximadamente 50 minutos, como es una experiencia particular el orden es que cada persona entre cada cuatro minutos, el público recomendado para esta obra es de los 14 años en adelante y para asistir hay que hacer reserva previa.