La historia de Colombia ha estado marcada por el conflicto armado. Se conocen varios relatos acerca de las atrocidades que durante muchos años perpetraron los grupos armados ilegales en el país, pero también, existen testimonios que no se tuvieron en cuenta al escribir la cronología de la Nación. Memorias relevantes que ayudan a darle voz y participación a comunidades. Como lo fue el atentado por parte del comando universitario del Ejército Popular de Liberación (EPL) en febrero de 1989 contra la población de Tenjo; ubicado al norte de la Sábana de Bogotá.
El EPL fue una organización guerrillera insurgente colombiana de extrema izquierda. Fue fundada en el año 1967 por Libardo Mora Toro, Esteban Pedro Vásquez y Pedro León Arboleda en las regiones de Urabá y Bajo Cauca en Antioquia según el Centro de Memoria Histórica, el 95% de sus integrantes se desmovilizaron en 1991.
Ruth Barbosa Sierra trabajo en el Banco de Colombia durante la mayor parte de su vida. Fue funcionaria de la entidad, hecho por el cual obtuvo gran experiencia laboral. Comenzó a trabajar desde que tenía 19 años hasta su momento de jubilación, y por coincidencias de la vida, en el año 1989 fue nombrada por el banco como administradora de la sede de Tenjo, viviendo en carne propia la toma del pueblo. Al construir la historia del conflicto armado interno en Colombia, no existe reconocimiento del robo en trabajos como “¡Basta Ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad”, informe dedicado a generar una reflexión acerca del sufrimiento que todo un país. Adicional a esto, no se encuentra información detallada que le de voz a una comunidad que ha sido olvidada a lo largo de los años.
¿Cómo fue la toma de Tenjo por parte del EPL?
Ella narra, con una taza de café en la mano, que muy temprano del día, aproximadamente entre las 8 o 9 de la mañana, en las cuatro esquinas de la plaza principal se escucharon los truenos de las armas de fuego, parando todas las actividades de los trabajadores de la zona. En esta época, dentro del pueblo, solo existían dos entidades bancarias: el Banco de Colombia y la Caja Agraria.
¿Cuánto dinero se pudieron llevar?
Se robaron $10 millones; (226 millones de pesos según la inflación al año 2020), efectivo que nunca fue encontrado. Por otro lado, al Banco de Colombia, sola alcanzaron a hurtar $360.000, ya que, el día anterior se llevaron la mayor parte del dinero a la sede central.
¿Hubo heridos?
A pesar de que los universitarios del comando de la EPL demostraron su presencia lanzando balas al aire, en el parque no se notificaron ningún afectado. No obstante, dentro de la entidad, se presentó el único herido de toda la población. Durante la balacera, uno de los proyectiles atravesó la puerta principal, revotando la pared, causándole una herida en una pierna.
¿Atraparon a los culpables?
Estos acontecimientos no terminaron en nada positivo, los habitantes, en voz de Ruth, cuentan que uno de los perpetradores, en frente de todos, se cambió de ropa, guardó su arma en una maleta vieja y se montó a un bus intermunicipal, para nunca saber más de él. Los demás criminales, se montaron a un carro particular, y trataron de escapar por el monte, sin embargo, no contaron con que los granjeros y trabajadores de la zona se comunicaban por radio teléfonos, el mismo medio utilizado por la policía en ese entonces, logrando su persecución y posteriormente dándoles de baja a cuatro o seis personas. El dinero jamás fue encontrado.
Ruth, hoy en día, por medio de la reflexión, considera que el ataque al pueblo que es tan tranquilo, lleno de gente trabajadora, no fue justo. Además, dice que lo más triste, fue en el momento en que se enteraron de que los perpetradores fueron estudiantes de la Universidad Nacional, perdiendo su vida sin pena y sin gloria, desperdiciando su energía para los fines incorrectos. Lo único que querían era generar terror, pero sus acciones no dieron fruto y sus ideales murieron con ellos, dejando aflicción a sus familias.
¿Qué siente al saber que este hecho no es reconocido cuando se recopiló la memoria histórica del país?
“Me siento desilusionada”, dice. A pesar de que no hubo muertos, no trajo consecuencias graves además de la reposición del dinero, marcó el pensamiento de una comunidad pequeña y unida. Se quebró la confianza y la tranquilidad de la zona, les generó temor al no saber porque querían de ellos, que no tenían nada grande que ofrecer o quitar. Afirma que la concepción del su lugar de vivienda se rompió y no volvieron a ser los mismos.