La mayoría de las personas que participaron en la campaña que propuso la senadora Viviane Morales, Firme por Papá y Mamá, fueron jóvenes de diferentes edades y grupos sociales. La campaña busca un referendo para que sean la mayoría de colombianos quienes decidan si se puede adoptar menores de edad entre parejas homo-parentales. Sin embargo, las creencias religiosas no fueron las únicas motivaciones de los jóvenes.
El viernes 27 de octubre del 2015, Morales lanzó la campaña que inició como una página de internet en donde, después de descargar un formulario, los ciudadanos llenaban campos requeridos por la Registraría Nacional del Estado Civil como la nombres y cédula. La Registraduría pedía mínimo 1´665.000 firmas válidas que representa el 5% del censo poblacional. El plazo máximo era el 31 de marzo de 2016.
Plaza Capital asistió el 29 de marzo de 2016 día en que se entregaron las firmas por parte de la senadora al registrador nacional, Juan Carlos Galindo. Ese día no solo se entregaron las firmas recogidas si no que las sobrepasaron ya que llevaron 2´135.000 archivados en 130 mil folders. Lo que llamó la atención fue que para la campaña, la ley le permitía a la senadora gastar máximo 3.000 millones, no obstante, el equipo de la propuesta no les costó sino 20 millones; sin un comercial de televisión, sin avisos en la prensa y sólo a través de la página recogieron las firmas. Estas llegaron desde diferentes partes del mundo y del país.
En la investigación realizada por Plaza Capital, se encontró que varios de los que participaron activamente en la propuesta fueron jóvenes. Muchachos como el rosarista y militante del Partido Liberal, Sebastián Torres, y el excandidato al Consejo de Bogotá, Andrés Barrios fueron cruciales en la propuesta. Édgar Aguilar, de 28 años, reunió 1000 firmas entre Medellín y Bogotá y afirma que para él “no es una preocupación de religión o no, sino un ejercicio democrático que es necesario y urgente para el país ya que son los ciudadanos quienes tienen que elegir”.
Asimismo, Stefany Pérez, de 27 años, voluntaria de la iniciativa dijo que la razón principal por la cual apoyó la iniciativa es porque esto llevará a que Colombia de una vez por todas tome medidas respecto al tema. “Es necesario que toda Colombia escoja ya que los diferentes movimientos y organizaciones y figuras políticas del país no han querido manifestarse por precaución a que pierdan fuerza electoral”. Por el contrario, Camilo Montealegre dice estar a favor de la adopción igualitaria pero sabe que es perentorio tomar medidas para que la comunidad LGTBI sepa con qué número de población cuenta y así poder tomar decisiones que los favorezcan.
Sebastián Torres, estudiante de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario, arguye que: “los mecanismos de participación democrática están en desuso en la Constitución, en temas donde se discute un ejercicio especifico y controvertido de un derecho se debe llevar a referendo, el pueblo debe pronunciarse frente al tema. Estamos en una democracia y debemos incentivar más iniciativas como ésta”.
Torres dice los jóvenes fueron quienes estuvieron detrás de este Referendo. Si bien los colombianos enviaron sus firmas y no todos eran jóvenes, la cara visible, que fue la senadora Viviane Morales, menciona que todo el equipo de trabajo estaba conformado por jóvenes comprometidos profundamente con esta iniciativa.
Durante tres semanas seguidas y con poco descanso trabajaron cada uno de los voluntarios para pasar las firmas. En un trabajo conjunto omitieron los formularios que podían ser anulados por no cumplir con los requisitos de la Registraduría, así que desecharon los formularios mal firmados e incompletos.
Una vez sean validadas al menos 1.660.000, para lo cual pueden tomarse 45 días se seguirá con el siguiente paso, promover una ley que convoque al referendo que pasará a revisión constitucional.
Con un uno por ciento del presupuesto que estipula la ley para estas campañas, y ayudada por miles de ciudadanos que hicieron de Firme por Papá y Mamá una causa propia, Viviane Morales ha dado un paso controversial pero necesario para el país con el fin de definir y medir lo que los colombianos piensan sobre la adopción homo-parental.