Hoy 25 de octubre, los colombianos cumplen una cita con la democracia. A nivel nacional se llevarán a cabo las elecciones para elegir a los próximos alcaldes, gobernadores, concejales, miembros de asambleas y juntas de administraciones locales. En total, según el Consejo Nacional Electoral (CNE), los ciudadanos tienen 112.832 opciones para escoger al representante que más se ajuste a sus ideales políticos.
Sin embargo, el panorama no es tan alentador para casi la mitad de los colombianos que inscribieron sus cédulas buscando cumplir su deber. Según lo expuesto por la Registraduría Nacional, organismo encargado de organizar los procesos electorales y los mecanismos de participación ciudadana, 1’533’000 cedulas fueron anuladas por aparente trasteo de votos.
Keisha Gómez es estudiante universitaria, vive en la ciudad de Bogotá y a su celular le llegó un mensaje informándola acerca de su inhabilidad, lo curioso es que el mensaje ni siquiera estaba firmado por la Registraduría. “En lo personal me parece probable que, con los afanes electorales usan inhabilitación de la cédula como estrategia política. No es que crea que en particular me hagan una persecución, pero sí pienso que dentro de esto se están moviendo muchos intereses y que es de mayor conveniencia que voten menos personas”, asegura.
La Registraduría y el Consejo Nacional Electoral (CNE) aseguran que, a través de la resolución 3850, se le permitía a la segunda entidad cruzar la inscripción de la cedula con las bases de datos del Sisbén, Fosyga, Anspe y Censo electoral 2011 para poder estudiar este delito. Estos organismos de control, reconocieron el error que se cometió en algunos casos, por este motivo afirmaron que los colombianos que fueron inhabilitados y no incurrieron en el delito, deben presentar un recurso de reposición. Es decir, estas personas deberán asistir personalmente a la Registraduría (si no puede asistir, debe otorgarle un poder a otra persona) y demostrar que sí vive en el lugar en donde inscribió su cédula, para esto pueden adjuntar pruebas como los recibos de servicio público.
Alejandro Zuluaga reside en la ciudad de Bogotá y su inscripción fue anulada, como a Keisha, le llegó un mensaje de texto. Él asegura que tras intentar comunicarse con la Registraduría y de varios ingresos a la página web, en donde la aparecían registrados dos lugares de votación, le llegó otro mensaje de texto en el que le aseguraban que ya había quedado bien inscrito para votar. “La verdad no entendí muy bien, cometieron el error de anular la inscripción de muchas cédulas porque salían inscritas en otras partes de Bogotá”, afirma Alejandro.
Muchas son las especulaciones que se hacen alrededor del tema de la trashumancia de votos y de las medidas que los entes pertinentes tomaron para evitar que este delito ocurriera en estas elecciones. Para evitar que esto se repita, la Registraduría propuso una reforma política en la que se pretende crear un registro electoral para que las autoridades puedan verificar la residencia de los ciudadanos