El pole dance, el baile de tubo semejante al striptease pero con más elementos gimnásticos y de fuerza, está tratando de formalizarse como deporte. Desde hace algunos años está ganando popularidad en el país y por eso surgió la Federación Colombiana de Pole Sport, institución encargada de fortalecer la práctica de esta actividad. Una de las formas de hacerlo es a través de la organización de un campeonato nacional, como vienen haciendo desde el 2014.
Sebastián Curtidor, o como le conocen sus cercanos, ‘Tas Tas’, es campeón nacional de pole dance a sus 26 años. Trabajó durante meses, entrenando 3 horas diarias 6 días a la semana para poder ponerse a punto para el Campeonato Nacional de Pole Sport. Cuando llegó el momento, bailó sublime y le dieron el primer puesto de su categoría: amateur entre 18 y 39 años. Pero no hubo ni segundo ni tercer puesto, porque Tas Tas compitió solo.
Sí, él ganó una competencia sin que nadie le pusiera resistencia, competía contra sí mismo. Esto pasó porque casi nadie en Colombia que sea hombre entre los 18 y 49 años practica pole dance. De hecho, de las 96 personas que participaron en el Campeonato solo 9 eran hombres. De todas formas, no fue sencillo para Tas Tas ganar su primer puesto, ya que no le bastaba solo con participar, por eso debía entrenar tan duro.
Su entrenamiento empezó en agosto, mientras aún aprendía los secretos del pole dance de su instructor, Sebastián Castillo. Tenía que aprender a hacer botes, agarres y saltos, pero el tiempo era su enemigo, pues faltaba mucho que aprender antes de siquiera empezar a planear la presentación para el Campeonato. Sebastián fue duro con Tas Tas, quería desarrollar en su estudiante un estilo fuerte y dominante.
-La idea es que se vuelva rudo y entrene duro para que le vaya bien en su presentación. Él es todavía muy delicado, necesita ser más rudo.-dice el instructor.
Lo que dice Sebastián Castillo refleja una de las razones por las que los hombres practican tan poco el pole dance. Muchos tienen miedo de que los vean como delicados o los asocien como homosexuales. Es tanto el tabú que Sebastián y uno de sus colegas, Ángel Castillo, se identifican como “de los pocos pole dancers profesionales heterosexuales que existen”.
Sin que eso le importara mucho, Tas Tas continuó con su entrenamiento y empezó a armar su rutina.
-Quería algo dramático, quería usar la muerte de mi madre, hace 4 años, como materia prima para hacerla-explica el campeón.
Durante esos meses previos al Campeonato Tas Tas también se dedicó a crear su vestuario, aprovechando sus habilidades en el diseño de modas, actividad a la que se dedica. Para seguir por la línea de su tema dramático, quiso confeccionar un bóxer (prenda con la que los hombres practican pole dance para tener mejor agarre) con tema de arcángeles y un maquillaje que lo complementara. La música de la rutina, que debía ser instrumental, hizo juego con su vestuario.
Había llegado el día, noviembre 2. El día de las finales. La presentación de Tas Tas era en la tarde, por lo que la espera fue inaguantable. Cuando llamaron su nombre en el altavoz para que se preparara, sintió escalofríos. Ya maquillado y vestido, esperó detrás del escenario hasta que fue su turno. Dos mujeres entraron al escenario y limpiaron los dos tubos del sudor y grasa que el anterior competidor había dejado. Luego, le tocaba a él.
Fueron 4 minutos de rutina. Todo el mundo aplaudió sus saltos, agarres y poses. Los jueces no tardaron en decir su veredicto. Tas Tas era el ganador de su categoría, en la que ningún otro participó. Puede que para el siguiente campeonato hayan más hombres participando para quitarle el título a Tas Tas, pero hasta que llegue ese día, seguramente él estará listo.
