La librería que fomenta el pensamiento crítico

Martes, 21 Noviembre 2017 10:19
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Arte y Letra es de las muy pocas librerías en Bogotá que importa libros a Colombia de acuerdo al camino literario del lector y no según lo que más se venda. 

Arte y Letra. Fotos: Gerardo Sojo||||||| Arte y Letra. Fotos: Gerardo Sojo||||||| Fotos: Gerardo Sojo|||||||
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Adriana Laganis es la librera de Arte y Letra, una librería ubicaba en la zona G de Bogotá. Exactamente en la Carrera 7ª N. 70-18. Habla muy despacio, con un eco intelectual y acaramelado. Porta unas gafas grandes, como las de George Perec y no se peina con rigurosidad. Es altiva, siempre está atareada y está presta a aconsejar y buscar todo lo que tenga sobre un tema determinado.

Un ventilador de techo reposa en el centro de la librería, tal vez, para refrescar las confusiones que tiene el lector al enfrentarse a tantos libros. Las paredes recorren sin pretensiones los iconos artísticos de varios siglos, el espectro es amplio, desde Mondrian hasta los Beatles. Hay centenares de libros, en estanterías que se erigen del piso al techo, en pilas en las mesas y en pequeñas vitrinas.

Las librerías del común, por ejemplo La Nacional o La Lerner, caminan a la velocidad de las promociones de las editoriales. Los ejemplares cambian constantemente por el mismo flujo de ventas. Aquí arriban principalmente los libros comerciales, de interés excesivamente general o sensaciones de momento. Los “Best-Sellers” se venden, y representan el Divino Niño que mantiene a las librerías. Así mismo, los libros pedidos por las universidades engrandecen las ventas. Pareciese que la finalidad es vender y no fomentar lectura, es por ello, que la atención es bastante deficiente y superflua.

Arte y Letra, en cambio, es de las pocas librerías independientes que vende libros nuevos mas no populares. Laganis importa libros de editoriales muy raras que solo se pueden adquirir en dicho lugar. Para ella la buena edición es fundamental. No concibe vender libros de editoriales pérfidas, es decir aquellas que publican autores que exclusivamente traen buenos ingresos y no se preocupan por la calidad literaria de los mismos.

Además, no vende un solo “Best-Seller”, prefiere especializarse en las diversas áreas de las ciencias humanas. En filosofía, sociología y política la librería lleva la batuta en la capital. Para los lectófilos resulta maravilloso poder encontrar en un único lugar, un libro que reúne las clases de literatura de Vladimir Nabokov o tópicos como la filosofía presocrática.

No se trata de pretensión hacia el conocimiento, todo lo contrario, Laganis aconseja al cliente con la finalidad de hacerlo deambular por un camino literario progresivo, no para que vaya en detrimento o se estanque en él mismo. Laganis maneja la librería para que sea un ejemplo de progreso en las letras. En otras palabras, para que se pueda empezar a leer Alicia en el país de las maravillas, pasar a Las Aventuras de Tom Sawyer y terminar con los riesgos de Madame Bovary, escalas de un camino literario recorrido con obras geniales, es por ello que Arte y Letra no incluye a los “Best-Seller”.

Sin embargo, tampoco se trata de superioridad intelectual ya que el segundo piso es una librería preciosa para los niños e infantes.

Otro de los beneficios propios de Arte y Letra es que hacen todo lo posible para traerle al lector el libro que él encargue.

Arte y Letra encara la tarea literaria con gallardía y entereza. Sabe que es menester leer a los clásicos, para formar lectores más críticos y per se halla mejor literatura. En resumen, el trabajo del librero va más allá de conseguir libros con proezas de astucia y destino, también, debe hacerle frente a la misión de fomentar el pensamiento crítico por medio de los libros que vende. Se trata de reivindicar la misión de las letras y actuar acorde de la responsabilidad que implica venderlas.

(Ver primera parte del especial de los libreros: El eslabón clave de las letras