El viernes 20 de abril, en un espacio matutino de la Feria Internacional del Libro en Bogotá, el ilustrador argentino Pablo Bernisconi comentó que usa la metáfora en sus ilustraciones como una forma de acercarse con las personas y hacer entender “rápidamente” qué es lo que quiere expresar.

Usó una ilustración de Julio Cortázar, de su autoría, para, valga la redundancia, ilustrar más su idea sobre la metáfora. El jazz, los gatos, París, Buenos Aires, cafés y más elementos son lo que adornan el rostro de Cortázar en el retrato de Bernisconi. Estas son las cosas que más le recuerdan al escritor y los motivos por el cuales él quiere que se lo imaginen cuando vean aquella imagen, como si la imagen funcionara como una metáfora para definirlo.

Así mismo, el ilustrador comentó que para él la imaginación es un “acto” y no una “cosa”. “Que una persona tenga imaginación no significa que la vaya a tener para siempre”, afirmó Bernasconi, refiriéndose a la idea, según él equivocada, de que hay personas que consideran a la imaginación como algo físico. Sin embargo, él reconoce que el acto de plasmar las ideas sí va por esa línea y debe pensarse diferente. “La relación del lápiz con el papel es una forma de hacer algo que era intangible, solido”, aseguró el artista gaucho.

Para terminar su intervención, el ilustrador argentino comentó que “la práctica es un lugar de riesgo”, para referirse al hecho de que en la vida y en el oficio de la ilustración “está bien que todo salga mal, porque es una forma de reconocer atributos que no conocemos (…) el infinito es el ojo de un artista justo antes de empezar a dibujar”.