“Bogotá es un espiral de caos”: Diego Molano y su apuesta por la Alcaldía

Viernes, 26 Mayo 2023 12:34
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Plaza Capital habló con el exministro de Defensa y hoy precandidato a la Alcaldía Distrital. Esto dijo sobre su proyecto político y su trayectoria en la vida pública nacional. 

Diego Molano tiene 52 años. Estudió un posgrado en la Universidad de Columbia en Nueva York.||| Diego Molano tiene 52 años. Estudió un posgrado en la Universidad de Columbia en Nueva York.||| Cortersía|||
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Diego Molano Aponte (Bogotá, 1970) es administrador de empresas de la Universidad del Rosario. Se ha desempeñado como cabeza de la Fundación Bavaria, director del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), concejal de Bogotá entre otros cargos que lo catapultaron en la vida pública, sobre todo durante el Gobierno de Iván Duque. En esa administración fue director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (DAPRE), y luego dio el salto al Ministerio de Defensa.

Actualmente, Molano adelanta el proceso de recolección de firmas para aspirar de forma independiente a la Alcaldía de Bogotá. En entrevista con Plaza Capital, habló sobre sus propuestas y lo que lo llevó a lanzarse a este cargo en una ciudad que, según dice, es "un espiral de caos". 

¿Por qué lanzarse como independiente y no con la bandera del Centro Democrático por segunda vez?

Reconstruir Bogotá es fundamental porque la ciudad está hecha un caos. El enfoque de esta precandidatura es ir más allá de los partidos políticos, es por eso que es importante ir con el apoyo de los ciudadanos y, eventualmente, realizar consensos con otros partidos para enfrentar la amenaza que representa tener a la izquierda radical en la Alcaldía de Bogotá.  

Nuestra campaña, Reconstruyamos Bogotá, lleva el 50% de la meta que nos propusimos, lo que significa que hemos tenido una gran acogida, hemos escuchado a la población y sus necesidades mediante los recorridos por diversas localidades. 

A su juicio, ¿cuál es el principal problema que tiene Bogotá y cómo lo solucionaría?

La ciudad es un espiral de caos y todos sus problemas se han politizado, es necesario reconstruir la confianza y expectativas sobre el futuro de la capital en la ciudadanía. El mayor problema de Bogotá es la seguridad, las personas viven con miedo por los robos, la formación de bandas criminales, la violencia de género, los homicidios y eso es inconcebible.  

¿Cómo cree que su experiencia como Ministro de Defensa puede influenciar sus propuestas para la ciudad?

El cambio de la dirección del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República al Ministerio de Defensa fue notorio, pero desde mi gestión en el plan de erradicación de cultivos y la ley de reparación de víctimas aprendí mucho de seguridad, y le manifesté mi preocupación al presidente Duque sobre este tema en este contexto, por lo que realizamos consejos de seguridad en zonas vulnerables, y luego de eso, él expresó que podría ser un buen Ministro de Defensa. 

Al estudiar en la Universidad del Rosario durante mi participación en la cátedra de Bogotá, tenía el objetivo de ser alcalde y comencé a prepararme. Creo que mi vida profesional en general, mi trayectoria en el DAPRE, en el Instituto de Bienestar Familiar, en la Dirección de la Fundación Bavaria, en el Concejo de Bogotá, y no sólo el Ministerio de Defensa, han contribuido en mi formación para asumir este cargo.  Conozco los problemas sociales, las necesidades de la niñez, la forma en la que se administran los recursos. También, tengo una gran trayectoria en cuanto al trabajo conjunto con la fuerza pública y la creación de la ley de seguridad ciudadana que creemos es la respuesta para la problemática de inseguridad de la ciudad. 

¿Cuál cree que fue su mayor acierto como director del DAPRE y qué cree que pudo haber hecho mejor?

La dirección del DAPRE fue todo un reto porque al estar allí enfrentamos el COVID-19 y nunca había tenido la oportunidad de discutir la orientación de políticas públicas de forma tan activa para tomar decisiones sobre salud, economía, emergencias, entre muchos otros ámbitos. La conclusión más importante de todo eso, fue coordinar el equipo de la Presidencia para dar respuesta a la emergencia sanitaria, ayudando a la población mediante iniciativas como el ingreso solidario, que ha sido tan importante para míNos faltó ahondar mucho más en las conversaciones de nación encausadas en el marco de la protesta y el Paro Nacional, todo por la pandemia, que atrasó ese proceso de gran valor para la inclusión de los jóvenes en la vida política nacional. 

Usted se ha mostrado crítico del Gobierno Petro. ¿Cómo manejaría su relación con el presidente si llega a la Alcaldía de Bogotá?

El gobierno Petro ha tomado decisiones que considero perjudiciales para el país, especialmente con la Paz Total, la reforma en la salud y la Ley de sometimiento a la Justicia donde se liberan presos que afectan la seguridad de la ciudadanía. Como alcalde seré vocero y representante, también es importante tener en cuenta que la Constitución Nacional es clara en cuanto el establecimiento de la coordinación armónica de poderes entre el ejecutivo nacional y Bogotá, pero exigiendo resultados y respeto por las obras, e incluso, los recursos del Distrito, teniendo como ejemplo la construcción de la primera línea del metro. Por otro lado, también abanderaría otros programas interesantes de este Gobierno, como la economía popular del Plan de Desarrollo. Yo seré el primero en implementarlo en Bogotá porque se relaciona con poblaciones que desempeñan trabajos informales y hacen parte importante de la economía. 

Si tuviera que apoyar a alguno de los precandidatos a la Alcaldía de Bogotá diferente a usted mismo, ¿cuál sería y por qué?

Lucía Bastidas, porque creo que es una mujer de carácter, con visión, además de ser una concejal eficiente, es crítica y con sentido de administración. Además, compartimos una idea de ciudad muy similar, por esa razón sería ella. Creo que la primera vuelta será un ejercicio político interesante, tengo la expectativa de que creemos una coalición muy fuerte para garantizar que algunos políticos de izquierda radical que han llenado de odio a los bogotanos no lleguen al poder, logrando así sentido de patria para reconstruir Bogotá.