Así es la experiencia de una persona no contagiada en un hospital en Bogotá en tiempos de COVID

Jueves, 12 Noviembre 2020 10:26
Escrito por Daniela Alejandra

A pesar de que el coronavirus ha captado la atención de todos, en los establecimientos de salud se siguen presentando otro tipo de enfermedades y urgencias. Una ciudadana colombiana resuelve algunas preguntas acerca de sus experiencias en algunos hospitales. Los casos que se registran a causa de la pandemia siguen en aumento, para el 12 de noviembre, ya se supera el millón de contagiados en Colombia. 

Los hospitales de Bogotá implementan estrategias para evitar la propagación de COVID-19 dentro de sus instalaciones.||| Los hospitales de Bogotá implementan estrategias para evitar la propagación de COVID-19 dentro de sus instalaciones.||| Secretaria Distrital de Salud de Bogotá|||
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Bogotá es la ciudad con mayor número de casos en el país con 340 mil, por tanto, los centros médicos han tenido que responder de forma efectiva e instantánea para evitar la propagación y atender todas las emergencias que se presentan. Con la emergencia sanitaria decretada por el Gobierno que fue extendida hasta el 30 de noviembre el pasado 24 de agosto y la alta ocupación de unidades de cuidados intensivos por la propagación del COVID (48.2% en Bogotá para el 11 de noviembre según SALUDATA), los hospitales, clínicas y fundaciones han prestado sus servicios a personas con otras enfermedades que requieren de múltiples procedimientos bajo diferentes protocolos para mantenerlas a salvo y evitar que se contagien del coronavirus.

Yenny Morera vive en Bogotá y, por razones ajenas a la pandemia, se ha visto en la necesidad de ir en diferentes oportunidades a algunos hospitales de la capital del país para recibir atención de manera urgente y visitar a familiares hospitalizados. Morera narra su experiencia durante las visitas y estadías a los centros hospitalarios, así como las medidas de bioseguridad que pudo percibir en los centros de salud, algunos cambios en los procedimientos, aquellas primeras sensaciones y las enseñanzas que esto le ha dejado.

 

¿Cuántas veces ha estado en un hospital en época de pandemia?

¡Muchísimas!, especialmente en tres circunstancias me ha tocado estar enteramente en un hospital a causa de emergencias familiares. Antes era bastante superficial porque se trataba de recoger medicamentos entonces era algo bastante rápido.

 

¿Cómo fue esa experiencia a nivel personal?

Uno va muy preocupado por la situación, muy pensativo y precavido entonces se está muy pendiente de no tocar nada. La primera vez que fui a un hospital fue el 25 de marzo, apenas inició la cuarentena, para la realización de un examen. Recuerdo que en esa ocasión iba con mi hijo llevábamos tapabocas, guantes y demás, con todas las precauciones. Hasta la última vez que fui a un hospital seguía teniendo los mismos protocolos y elementos de bioseguridad a pesar de que ya sabía cómo eran los procedimientos.

 

Se ha mencionado que los hospitales siguen teniendo bastantes medidas de bioseguridad para asegurar el bienestar de quienes deben acudir a estos lugares, ¿usted ha logrado percibir eso?

Sí, la segunda vez que fui fue al Hospital Militar por una urgencia tenían separado todo. Las emergencias que contenían deficiencias respiratorias, incluyendo COVID, estaban a un lado y las demás en otro. Por lo que yo en ningún momento estuve en contacto con gente que tuviera síntomas. Además, en el ascensor estaban marcados los pisos a los que no se podía parar porque estaban designados para la gente que estuviera contagiada.

 

¿Qué otro tipo de precauciones fueron evidentes?

Por ejemplo, a pesar de que la persona a quien acompañaba no tenía síntomas, decidieron hacerle una placa de tórax porque el lugar en donde residimos estaba en alerta amarilla. Decían que era mejor descartar. En lo que respecta a los médicos, una conocida está haciendo las prácticas en el Hospital de la Policía y, aunque no está asignada en la zona COVID, le realizan a ella y a sus compañeros la prueba cada 15 días. En caso de que alguno de ellos salga positivo, todos se van a cuarentena.

Igual, en todas partes hay gel antibacterial, el personal tiene todos los elementos de bioseguridad como caretas, tapabocas y trajes. Hay control de temperatura, todo el tiempo te están recordando que laves tus manos y que no te retires el tapabocas.

 

¿Ha notado algún cambio en los procedimientos o estadías en los hospitales?

Las visitas también han sido restringidas. La tercera vez, tuve que acompañar a otro familiar al Hospital San Ignacio y allá permitían el acompañamiento al hospitalizado, sin embargo, únicamente podía estar una persona. En el Hospital Militar, a mí me lo permitieron pero porque iba acompañando a un menor de edad.

En lo referente a alimentos, en el Hospital Militar, antes daban cubiertos de metal, pero ahora los dan de plástico, la comida viene cubierta con papel vinipel y una tapa. Supongo que para evitar la exposición de estos. En la cafetería, se presenta lo mismo que en otros establecimientos: distanciamiento entre las mesas y sillas. Otra cosa que pude percibir como nueva es que cuando van a realizar un procedimiento, muestran todos los instrumentos que se van a usar sellados, en especial cuando se requiere de entubación.

 

 ¿Qué conclusión puede sacar usted de estas experiencias?

Pienso que es más el susto de saber que uno va a una clínica que cualquier otra cosa. Es prácticamente como estar en un centro comercial, los cuidados son casi lo mismo: temperatura y gel. Los médicos y enfermeras son bastante meticulosos en los procedimientos así que, para mí, es más responsabilidad social: no tocar nada, no pasar a los sitios donde está la gente contagiada de COVID-19, no exponerse, cumplir con los protocolos, mantener el distanciamiento social y contar con los elementos de bioseguridad.