“Necesitamos comer mucho mejor porque nos estamos enfermando como sociedad”: Ana Blanco

Lunes, 14 Abril 2025 08:49
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Plaza Capital habló con la dueña de Libre de Culpa, un emprendimiento que busca dejar de hacer la pastelería un gusto culposo, sobre la importancia de los hábitos alimenticios saludables.

Ana Blanco en Libre de Culpa||| Ana Blanco en Libre de Culpa||| María Alejandra Villamil|||
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 Los postres hacen parte de esa experiencia en la que podemos sentirnos culpables por comer de más. Así es como llegan alternativas de pastelería saludable, como Libre de Culpa, que nos hacen disfrutar del dulce sin remordimientos, que se centran lo que es mejor para el cuerpo, por lo que abrieron un punto de venta en la Fundación Santa Fe.

Al adentrarse en uno de los dos puntos con los que ya cuenta su pastelería saludable, ubicado en Quinta Camacho (Bogotá), es posible notar que cada espacio lleva una parte de ella. La calidez es palpable, gracias a los olores dulces que emanan de la cocina e invitan a quedarse. Libre de Culpa (LDC) es la esencia de Ana María Blanco Lopera.

Esta bogotana estudió ingeniería industrial en la Pontificia Universidad Javeriana, proviene de una familia emprendedora, todo esto gracias a su madre, Alicia Lopera, quién fundó una tienda de ropa con la que pagó las carreras universitarias de sus cuatro hijos. Ana recuerda que ella les impulsaba a trabajar para conseguir dinero y solventar sus propios gastos. “Creo que por eso todos somos tan independientes”, afirma mientras mueve sus manos con suavidad, para luego acomodar su cabello rubio con raíces castañas detrás de su oreja.

El esposo de su madre, José Sandoval, fue su figura paterna y primer referente de alimentación saludable: “A veces decía, voy a hacerte un chocolate caliente y el chocolate era amarillo porque llevaba cúrcuma. Me parecía horroroso. Ahora mi mamá, mi hermana y yo somos igualitas”, dice mientras toma un sorbo de café americano sin azúcar y ríe.

Su mejor amiga, Marcela Mejía, define a Ana como una soñadora: “Ella es una mujer que todo el tiempo está manifestando, porque en su cabeza lo ve posible, y eso se traslada a la vida real”, cuenta al explicar que es así como ha logrado metas a lo largo de su vida.

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Ana define la pastelería como una especie de alquimia que mezcla muchas ciencias como el arte, la perfección, la matemática y la química. Para ella, la alteración de cada factor, por más mínima que sea, afecta el producto final.

Libre de Culpa - Sede Quinta Camacho. Tomado de: Archivo Libre de Culpa

Por eso, ella concibe la repostería como un proceso de constante experimentación y adaptación. No se limita a replicar recetas, sino que busca crear sus propias versiones, utilizando ingredientes nuevos y técnicas innovadoras para lograr resultados únicos.

Así es como Libre de Culpa nace hace cuatro años, luego de varios experimentos, con el fin de ofrecer al público una alternativa de postres saludables, sin azúcar, sin gluten y aptos para personas veganas.

Sus colaboradores la describen como una “líder ejemplar” por su capacidad de inspirar, motivar, comprender y conectar con su equipo.Su estilo de liderazgo se caracteriza por la empatía, la inclusión y la creación de un ambiente de trabajo positivo y colaborativo donde todos se sienten valorados y parte del éxito de Libre de Culpa. “Cuando sale una edición especial, nos reunimos en la cocina y todo el mundo prueba, todo el mundo opina. Tratamos de oír la voz de todos”, menciona su mejor amiga, quién también trabaja con ella.

Ana es una mujer muy sensible. Tal vez por eso se siente identificada con el agua, que para ella es un agente purificador y un símbolo de renovación. Sus ideas fluyen al igual que el mar y, por tanto, su intuición es un factor elemental a la hora de tomar decisiones.

Ella se define con la palabra “creación”. Quienes la conocen saben que su mente va a mil por hora, su imaginación crea todo el tiempo, por lo que se involucra en todos los procesos creativos de su pastelería. Su amor por la repostería saludable se fusiona con su pasión por la naturaleza, por eso decora la mayoría de postres con flores comestibles.  Además de colaborar con fundaciones para realizar actividades que incluyan animales y comida saludable.

Un día de Ana nunca es igual al anterior, busca inspiración para la creación de nuevos postres en sus viajes o experiencias gastronómicas, confiesa que “invierte mucho dinero en comida”. Además, siempre busca mejorar las recetas y sabores tradicionales, elevándolos a preparaciones más elaboradas, con el toque de LDC.

“Estamos libres de culpa por cómo nos tratamos, porque tenemos valores fuertes, evidentes en cómo actuamos. Esto existe gracias al equipo que todos los días entrega su vida a este sueño”, dice Ana. Para ella, LDC no es sólo una pastelería, sino una forma de vida, que no se ve reflejada únicamente en la alimentación saludable, sino que se trata de una filosofía en la forma en la que se relaciona con otras personas y con el medioambiente. Por eso, Ana y Libre de Culpa son una sola.

Ana Blanco en la cocina de Libre de Culpa. Archivo: Ana Blanco

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¿Qué fue lo que te motivó a crear Libre de Culpa?

A mis 18 años, mientras trabajaba y estudiaba no me alimentaba nada bien. Sentía que el vehículo que transportaba mi alma, o sea, mi cuerpo, no era capaz de soportar mi energía. Entonces empecé a leer sobre macronutrientes, y cómo aprender a cocinar con los mejores ingredientes. Ahora creo fielmente en que la alimentación saludable transforma todo. El estómago es nuestro segundo cerebro.

¿Cómo inició?

En ese momento, mi esposo estaba cambiando la carta de su restaurante y añadió postres saludables, para eso contratamos a una empresa, pero de un momento a otro dejaron de aparecer. Yo me sentí mal por recomendar a esas personas, y me ofrecí a preparar los postres que añadió a su carta, fueron un éxito. Así empezó el proyecto que dio vida a Libre de Culpa.

¿Qué has aprendido de ti misma al emprender?

Libre de Culpa me ha hecho sentir que soy capaz de todo, de crear todo. Me hizo darme cuenta de que no es necesario estudiar y ser profesional. Sino que simplemente se trata de dejarse guiar por el corazón, así, se es capaz de lograr cualquier cosa. A veces siento que es como si me hubieran dicho desde el cielo: "Te tengo una misión, vamos a crear esto porque el mundo lo necesita”. Necesitamos comer mucho mejor porque nos estamos enfermando como sociedad.

¿Cuál es el papel de la comida en tu vida?

Mi forma de dar amor es a través de la comida y a través de los postres. Algo que me gusta mucho es comer, salir a restaurantes, probar sabores nuevos. Me mantengo muy a la vanguardia al explorar sabores nuevos o incluso sabores tradicionales. Entonces, poder mezclar esas ideas nuevas junto con lo que me gusta es la base de mi pilar de creación. La comida son historias que dan momentos para estar juntos. Vivo mucho a través de la comida.

¿Prefieres la vainilla o el chocolate?

Después del almuerzo, para mí un chocolate es necesario. Todas las mañanas tomo chocolate de proteína con leche de almendras. Entonces incluyo mucho el chocolate porque el sabor dulce me gusta. Pero, por ejemplo, hay creaciones en las que la vainilla es mejor, puede resaltar los sabores de otros ingredientes.

¿Hay algún sabor que no te guste?

El mole no me gusta mucho. Pero, por ejemplo, la experiencia gastronómica más fuerte que he tenido fue con mole una vez, probando un maridaje de mole madre y mezcal ahumado en México. Y te lo juro que nunca había sentido eso en la cabeza. O sea, sentí como éxtasis.

 ¿Cómo potencializan los sabores tradicionales?

Nosotros hacemos las cosas de una forma distinta, se trata de llevar las cosas que ya existen a otro nivel. Sí, efectivamente no nos inventamos la galleta, pero si nos inventamos una nueva metodología para hacerlo. Elevamos lo tradicional en cuanto a lo saludable, en cuanto a lo visual, en cuanto a texturas y sabores.

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¿Por qué incorporar las flores como decoración en los postres?

Empecé a leer un montón de decoración y eso es un mundo super amplio porque la pastelería es un arte. En esa época un amigo que trabajaba con flores comestibles. Él me influenció para empezar a decorar mis postres con flores.  Eso se convirtió en el tótem de la marca, en lo más especial. Todo fue configurando el producto.

Cheescake de Frutos Rojos. Tomado de: Archivo Libre de culpa

¿Qué planes tienes para LDC?

Nuestros 60 mil jefes (refiriéndose a la comunidad que les sigue en redes sociales) nos piden muchas cosas. Quieren que abramos puntos en varias zonas, incluso franquicias en otros países. Vamos paso a paso, pues estamos consolidando todo para poder crecer. Ahora estamos abriendo un tercer punto de venta en la clínica Santa Fe. Para mí es super importante estar en ese lugar, porque es allí donde las personas necesitan salud. La verdad que el proyecto nos tiene super emocionados.

¿De qué manera conectas a LDC con tu amor por los animales?

Mis perritos son adoptados de una fundación que se llama Second Chances. Desde pequeña quise tener una fundación y por eso decidí apoyarlos desde LDC. Admiro mucho el trabajo desde estas iniciativas, pero a mí me daría muy duro. Entonces, en Libre de Culpa hemos vendido calendarios, planeadores y hemos hecho eventos. Ahora estamos planeando una actividad de pintar de pintar a tu perrito en una tasa para recaudar fondos para la fundación. 

¿Quiénes fueron tus referentes para adoptar un estilo de vida saludable?

En esa época estaba como de moda Sasha Fitness y un montón de influenciadoras, que estaban enseñando temas relacionados con nutrición. Empecé a seguirlas, a informarme y a experimentar con recetas.

¿Qué significa Libre de Culpa para ti?

Para mí, Libre de Culpa no solamente es el nombre de una pastelería, sino también es una forma de actuar. Estamos libres de culpa con el medioambiente porque no usamos icopor. Todo Libre de Culpa existe gracias al equipo y a personas que entregan su vida a este sueño. Yo nunca hubiera podido haber hecho esto sola, por eso creo en la ley de la abundancia.

Para ti ¿Qué significa la ley de abundancia?

Creo que si tienes la oportunidad de ayudar a alguien o alguna causa que te conecte, debes hacerlo. Se trata de que te lleguen buenas cosas por actuar bien.

¿Qué otras cosas haces para mantener un estilo de vida saludable?

Practico el entrenamiento funcional con música y hago yoga. Me encanta. Disfruto mucho conectar con la naturaleza y los animales. Eso es lo que me recarga. También, me gusta mucho montar a caballo es un hobby que te conecta con animales y naturaleza y gente también. Es demasiado terapéutico.

¿Qué consejo les darías a las personas que quieren emprender?

Para emprender son necesarias tres cosas:

  1. Buscar estabilidad económica mientras el negocio prospera. Esto a través de ahorros previos o el apoyo de la familia.
  2. Tener un muy buen contador, tener la casa organizada en finanzas y números es importantísimo para tomar buenas decisiones.
  3. Tener un grupo de apoyo económico y emocional, ellos te recordarán lo que eres cuando dudas sobre lo que haces.

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