Casa B, un sueño en Belén

Jueves, 02 Mayo 2013 02:35
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En el barrio Belén se trabaja con niños para fortalecer el orgullo del barrio y utilizar el arte y la cultura como medio de expresión.

Construcción de la Cinehuerta||| Construcción de la Cinehuerta||| |||
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Casa B es un proyecto que se realiza en el barrio Belén, ubicado en el centro de Bogotá, en la carrera 2 #6d-30. Darío Sendoya Zuluaga, antropólogo del desarrollo y sociólogo, es el fundador de este sueño que se denomina como “un espacio de creación cultural y social”, en el que, por medio de talleres dirigidos a un grupo de niños, empezaron a crear una base cultural en el barrio, recalcando la importancia del arte como medio de expresión. Esto busca fortalecer el orgullo de barrio entre los habitantes para que, en un futuro, se pueda crear una empresa por medio de la cooperativa de barrio.

Esta base cultural se empezó a crear a través de proyectos como el que realizan actualmente, una Cinehuerta. En un terreno a lado de Casa B empezaron a montar una cubierta de guadua en el que presentarán cine en un plan comunitario, y en el que, alrededor, se harán huertas orgánicas. De otra parte, a través de estrategias publicitarias, se han generado procesos participativos y de fortalecimiento que han llevado a consolidar el orgullo del barrio. “Son algunas dinámicas sociales a las que nosotros les estamos apostando diciéndoles a la gente del barrio “no vendan sus casas porque este barrio lo vamos a renovar todos juntos”. Entonces, es como una apuesta también muy fuerte anti-gentrificadora”, dice Darío.

Los niños fueron los que empezaron a llegar a Casa B a preguntar y a ver qué pasaba, y es por esto que los gestores de este proyecto deciden centrar su trabajo en ellos. Esto motivó a que amigos de Darío, Chuco, ingenieroindustrial y administrador de empresas y Stefanie, literata de formación, traductora independiente y docente de idiomas de profesión, cofundadores de Casa B, les realicen talleres a estos niños. Entre estos se encuentra la escuela de cine, de arte de grabado y musical. Esto les ha permitido generar intercambios internacionales, como el que tienen con el barrio Neukölln de Berlín, Alemania. Con este propósito, se consolidó un grupo de diez niños entre los 9 y los 14 años. “Y estamos formando para que este grupo de niños, que se auto-denominaron Los Beleños, sean los gestores del proyecto dentro de cinco años”, menciona Darío.

Felipe, uno de los niños que asiste a los talleres desde hace más de año y medio, recuerda el llego a Casa B por una invitación que estaban haciendo en las casas del barrio pasando por cada puerta. A la mamá de Felipe le gusta que su hijo asista a los talleres y por eso mismo les hace el almuerzo a los trabajadores de la casa. “Me gusta venir y hacer algo, porque todo el día encerrado en la casa, aburrido. Vengo todos los días a las 3, después de salir del colegio a las 11:30”, dice Felipe.

“Yo de causalidad llegue a Belén y me enamoré del barrio y dije “aquí es que es la vuelta”. Este es un barrio… si ustedes pasean por acá van a ver que es barrio, barrio. Parece hasta un pueblito”, relata Darío. Él ha gestionado proyectos y procesos interculturales en Colombia, Bélgica e Italia. Antes de llegar a Belén vivía en Bélgica, en donde hizo sus estudios en la Universidad de Lovaina. Ahora está en Colombia con la idea de abrir una cervecería artesanal en el país, como un proyecto empresarial social y alternativo a través de la creación de una la cooperativa del barrio en Belén.

El proyecto se mantiene económicamente por la inversión de sus fundadores. Cada uno tiene sus trabajos por fuera, aunque Darío sí se dedica cien por ciento. En ocasiones también han organizado eventos para recaudar fondos, ya que la sostenibilidad de la casa es una de las mayores dificultades a las que se han enfrentado.

Lo mejor para Darío durante este año y medio es darse cuenta que la experiencia es importante, pues cuenta que ya son más maduros en lo que hacen. “Es un proyecto a muy largo plazo, es un proyecto de vida, de hecho. Esto va para largo, y para que sea así, tiene que ser con la gente que está trabajando alrededor de uno, y es el barrio”, menciona.