Entre sus senderos, los mismos que alguna vez recorrieron los muiscas, la naturaleza permanece casi intacta, como si el tiempo se detuviera. Es imposible no sentir el deseo de capturarla en una imagen. A través de la fotografía, muchos habitantes han encontrado un espacio de expresión, un camino para explorar su curiosidad y construir su identidad.
En Guasca, Cundinamarca se esconde una profunda pasión por la fotografía de la naturaleza.











