“Fui a aprender en sí de las culturas y de la perspectiva de conflictos que se viven”: David González

Viernes, 07 Octubre 2016 08:55
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Plaza Capital habló con el periodista David González, quien tuvo la oportunidad de recorrer varias zonas afectadas por la guerra en Medio Oriente.

David González Periodista|||| David González Periodista|||| Foto: cortesía David González||||
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Tras la coalición liderada por Estados Unidos para contrarrestar la amenaza del Estado Islámico en Medio Oriente, se han desarrollado varios bombardeos que han dejado centenares de muertos y asimismo una gran cantidad de víctimas que emigran a Europa buscando una nueva oportunidad.

El periodista, politólogo y académico colombiano David González tuvo la oportunidad de recorrer varias zonas que se han visto afectadas por esta guerra junto con periodistas y fotógrafos de otros países. Explicó para Plaza Capital cuál fue su experiencia y asimismo cómo es la realidad que están viviendo los civiles y refugiados.

Plaza Capital: ¿Qué lo motivo a viajar a Medio Oriente?

David González: Quería cambiar de aires y estudiar conflictos distintos al que ya he venido trabajando desde hace tantos años como el colombiano. De esta manera me pareció interesante ir a conocer lo que está pasando en Siria, Líbano, Irak y Turquía, así como conocer la cultura del islam y de los países árabes.  Viajé con ese primer objetivo sin saber mucho a lo que me iba a enfrentar, pero al llegar evidencié lo distintas que son nuestras sociedades. Sin embargo, en cuanto al conflicto y a lo humano hay un mínimo común, no importa qué tan distinta sea nuestras sociedades, la guerra es la guerra y saca lo peor de uno.

Plaza Capital: ¿Cuándo llegó allá si esperaba ver a los refugiados? Si fue así ¿era lo qué imaginaba?

DG: Era exactamente lo que imaginaba, lastimosamente, multiplicado por 10 peor de lo que uno pueda pensar. Pero aquí en Colombia también ha habido refugiados y desplazados y victimas por millones y uno los ha visto por campos olvidados por el Estado, donde viven en las peores condiciones con muy poca dignidad y allá en Siria uno encuentra lastimosamente lo mismo. Pero es en esas condiciones que uno conoce la solidaridad, así como lo peor que un ser humano puede hacer. Digamos que en eso no hubo mucha diferencia, pero lo que realmente cambia es el contexto, porque en esta guerra se ve mayor apoyo por parte de los países musulmanes y árabes con los refugiados con respecto a los países occidentales, o de tinte occidental que le damos la espalda a toda esta ola de refugiados y de víctimas. Allá por lo menos la sociedad funciona más en colectivo y por lo menos lo que es Líbano, Irak y países árabes en los que estuve se ve que hay una preocupación de trabajar en colectivo y de dar una ayuda porque el drama humanitario es el mismo.

Plaza Capital: ¿Qué fue lo que más lo impactó de la guerra?

DG: Uno siempre va con mucho miedo porque se imagina que al llegar será secuestrado por el Estado Islámico y terminar decapitado como la decena de periodistas que han caído en su poder. Para mí el impacto de estas guerras puede ser visto desde dos perspectivas: la buena y la mala.

El impacto más grande fue encontrarme con una noción de comunidad más fuerte con respecto a la que tenemos en Colombia, quizás por el mismo islam, y eso fue algo que generó esperanza en mí porque es recuperar algo que uno creía perdido y olvidado. Por el otro lado, fue lidiar con las reglas opresivas y estrictas del islam que son difíciles de comprender desde nuestra visión, como la poca libertad de expresión y libertades políticas que se encuentran reguladas por el Estado, lo cual no permite que las personas puedan desarrollar sus derechos plenamente. Sin embargo, lo que más me impactó fue ver la guerra en una dimensión que yo nunca había visto, no hay punto de comparación con Colombia, allí vi la total destrucción de los pueblos, miles de personas desplazadas caminando por las vías y fosas comunes con cientos de cuerpos.

Plaza Capital: ¿Cómo fue su interacción con los refugiados?

DG: Fue muy difícil por cuestión del idioma básicamente, desde luego muy pocos hablaban en inglés. Normalmente siempre me movía en estos viajes con unos fotógrafos y periodistas debido a que siempre es mejor hacerlo en grupo porque siguen siendo zonas de alto conflicto. Los lugares en los que estuve siempre encontraba un traductor que nos ayudaba, sin embargo, creo que durante el intercambio con los refugiados se perdía muchas cosas, debido a que el traductor solía minimizar y reducir los testimonios que las personas quieren contar. Por otro lado, no se puede desarrollar el mismo grado de empatía con las victimas debido a que nos comunicábamos a través de los traductores, y esto dificultó mi interacción con ellos, pero siempre hay que buscar la forma de hacerlo.

Plaza Capital: ¿Sintió el dolor que sienten las víctimas de la guerra?

DG: Claro y eso no se le borra a uno de la cabeza, incluso aún los tengo de amigos en las redes sociales y puedo notar que su situación sigue siendo igual de crítica y no ha cambiado nada. Hasta uno se siente mal de volver a su país viviendo una vida un poco burguesa, sabiendo que ellos aún se encuentran viviendo una situación demasiado compleja porque en realidad son los civiles los que pagan las consecuencias de las guerras y es muy poco lo que uno puede hacer por ellos.

Plaza Capital: A través de sus publicaciones observé que tomó clases de árabe ¿Cómo fue la dinámica con las clases? ¿Le costó?

DG: La verdad es que el árabe es muy complicado, necesitaría muchos años para poderlo dominar, sin embargo, me encanta el lenguaje y creo que tiene mucho de la propia cultura.  Lo que yo realmente alcance a ver en las clases fue una introducción muy por encima de cómo funciona el lenguaje, pero sí quisiera estudiarlo más a fondo en los próximos viajes que espero se sigan dando al Medio Oriente.

Plaza Capital: De acuerdo a la experiencia que vivió con la bomba de Taksim, sitio turístico en Estambul que dejó 5 muertos y 36 heridos el 19 de marzo del presente año ¿Cuál fue su reacción al ver que el pueblo turco se levantó y a través de carteles manifestaban no tener miedo?

DG: El mismo día que llegué a Estambul explotó la bomba de Taksim a dos cuadras de donde me estaba hospedando. Se especuló que esta bomba fue puesta por el Estado Islámico que está atacando al gobierno de Erdogan y que acabó con la vida de aproximadamente doce turistas, debido a que la explosión fue en plena zona turística. Desde luego, después de la explosión me fui con un amigo fotógrafo con el que estaba a la zona a mirar que había sucedido y cuáles eran las reacciones de los turcos luego de eso. Evidencié reacción de solidaridad de enfrentarse al miedo que azotó a la ciudad a través de carteles con flores, en donde alzaron las voces para evadir el miedo y manifestar su posición contra el terrorismo.

Plaza Capital: ¿Considera que el presidente de Turquía, Recep Erdogan, ha desempeñado un buen papel para contrarrestar el terrorismo?

DG: No conozco muy bien las políticas que ha desarrollado Erdogan. Sin embargo, considero que cualquier presidente autoritario como Erdorgan que niega a Bashar Al-Ásad (presidente de Siria) es aumentar el terrorismo. Para mí el terrorismo no existe, para mí el terrorismo es una etiqueta que dan los países. En Siria puedes observar bombardeos de los rusos y estadounidenses y mueren miles de niños y civiles, entonces en ese caso ¿quién sería el terrorista? Poner el papel de terrorista al otro siempre busca es negarlo, para que no exista el diálogo y no se pueda negociar ni solucionar el conflicto. En mi punto de vista un presidente que niegue al otro y que siempre el miedo y ataque a los civiles es un acto de terrorismo y precisamente no considero que no se ha desarrollado un buen papel.

Plaza Capital: Con base a las medidas que ha tomado la Unión Europea frente a la ola de refugiados ¿Considera que la organización tiene responsabilidad con los refugiados?

DG: Claro que la tiene y eso es lo más vergonzoso que he visto porque pasé unas noches en Idomeni, en el campo de refugiados de sirios, afganos e iraquíes que están llegando huyendo de la guerra. La UE decidió cerrarles la puerta en la cara en un invierno absolutamente atroz, gente que estaba buscando mayor oportunidad llegando a Europa, solo se encontró atrapada en los campos de refugiados esperando a que alguien les tendiera la mano. La UE desarrolló un plan de contingencia con Turquía para devolver a los refugiados a ese país en donde no se respetan los derechos humanos y es por ello que el papel que ha desempeñado la organización es vergonzoso, porque lo único que ha hecho es sacar a los refugiados debido a la creciente islamofobia que se vive en el continente.

Plaza Capital: ¿Qué experiencias puede destacar de este viaje?

DG: Fui a aprender en sí de las culturas y de la perspectiva de conflictos que se viven. Por ejemplo, yo viajaba por Medio Oriente y no tenía ni idea cual era la diferencia entre Hezbolá como una organización político-militar y no como un grupo terrorista, y así otras organizaciones como Al Qaeda, el Estado Islámico y demás. Ahora uno cuando vuelva a viajar uno debe tener total claridad para de información para escribir adecuadamente sobre estos temas.

Plaza Capital: ¿Volvería a Medio Oriente?

DG: Sí, esa es mi idea inmediata, volver el otro año, pero por el momento me quiero enfocar en la situación actual de Colombia, lo que es el acuerdo de paz y el plebiscito, pero quiero volver cuanto antes y cubrir no solo Siria e Irak, sino entrar a Gaza y contar la crisis humanitaria que se está viviendo allá con el conflicto palestino-israelí.