La nueva normalidad en Bogotá: una experiencia a cielo abierto

Martes, 08 Septiembre 2020 18:06
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El pasado fin de semana se llevó a cabo el plan piloto de restaurantes 'Bogotá a cielo abierto', en el que cerca de 4500 establecimientos reabrieron sus puertas en diferentes zonas de la ciudad después de cinco meses de cierre por las medidas sanitarias implementadas por el Gobierno. 

 

Bogotá a cielo abierto||| Bogotá a cielo abierto||| Secretaría de Desarrollo Económico|||
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Luego de cinco meses de cierre se reactivó el sector gastronómico en Bogotá. Para esto se habilitaron ocho zonas en diferentes localidades de la ciudad: Chapinero, Usaquén, Santa Fe, La Candelaria, Tunjuelito, Barrios Unidos, Teusaquillo y Kennedy. Los comensales debieron hacer reservas previas y los restaurantes tenían que inscribirse en la página de la Alcaldía y diligenciar el formulario. Además de cumplir con los protocolos y medidas de bioseguridad establecidos.

Según datos preliminares de la Secretaría de Desarrollo Económico de Bogotá, el 90% de las reservaciones realizadas fueron cumplidas por los clientes. De acuerdo con Amparo Castilla, gerente del centro comercial Hacienda Santa Bárbara y del tomo norte de 'Bogotá a Cielo Abierto', este proyecto se presentó en un momento en el que no se contaba con ninguna esperanza para salir adelante con la reactivación económica del comercio. Cerca del 70 % de la industria gastronómica estuvo a punto de caer debido al cierre por la pandemia y el plan piloto permitió reactivar a este sector por completo.

“Lo único que queríamos era poder abrir las puertas, la verdad nos llevamos una gran sorpresa. Cielo abierto devolvió la magia a todos los restaurantes y sitios emblemáticos de la ciudad”, uno de lo comensales comentaba que parecía como un domingo en navidad, dice Castilla.

‘Bogotá a cielo abierto’ le brindó a los ciudadanos la oportunidad de volver a espacios abiertos y disfrutar de experiencias gastronómicas bajo los protocolos y medidas de bioseguridad previamente establecidos. Según Castilla, las autoridades locales de Bogotá fueron parte clave en el desarrollo del plan piloto, pues aportaron la parte logística y de adecuación del espacio público. Este proyecto no tuvo ningún costo, desde los restaurantes se trabajó con los recursos que se tenía en los locales, de manera que este proyecto se constituyó desde la voluntad de la administración y los comerciantes.

'A cielo abierto' es un proyecto que los incluye a todos, desde los restaurantes más importantes de la zona, en cuanto fama, platos gourmet e instalaciones, hasta los restaurantes más pequeños en los que se vende 'corrientazo'. Todos están ahí incluidos, también cafés y heladerías, cuenta Castilla.

La experiencia

Para el ‘Mono Cervecero’, fanático de la cerveza y la buena comida, volver a un restaurante luego de cinco meses de estar cerrados es una oportunidad para volver a disfrutar de las mejores experiencias de maridaje, esto bajo todos los protocolos de bioseguridad. En su primera salida visitó tres gastro pubs, el primero de ellos fue el Irish en la Zona T, el segundo fue Bruder, una cervecería en la que se ofrecen más de 10 tipos de cerveza alemana y diversos platos típicos de la región cundiboyacense, el último fue el Mono bandido en Quinta Camacho, un restaurante en el que es posible disfrutar de muy buenas cervezas y excelente comida.

Por otro lado, para Mateo y Mateo, foodies y amantes de la comida, “el piloto se llevó a cabo bajo todas las medidas de bioseguridad”. En los restaurantes que visitaron todos los meseros tenían caretas, tapabocas y respetaban la distancia, la entrada al lugar estaba supervisada por una persona que pedía los datos de todos los comensales y contaban con tapetes de desinfección. 'La atención en los restaurantes fue excelente, los menús QR funcionaron muy bien, pues permiten que se observe el menú incluso antes de entrar al restaurante', comentó uno de ellos. También, destacan que la organización fue muy buena, pues se adecuaron los espacios para que entre cada mesa se respetara la distancia, además de que se desinfectaran los sitios de comida cada vez que ingresa un nuevo cliente.

Por último, para Vanesa Pungo de Glotones Co, su experiencia volviendo a restaurantes fue bastante buena. Cuenta que en cada lugar que visitó cumplen con los protocolos de bioseguridad y hay menos cantidad de mesas: “La verdad está solo, no hay clientes, quizá porque aún tengan miedo igual hay control al entrar al restaurante”. Además, los encargados de la logística escriben la cantidad de personas que entran hacia al restaurarte que se dirigen, esto con el fin tener un control y no sobrepasar el 25% de ocupación de mesas establecido por el Gobierno.