Primer Centro Abrazar de Bogotá busca reducir los niveles de mendicidad infantil

Viernes, 27 Septiembre 2019 11:05
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En la localidad de Barrios Unidos se encuentra el primer lugar de acogida que busca sacar a los niños de las calles. El centro también atiende a migrantes venezolanos.

 

Albert Hernández en un tour por las intalaciones de Centro Abrazar||| Albert Hernández en un tour por las intalaciones de Centro Abrazar||| Natalia Fonseca|||
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El primer Centro Abrazar, de la Secretaría Distrital de Integración Social (SDIS), ya está en funcionamiento. Localizado en inmediaciones de la plaza del 12 de Octubre, este espacio acoge a niños colombianos o migrantes en situación de mendicidad propia, es decir que lo hacen por necesidad y no por explotación de mayores, y busca rescatarlos de las calles, mientras los padres son provistos de las ayudas pertinentes para mejorar su calidad de vida como familia.

Niños entre los cero y siete años son los que principalmente se ven beneficiados de este espacio que atiende en un horario continuo de 8 a.m. a 8 p.m. de lunes a domingo. Sin embargo, el lugar no solo acoge a niños colombianos sino que un gran porcentaje de pequeños son venezolanos que, según la ONG Save the Children, no acuden al colegio por miedo a ser deportados y casi en la totalidad de casos salen a pedir dinero a las calles con sus padres, por lo que corren un mayor riesgo de ser abusados. 

Cabe resaltar, que la situación de mendicidad infantil vivida en Colombia, especialmente en Bogotá,  elevó sus cifras con el éxodo masivo del país bolivariano. 

Según estadísticas de Migración Colombia, en el año 2018 se registraron 769.726 migrantes regulares e irregulares venezolanos, lo que equivaldría llenar alrededor de 21 veces la capacidad del estadio El Campín de Bogotá. 

Por eso, el Centro Abrazar busca atender a los pequeños colombianos y venezolanos, mientras sus padres logran estabilizarse económicamente. “Buscamos cuidar al niño con todos los beneficios que ofrece el servicio, tales como alimentación que incluye desayuno, onces, almuerzo y cena”, afirma Juan Carlos Gutiérrez, profesional que hace parte del liderazgo para la organización del nuevo centro.

“Por otro lado, contamos con un equipo de profesores, psicólogos y trabajadores sociales que se encargan de brindarles a los niños la atención que necesitan, además de talleres de teatro, educación física, entre otros, para ofrecer una buena oferta lúdica y pedagógica, buscando evitar la calle”, continúa Gutiérrez.

La organización resalta que aquellos niños que llegan en edad para asistir al colegio son apoyados para que no deban interrumpir su año escolar. Si bien las líneas de apoyo pueden ser difusas debido a la multitud de casos, se busca brindar un respiro a las personas mientras se les redirige a la dependencia correspondiente. 

La idea es que el Centro Abrazar sea un punto de contacto para las personas en esta condición. De esta manera, si la necesidad de la familia o el menor no compete con las facultades del centro, ellos directamente los redirigen a la entidad que les puede ayudar en la red distrital.

Ejemplo de esto es que la Secretaría Distrital de Salud (SDS) realiza jornadas de vacunación y algunas fundaciones aportan personal médico para facilitarle a los niños un servicio de salud digno, independientemente de su condición migratoria

Proyecciones para fin de año

En el mes de agosto el centro atendió a 1,237 niños y de manera regular, hasta el día de hoy, están asistiendo entre 60 y 70 pequeños. Sin embargo, este espacio pretende ofrecerles cupo a cerca de 200 niños que se conviertan en asistentes regulares. Si bien cuentan con el área adecuada, las principales dificultades para cumplir esta meta son la falta de talento humano y la organización dentro del lugar para la asignación de tareas y la distribución de personas.

“Queremos gestionar nuevas alianzas  con más universidades, porque actualmente contamos con el apoyo de la Universidad Nacional, la Minuto de Dios  y la Pedagógica, además de Los Andes y la Javeriana en el ámbito jurídico, pero siempre son bienvenidos nuevos pasantes”, cuenta Gutiérrez.  

Este lugar de acogida es transitorio y, a pesar de brindar atención por tiempo prolongado a los infantes que la necesiten, el propósito es que eventualmente la calidad de vida de sus familias mejore para que ellos les puedan dar el cupo a nuevos niños. 

Debido a que la problemática migratoria en Bogotá se convirtió en un reto para la ciudad, la propuesta de la Secretaria de Integración Social, Gladys Sanmiguel, es hacer el montaje de nuevos centros similares al Abrazar para que en un futuro cercano la ciudad tenga cómo atender tanto a la población flotante en esta situación, como a los infantes nacionales en condición de mendicidad propia.

La existencia de este tipo de centros contribuyen al mejoramiento de la calidad de vida de los niños no solo en su bienestar físico, sino de manera interpersonal. Expertos en desarrollo emocional, como Allan Sroufe o Willard Hartup, coinciden en que es “necesaria y saludable” la interacción entre pares sociales en edad preescolar “para generar habilidades socioemocionales y redireccionar la vida de niños con situaciones desfavorecedoras”.

Albert es el más grande de su clase

Albert Hernández, de catorce años, es uno de los más grandes en el Centro Abrazar. “Yo llegué aquí, porque ‘el profesor’ Juan Carlos (Gutiérrez) me buscó en el Terminal del Norte y me dijo que podría tener mis tres comidas y convivir con más niños. Él es muy chévere y ahorita me va a traer otro cuaderno para que siga escribiendo música. Este lugar también es chévere, porque todos mis compañeritos me tratan bien”, cuenta el niño mientras hace un dibujo de una sirena.

El, además, es fanático declarado del rap y el reguetón. “Yo escucho las canciones, las escribo y luego las transformo”, comenta entusiasmado.

Albert cuenta que lo más difícil de su día es cuando debe trasladarse del Centro Abrazar a su hospedaje nocturno: “Todas las noches me quedo en un hotel blanco en la 19 con Caracas con mi mamá y mi hermano, pero desde hace un mes vengo aquí”.

Los ciudadanos también puede ayudar

“Si usted ve a alguien que está pidiendo dinero en la calle o en una condición muy desfavorable indíquele que puede ir al Centro Abrazar”, puntualiza el profesional Juan Carlos Gutiérrez, quien hace un llamado a la ciudadanía para promover la visibilidad del lugar.