Se calienta el debate sobre la ampliación de la PTAR El Salitre

Martes, 26 Septiembre 2017 16:01
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Representantes de la CAR y de la oposición al proyecto exponen sus puntos a favor y en contra acerca de esta obra.

Pancarta a lana entrada de la construcción|||| Pancarta a lana entrada de la construcción|||| Sofía Rico||||
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Una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (Ptar) es el lugar en donde se tratan todos los residuos que salen de las tuberías de las viviendas y establecimientos de un determinado sector o ciudad. En abril del presente año se inició la construcción de la segunda fase de la Ptar El salitre, ubicada entre los barrios Lisboa, Cortijo y Ciudadela Colsubsidio.

El proyecto llevaba más de dos años en trámites, pero finalmente las obras iniciaron. Sin embargo, la población aledaña no está muy satisfecha con el proyecto, debido a varios motivos, tanto ambientales, como de salubridad, que generaron inconformidad respecto a la ampliación.

Yolima Martínez, administradora del conjunto Quintas de Santa Barbara II, contó que inicialmente había dos comités para negociar y planear el proyecto de la Ptar: un comité conformado por la Corporación Autónoma Regional (CAR) y el consorcio encargado de la construcción; y otro comité opositor. Sin embargo, las negociaciones con las personas que no están de acuerdo empezaron cuando el proyecto ya estaba casi terminado y cuando no se podía mediar en su realización.  

Además de las quejas por los malos olores y la desvalorización de las viviendas en el sector, la mayoría de los reclamos iban dirigidos a un problema ambiental. En primer lugar, la ampliación de la Ptar se da por una sentencia que exigía la recuperación del Río Bogotá, debido a que la primera fase de la planta no era suficiente para dar abasto al crecimiento de la población de la ciudad, lo que iba a generar que el río se contaminara aún más.

Sin embargo, la realización de este proyecto genera contaminación sobre el Río y también sobre el predio en el que se va a construir: el humedal El Cortijo. Para la construcción es necesaria una tala considerable de los árboles en el humedal, debido a que el proyecto triplica el tamaño de la planta actual.

Según Martínez, "la CAR dice que eso no es un humedal y que es apto para la construcción. El problema son los animales que lo habitan". Pese a que no hay consenso sobre si se trata de un humedal, el lugar cuenta con curíes, ranas sabaneras, serpientes sabaneras, nidos de aves, garzas y panales de abejas, lo cual es una de las preocupaciones de la oposición. "La semana pasada los vecinos encontraron un curí en un parque y no es el primer animal que encontramos desde que empezó la construcción", agregó la administradora.

Los opositores del proyecto también tienen reclamos respecto a los posibles problemas de salud que la ampliación podría generar. Según ellos, los químicos usados en la planta y los gases expedidos por los desechos, podrían aumentar la toxicidad el aire y causar graves consecuencias en la salud de los habitantes.

¿Qué dice la CAR?

Patricia Rueda, encargada del punto de atención en el barrio Lisboa, afirmó que este proyecto iba a mejorar la calidad de vida de la población a pesar de lo que creen los críticos. Según ella, se va a recuperar por lo menos un 80% del río Bogotá porque “no es que el río se vaya a volver completamente cristalino y que vaya a tener peces, pero las aguas serán más limpias visualmente y los olores serán menos fuertes”, explica.

Rueda afirmó que el proyecto es necesario debido a que se prevee que para el año 2021, Bogotá contará con casi 10 millones de habitantes y una planta como la actual no es suficiente. Ahora bien, insiste en que la población tiene la idea errada sobre lo que se hará con el agua del río porque “para que el río sea totalmente limpio, sería necesario que todos los bogotanos dejáramos de arrojar basuras”.

Respecto a los animales, Rueda explicó que ya se han rescatado más de 700 animales entre curíes y otras especies. Estos fueron llevados a una reserva aledaña al parque La Florida y eso mismo se hará con los demás. "En cuanto a los curíes que se han encontrado en el barrio, hay que tener en cuenta que estos animales se escapan y es normal", complementa. Sin embargo, también reconoce que los habitantes del barrio El Cortijo creen que los animales migran, debido a la destrucción de su hábitat generada por la construcción.

Entre los planes que se tienen para atender esta situación, la CAR inundará 14 hectáreas para que funcionen como un humedal artificial que reemplace el actual. También se construirá un parque metropolitano destinado solo para actividades ecológicas, como caminatas y avistamiento de aves, el cual actuará como una barrera de 18 hectáreas entre los barrios y la Ptar. La idea es que la salud de los habitantes no se vea afectada por las actividades de la planta.

Por su parte, Yolima Martínez dijo que los habitantes no estaban conformes con esta compensación porque esto podría traer inseguridad y delincuencia al barrio. De todas maneras, el proyecto ya se puso en marcha y las obras están avanzando sin demora para que la planta y el parque metropolitano sean entregados en el año 2021.

Las consecuencias directas para los animales y humanos que habitan el sector se verán explícitas cuando las obras culminen y se determine si las promesas de compensación propuestas por la CAR se cumplieron.