'Lit Ignis', una mezcla de arte, ciencia y deporte por las plazas de Bogotá

Viernes, 01 Noviembre 2019 11:09
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Roberto José Parra López, conocido como 'Lit Ignis', se ha convertido en un artista callejero a través del Freestyle.

'Lit Ignis' en medio de su puesta en escena de Freestyle durante su más reciente competencia. Cortesía.||| 'Lit Ignis' en medio de su puesta en escena de Freestyle durante su más reciente competencia. Cortesía.||| |||
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Han pasado ocho años desde que 'Lit Ignis' (nombre artístico de Roberto José Parra López) migró desde su natal Venezuela a República Dominicana. Solo hace seis que vive en Colombia en condiciones "privilegiadas". Y son privilegiadas porque, como él mismo lo explica, en medio de la crisis de su país, él es "de los pocos venezolanos que estudia".

Su llegada al país sucedió porque a su papá lo ascendieron y trasladaron aquí en su trabajo. A sus 19 años, aunque se considera a sí mismo un artista callejero, sale a las calles y, en especial a las plazas y parques, a poner en práctica el Freestyle, no como sustento de vida sino como una más de las actividades que ocupan sus días.

'Lit' lleva una triple vida: estudia, trabaja y rapea. Va terminando su carrera de cine en la Escuela Nacional de Cine, además, es productor audiovisual en una empresa de marketing online desde hace aproximadamente un mes, y los fines de semana se los dedica al Freestyle. Esta corriente de improvisación del rap lo ha acompañado desde 2015, según afirma. Sin embargo, solo fue dos años después que empezó a competir con sus rimas y métricas en las calles de Bogotá.

Aun cuando tiene pocos minutos para conversar debido a la competencia que lo espera en Chapinero, sus intervenciones en nuestro diálogo cuentan a detalle los sentimientos que lo inundan a diario, sus más significativas anécdotas y demás detalles de su vida cotidiana.

“Hoy me levanté, me puse a hacer una tarea que no terminé, de ahí me fui a trabajar, terminé y vine acá. De aquí me voy a una competencia de Freestyle y tengo el computador aquí en la maleta porque voy a hacer la tarea. Yo tengo todo cargado encima, pero lo voy a terminar porque no puedo dejar ninguna de las cosas que hago a un lado”, es lo que dice mientras agita sus brazos y sonríe como tratando de demostrarme que de verdad le gusta su vida.

Es que a Roberto le cuesta priorizar sus tres actividades principales una sobre otra. Piensa que su trabajo es importante porque pone en práctica lo que ha aprendido en su carrera. También, tiene siempre presente el estudio porque ya le falta poco para terminar. Pero, así mismo, el Freestyle sigue ahí.

- ¿Por qué hace Freestyle? - le pregunto con curiosidad.

- Uff, pues por muchas cosas – responde buscando el resto de su respuesta. - Primero, yo antes decía que cada uno tenía un arte, una ciencia y un deporte. Mi arte era la pintura, el dibujo y el cine, mi ciencia era la física o la química y de deporte tenía el baloncesto. Entre tanta vaina me di cuenta de que el Freestyle tiene las tres. El Freestyle es un deporte, pero puede llegar a ser arte y encima tiene cierta ciencia hacerlo. Eso me atrajo.

No se queda ahí, continúa explicando que al considerarse muy competitivo lo que lo mantiene son las ganas de competir. Y aún hay más, ahora destacando sus emociones, manifiesta que el Freestyle lo ayudó a conocerse, que batallar lo ha hecho una persona distinta.

 

 

En esta improvisación de rap se hacen batallas en diferentes modalidades, la que más le gusta a Lit Ignis es la que se hace en plazas públicas, aquella a la que se le podría denominar callejera. Solo en este año ya ha ganado seis de ellas y ha ido a tres competencias regionales donde solo van aquellos clasificados en las batallas de plazas. Comenta que aprendió a dejar un poco de lado la pena y que lo utiliza de “catarsis” para “botarlo todo” en una puesta en escena propia con “mucho movimiento, energía y agresividad”.

Basado en esto, Lit está seguro de que las plazas son su mejor lugar para presentarse, a diferencia de los escenarios. “La plaza es mucho más querida y es mucho más auténtica en el sentido de que se está más apegado al público”. Afirma que la energía cambia, que en el escenario “la gente y los gritos están muy lejos”, que la “energía” no le alcanza a llegar.

Mientras me habla voy pensando que sabiendo que esto se asemeja más a una pasión, asalta la duda de si el Freestyle podría convertirse en un estilo de vida. Por eso, conversamos sobre los ingresos económicos que deja. A pesar de que Roberto manifiesta que sí ha tenido ganancias monetarias con el rap, asegura que trae más pérdidas. Como también saca tiempo para escribir canciones, cuenta que una de sus frases ilustra esta situación: “No soy autóctono, si he ganado más en la ruleta que con métricas tras el mismo micrófono”. “Yo he ganado más en el casino que voy en ceros que con el Freestyle” agrega sonriendo. Esto es porque en sus competencias más comunes, las de plazas, solo es posible ganar dinero si se llega al primer lugar. A él lo máximo que le ha tocado son 45 mil pesos.

Así mismo, este moreno, delgado y de respuestas largas y detalladas también ha intentado defender lo que hace como un estilo de vida en construcción frente a personas tan importantes para él como sus padres. Denota que su familia lo apoya, pero sus padres no lo han hecho al 100% como a él le gustaría. Habla de cómo resaltan sus logros, pero le comentan que debería concentrarse o en el trabajo o en el estudio. Pese a ello, a él nada lo detiene de ir a las batallas, incluso llegó a escaparse de la casa durante uno de sus castigos para asistir a una.

Y en las batallas, una de las más especiales para Lit fue aquella organizada por la liga de Freestyle Código de Barras, en la cual se presentaron raperos de talla internacional como Skone y Misionero. Allí, después de no haber escuchado su nombre dentro de los clasificados, terminó compitiendo por sorpresa. Ganó sus batallas frente a aquellas figuras tan importantes para él. “Fue impresionante, di un nivel que nunca había dado, me marcó mucho”, dice al respecto.

Con todo, los éxitos de este artista no se han dado tan rápido como parece, por eso Roberto asevera: “para mí no existe el talento, sino que existe la constancia y el entrenamiento”. Teniendo en cuenta sus palabras, lo esencial para él es la práctica que es la que lo lleva a donde desea. Eso es lo que lo ha hecho que llegue al nivel en el que está, ahora se considera bueno para lo que hace, “me puedo parar con quien quieras” sostiene. Y lo puede decir así porque, aunque perdió ante los jurados una batalla contra ‘Carpediem’, el actual campeón de la RedBull Batalla de los Gallos Colombia, recuerda muy bien que la gente entre gritos lo proclamó a él como ganador. “Yo siento que gané yo, ¡qué chimba saber que le gané!”, refuerza teniendo claro que su ex contrincante es ahora el mejor de Colombia.

Es por esto que, en el campo de la competencia, a futuro, Lit llega a verse no solo como el campeón nacional de la RedBull Batalla de los Gallos en Venezuela sino también como un campeón internacional. De acuerdo a lo que sabe, esa es la única forma de vivir del Freestyle. Por otro lado, en el campo de la composición también le gustaría sacar sus canciones, las que escribe en sus ratos libres.

-Para terminar, cuénteme, ¿qué es lo mejor que le ha dejado el Freestyle en plazas? – le dije.

-Los amigos. – dice sin titubear ni un segundo - Suena muy poético, muy sentimental, muy respuesta de reina, pero cualquiera que conozca las batallas va a decir que tengo razón. Uno llega a su primera plaza, se pierde, se traba, no lo hace bien, y de pronto se le acerca alguien a darle la mano y a decirle: ‘Buena perrito, siga’. Casi nadie se sabe el nombre de los otros, nos sabemos el aka (apodo).  Igual, siento que si algún día me retiro yo voy a seguir contando con esa gente. Eso es lo más bonito.