Cada vez hay menos nacimientos en Colombia y en el mundo: Algunas razones por las que los jóvenes deciden no tener hijos

Lunes, 27 Septiembre 2021 09:05
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En Colombia disminuye gradualmente la cantidad anual de nacimientos según el DANE. En los últimos cinco años el registro se redujo en un 6,62 %. Los jóvenes expresan cada vez más su preferencia por no tener hijos.

Ilustración representativa de la reducción en la cantidad de nacimientos||| Ilustración representativa de la reducción en la cantidad de nacimientos||| Ana Sofía Pardo y María Fernanda Pico|||
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  • Coautor 1: María Fernanda Pico Fajardo

Las cifras de natalidad publicadas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) desde el 2016 han demostrado un constante decrecimiento. Mientras que hace cinco años se estimaba una cantidad de 151 mil nacimientos aproximadamente; la cifra del 2021 ha decaído por casi 11 mil puntos (140 mil). Sumado a esto, la cantidad de muertes presenta un crecimiento gradual. En lo corrido del presente año las muertes aumentaron un 48,6 % respecto al año anterior. Esto ha provocado un fenómeno denominado “exceso de mortalidad”.

Los datos publicados por el DANE ratifican que en 2020 y 2021, el grupo mayoritario de madres que dieron a luz estaba compuesto por una población de edades entre los 20-24 años y de 25-29 años. A pesar de esto, cada vez más incrementa la cantidad de jóvenes adultos que manifiestan su deseo de no tener hijos. Este fenómeno es estudiado y denominado por Angie Lorena Gordillo, de la Universidad Externado de Colombia, como la “postergación de la maternidad” en el caso de las mujeres. 

Los jóvenes han aprovechado diferentes espacios, como las redes sociales, para expresar su posición y las experiencias que han tenido en el marco de su decisión. Allí reflejan, también, cuáles son las razones o situaciones que los hacen descartar la creación de una familia en su proyecto de vida.

Plaza Capital entrevistó al psicólogo Manuel Duarte, egresado de la universidad Santo Tomás, quien cuenta además con una especialización en consultoría de familia. El experto dio su concepto sobre las razones por las que las personas contemplan o deciden no tener hijos en Colombia y el mundo.

Principalmente se identificaron tres motivos centrales que, además, aparecen con cierta frecuencia en las terapias de familia: la libertad, la disponibilidad económica y la responsabilidad parental. Adicionalmente, surgió una cuarta consideración evidente en el discurso de los jóvenes: el impacto al medio ambiente que representa traer un niño al mundo.

Libertad

Una de las principales razones que ha identificado el psicólogo Duarte en sus pacientes es los efectos que puede ejercer el nacimiento de un niño sobre la libertad de la persona. Por un lado, se vería afectado el ámbito individual en el sentido en que la vida cotidiana pasaría a estar enfocada en el cuidado del bebé. Esto podría implicar dificultad o restricciones para realizar diferentes actividades a las que la persona estaba acostumbrado.

Algo similar sucedería en la relación de pareja, en caso de haberla. Algunos manifiestan sentirse incómodos con que el foco de atención pase a estar en la crianza. En este orden de ideas, varios perciben que se podría generar un deterioro indeseable en las actividades y dinámicas de pareja.

Economía

La condición económica es otro de los aspectos que las nuevas generaciones contemplan cuando piensan en tener hijos. Los jóvenes reconocen la importancia de darle a los hijos una vida digna. En ese sentido, también identifican lo costoso que puede resultar la crianza: educación, juguetes, ropa, entretenimiento, comida, entre otras necesidades básicas.

Sin embargo, alcanzar la estabilidad económica requerida para darle al niño todo lo que necesita puede tomar mucho tiempo. En este punto se forma una especie de tensión entre las posibilidades físicas, pues la etapa en que se da el ciclo reproductivo es limitada, y las posibilidades económicas. La posibilidad biológica de tener hijos suele llegar en un punto en que muchas personas “ni siquiera han logrado emanciparse de su familia de origen”. Es decir, cuando las personas cuentan con la capacidad de tener hijos apenas están resolviendo su proceso de independización del núcleo familiar. Al lograr la estabilidad económica para mantenerlos, ya se encuentran en una edad en la que su capacidad reproductiva se ha degradado.

Responsabilidad

Por otro lado, la crianza de un hijo implica una gran responsabilidad que muchos no están dispuestos a asumir. Esto podría afectar la realización de actividades como trabajar, estudiar, viajar, entre otros. Con ello se teme crear una “sobrecarga de funciones”. Lo anterior conduce a efectos negativos en sus posibilidades de descanso. En ese sentido, Manuel Duarte ha determinado que algunas parejas o individuos “denominan esa labor (parental) como sacrificio” lo que reafirma su posición sobre la concepción.

Ambiente

Los jóvenes presentan el impacto ambiental como una de las razones para no tener hijos. Recientemente han incrementado las alertas sobre las consecuencias del actuar humano en el ambiente. Esto conduce a la reflexión sobre la cantidad de consumo y producción de residuos que una persona puede generar. Sumado a esto se tiene en cuenta que al traer un niño al mundo se contribuye al crecimiento de la sobrepoblación mundial.

Incrementan las medidas de anticoncepción permanentes

Otro ejemplo que ilustra la decisión radical de las nuevas generaciones a no tener hijos es el incremento de optar por métodos anticonceptivos permanentes. Según el informe de gestión de Profamilia, el número total de procedimientos quirúrgicos, como la ligadura de trompas, en 2019 presentó un aumento del 11,2 % respecto al año anterior; con un total de 42.155 procedimientos. Del mismo modo, incrementó el número de las vasectomías en un 17 %, reportándose 18.750 procedimientos. 

Todo lo anterior no supone causas únicas, cada persona o pareja tiene casos concretos que merecen ser revisados. En general los deseos de no concepción están fuertemente vinculados a la realidad social y a las necesidades mundiales. En el panorama actual, las presiones económicas o ambientales influyen considerablemente al pensar en el futuro de un hijo; lo que acompleja la decisión de traer un niño si se le quiere dar una vida digna.