TransMilenio por la Séptima y sus posibles afectaciones a la movilidad

Martes, 05 Marzo 2019 17:16
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Sebastián Rojas, líder del movimiento ciudadano "Defendamos Nuestra Séptima" detalló los motivos para oponerse al proyecto de la alcaldía de Enrique Peñalosa.

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  • Coautor 1: María Paula Sierra

Con la construcción de una troncal de TransMilenio con una extensión de 19,1 kilómetros por la Carrera Séptima, la Alcaldía de Bogotá busca mejorar la movilidad en el norte de la ciudad y el tráfico en las intersecciones de la viales, según aseguró el alcalde Enrique Peñalosa.

Sin embargo, la propuesta, que ya se encuentra en proceso de licitación, tuvo poca acogida por parte de los habitantes de Chapinero, quienes se mostraron inconformes con las características del proyecto. Así, en el 2017, tras conocerse los planos del proyecto, presentados por la Alcaldía, surgió el colectivo ciudadano 'Defendamos Nuestra Séptima'.

Ver: TransMilenio por la Carrera Séptima, impactos adicionales a la movilidad

De acuerdo con la organización, la construcción de una Troncal de TransMilenio aumentará la inseguridad, reducirá el comercio, además de provocar la desvalorización de los inmuebles, problemas de movilidad y deterioro en el espacio urbano. Sebastián Rojas, editor en jefe del periódico El Chapín y activista del colectivo, denunció la falta de participación ciudadana en la toma de decisiones sobre el corredor vial.

Plaza Capital analiza los problemas de movilidad que se podrían presentar con la ejecución de la troncal de TransMilenio por la Carrera Séptima.

La "caraquización" de vías principales

El 18 de diciembre del 2000, TransMilenio inició sus operaciones con las troncales de la Calle 80 y la Avenida Caracas. Desde su primer año de funcionamiento, la Caracas se convirtió en la vía más usada para recorrer la ciudad de norte a sur, hasta que conecta con la Autopista Norte en la Calle 80. Después de una año de operación y ante la demanda de transporte público por parte de los capitalinos, TransMilenio extendió sus instalaciones desde la estación Héroes hacia la Autopista Norte con una tercera troncal.

El aumento de pasajeros, la falta de buses y los problemas de seguridad empezaron a deteriorar la imagen de este sistema masivo de transporte frente a la ciudadanía. A esto se suma la reducción del espacio vial para la movilidad de vehículos en la zona y los andenes destinados para soportar el tráfico peatonal en la troncal Caracas. Según Sebastián Rojas “este tipo de troncales generan una barrera humana, y en la Séptima hay un riesgo aún mayor porque es un corredor mucho más estrecho”.

Ver: TransMilenio por la Séptima: ¿Qué tan viable es?

A su vez, el activista explica que uno de los grandes problemas logísticos que hoy en día tiene TransMilenio es la concentración de usuarios en las estaciones para acceder al servicio. Y debido a que las estaciones de las Séptima, según el proyecto están separadas por uno o dos kilómetros de distancia, generaría mayor concentración de personas en cada una de las estaciones.

Y el caso de la Carrera Séptima podría ser similar a lo que sucedió con la Caracas, pues al ser un corredor tan reducido se verá sumamente afectada en términos de movilidad, ya que durante la construcción de las estaciones se deberá reducir en algunos puntos el número de carriles.

En este sentido, la Séptima aumentaría sus problemas de movilidad, y con TransMilenio sería más difícil la situación, empezando desde su construcción. En otras palabras, “el impacto urbano y las afectaciones a la movilidad generarán  la caraquización de la Séptima”, aseguró el columnista de El Chapín.

El ejemplo de la Autonorte

De acuerdo con el informe 'Trampas a la Movilidad en la Autopista Norte' de la Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito, el desplazamiento de los ciudadanos por el sector comprendido entre las calles 146 y 192 se vio afectado por las obras. El estudio muestra que la ampliación de las estaciones Calle 146, Toberín y Mazurén generó dificultades en el tráfico y aumentó la duración de los trayectos por la reducción de los tres carriles de la autopista a un carril único durante las obras de ampliación.

La fusión del TransMilenio con el tráfico mixto, generaría un impacto vial en sus extremos, pues el proyecto tiene previsto iniciar desde la Estación Museo Nacional hasta el Portal Calle 200, ubicado en el norte de la ciudad. Esta situación ya se experimentó en la troncal de la Autonorte, en la calle 185 al haber un entrecruzamiento del tráfico mixto con los alimentadores de la troncal de TransMilenio que redujo la capacidad vial de la Autopista de cinco a dos carriles, según el estudio de la Escuela de Ingenieros.

Ver: Estas son las modalidades de robo más comunes en TransMilenio

Adicionalmente, se encuentra el efecto “cuello de botella”, especialmente en el tránsito vehicular de la Caracas y  la Autopista, debido a la necesidad de implementar un doble carril de sobrepaso de biarticulados para el buen funcionamiento del Sistema. Sin embargo, la congestión de carros y de personas es evidente hasta el punto en el que la movilidad de TransMilenio se ve afectada. es decir,  se necesita contar con mucho espacio a modo de asegurar un tráfico fluido por las vías principales de la ciudad.

De acuerdo con los diseños presentados por el Distrito, se planea que la Troncal de TransMilenio tenga tramos con dos carriles. El primero será desde la calle 100 hasta la 127, donde el tráfico mixto tendrá tres carriles por sentido y de la 127 hasta la 200 se reducirán a dos. Pero al igual que sucede con las otras dos troncales, generará mayor concentración vehicular y peatonal en cada una de las estaciones.

Otras alternativas

Actualmente, alrededor de 18.000 pasajeros por hora circulan en la Séptima, lo cual genera concentración de pasajeros en los paraderos de los buses del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP). Según el portal oficial de la Alcaldía Mayor, el proyecto buscará, por medio de 23 estaciones de TransMilenio, reemplazar 110 paraderos de buses del SITP y transportar alrededor de 24.000 a 26.000 pasajeros por sentido cada hora.

Sin embargo, un estudio realizado por Transmilenio, señala que los pasajeros, en una proyección hacia el 2030 es de 21.000 pasajeros hora sentido, demanda que puede cubrirse con un aumento de los buses del SITP.

Ante esta situación, los urbanistas, de acuerdo con los estudios realizados por la Agencia Internacional de Cooperación del Japón en 1996,  llegaron a la conclusión que la ciudad necesitaba un sistema de transporte integrado, conformado por diferentes medios de transporte para sanear las dificultades de movilidad en Bogotá. A partir de allí, se propuso una red de transporte público con rutas troncales que aún sigue en desarrollo, según la Ficha de Estadística Básica de Inversión Distrital de la Secretaría de Movilidad.

Actualmente estos sistemas son conocidos como la "red multimodal" que comprende una red de buses de alta capacidad, bicicletas, taxis y vehículos particulares. Según aclara Sebastián Rojas, eliminar el sistema de buses SITP por la Carrera Séptima sería insostenible pues se reduciría la capacidad a un solo sistema, el TransMilenio, que a pesar de aumentar la capacidad de pasajeros por bus, no es un sistema de alta capacidad para sostener a toda la población.