En mayo de 2022, Daniela Riveros decidió empezar a planificar para tener una vida sexual segura. Para comenzar el proceso, se dirigió a su EPS, donde el doctor la remitió a la división de planificación familiar. Allí, una enfermera debía brindarle la información necesaria para escoger un método adecuado para ella. Sin embargo, la cita constó de sólo cinco minutos en los que la enfermera le preguntó qué tipo de método quería usar, sin brindarle ninguna asesoría específica. 

Daniela decidió usar el implante subdérmico, Jadelle, pues era el que todas sus amigas utilizaban y a ellas les funcionaba bien. Una vez se colocó el implante, empezó a experimentar una serie de síntomas como periodos constantes durante los diez meses que tuvo el implante, aumento de peso de manera irregular, brotes de acné, crecimiento de vello facial y un estado emocional constantemente inestable. Tras numerosas pruebas y consultas con médicos especializados, se le diagnosticó un desorden hormonal y síndrome de ovario poliquístico.

La relación entre el uso de métodos anticonceptivos sin asesoría médica adecuada y el desarrollo de enfermedades ováricas y desórdenes hormonales en las mujeres es mucho más común de lo que se cree.

“Cuando una mujer usa un método anticonceptivo dañino para su cuerpo, puede tener una serie de reacciones como la inflamación de algunos órganos, cambios en la producción de hormonas como el estrógeno y la progesterona, el aumento o disminución de peso y trastornos mentales como la ansiedad o depresión”, - explica Mélida Chica, ginecóloga especialista en salud sexual.

Riegos de la falta de asesorías integrales

El caso de Daniela no es único, pues las mujeres que buscan planificar están expuestas a enfrentar este tipo de dificultades por la falta de conocimiento, y es el deber inconcluso de las EPS de garantizar el derecho a estar correctamente informadas y asesoradas a la hora de tomar esta decisión. Tal es el caso de Erika Rodríguez, quien en 2021 buscaba cambiar su método anticonceptivo, debido a que la inyección trimestral estaba causándole aumento de peso.

Para ello, visitó su EPS, donde el ginecólogo le realizó preguntas de rutina en una consulta que duró menos de cinco minutos y le recetó pastillas anticonceptivas como nuevo método. Erika confió en la decisión del médico y comenzó a tomar las pastillas, pero tuvo que parar pues experimentó un período menstrual irregular y notó que su estado de ánimo estaba variando de manera preocupante.

Una vez notó estos cambios solicitó una cita con otro ginecólogo de su EPS quien le dijo que el uso de esas pastillas le estaba generando un desorden hormonal y al realizarle una ecografía vaginal descubrió que tenía quistes en los ovarios.

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Muchas mujeres no saben los efectos adversos que pueden provocar los distintos métodos de planificación. Cada uno de los métodos actuales tienen una serie de posibles consecuencias que pueden suceder dependiendo de la mujer que los use. De acuerdo con Chica, métodos como el DIU pueden ocasionar cólicos más fuertes de lo normal además de manchas en la piel. Otros como el implante subdérmico y la inyección pueden ocasionar dolor en el sitio de la colocación y variaciones de peso. El anillo vaginal, las pastillas y el parche anticonceptivo pueden provocar náuseas o sensibilidad en los senos. Además, todos estos métodos traen cambios en el ciclo menstrual y su duración.

Métodos anticonceptivos y sus posibles consecuencias. Infografía realizada por Natalia González.

De acuerdo con en el que se realizaron encuestas a mujeres entre 18 y 26 años sobre sus experiencias con los métodos, se descubrió que el 71,3% de las encuestadas han presentado reacciones adversas relacionadas con el  uso de métodos anticonceptivos.

Esto se evidencia principalmente en dos métodos anticonceptivos, el primero siendo las pastillas o píldoras, el método más usado en Colombia según el Ministerio de Salud, y el segundo el implante subdérmico.

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Así lo afirma Lori Smith, enfermera especializada en ginecología y escritora del portal Medical News Today, en el artículo Los 10 efectos secundarios más comunes de la píldora anticonceptiva, donde expone que algunos de los efectos más comunes de las pastillas anticonceptivas son el manchado entre periodos, náuseas, sensibilidad en los senos, migrañas, aumento de peso, cambios de humor, ausencia de periodos, disminución del libido, flujo vaginal anormal y cambios en los ojos.

Esto sumado a que estudios como Anticonceptivos orales combinados: trombosis venosa, concluyen que el uso de  anticonceptivos orales se pueden asociar con un mayor riesgo de trombosis venosa, que consiste en coágulos de sangre en una vena profunda, por lo que puede representar un peligro para mujeres que padezcan características que favorezcan la aparición de esta enfermedad y no sean conscientes de la posibilidad de desarrollar esta enfermedad por el uso de las pastillas anticonceptivas.

Por otro lado, en la investigación Incidencia a un año de deseo sexual hipoactivo en mujeres que planifican con implante subdérmico de levonorgestrel, realizada en Armenia (Quindío)  entre 2014 y 2019, se determinó una incidencia del 18,82% de deseo sexual hipoactivo  en mujeres usuarias del implante subdérmico de levonorgestrel. Los efectos adversos se hicieron presentes desde los primeros 3 meses de la inserción del implante, destacándose el sangrado irregular (62,34%), seguido de la amenorrea (38,91%) y el aumento de peso (33,89 %).Ahora bien, esto no es algo que se limita solamente a Colombia, pues un estudio realizado por un grupo de investigación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con 2.963 mujeres que asistían a clínicas de planificación familiar en países como Brasil, Chile, República Dominicana, Hungría, Tailandia, Turquía y Zimbabwe reveló que las reacciones adversas más comunes experimentadas por las usuarias del implante subdérmico incluían acné, ausencia de menstruación, menstruación irregular y sangrados irregulares.

Los métodos anticonceptivos en Colombia

Según el Ministerio de Salud, el 99.9% de la población adulta colombiana tiene conocimiento de al menos un tipo de método anticonceptivo, cuya función principal es evitar embarazos no planificados y en algunos casos evitar enfermedades de transmisión sexual. A pesar de esto, según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud, solo el 63,4% de las mujeres sexualmente activas usan métodos anticonceptivos.

Hoy en día existe una amplia gama de opciones anticonceptivas que buscan brindar alternativas para todo tipo de mujeres, porque todos los cuerpos son diferentes. Es por eso que es fundamental comprender las expectativas y preferencias de las mujeres, y brindarles asesoría anticonceptiva individualizada y completa. Esto implica no solo explicar los posibles efectos adversos asociados con el uso de los métodos anticonceptivos, sino también destacar los factores que los protegen y los posibles beneficios. Este enfoque seguramente contribuirá a reducir las tasas de embarazos no planificados que resultan de la interrupción de un método o de errores en su utilización.

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El Ministerio de Salud también establece que todas las personas tienen derecho a recibir asesoría en anticoncepción, elegir y obtener su método anticonceptivo en los servicios de salud. En este sentido las EPS y entidades prestadoras de servicios de salud deben garantizar el derecho a la anticoncepción sin barreras, gratis y con calidad, pero además informado.  La consulta de planificación familiar debe tener un profesional de medicina o enfermería asesorando acerca del uso de métodos anticonceptivos modernos, para que la usuaria pueda elegir el método anticonceptivo que más le convenga teniendo en cuenta sus necesidades y la recomendación médica.

Algunas entidades de salud ofrecen los siguientes servicios para planificación familiar:

Profamilia: Ofrece una atención integral en la que se educa a las personas sobre las opciones anticonceptivas, se evalúan sus condiciones de salud y se les ayuda a elegir y comenzar el método anticonceptivo adecuado. Además, se brindan consultas de seguimiento y, si es necesario, se retira el método.

Sura: Ofrece una asesoría personalizada con profesionales para verificar el uso de métodos anticonceptivos, identificar efectos adversos y determinar la elección más adecuada según factores individuales como peso, edad, altura y condiciones médicas. También ofrecen asesoría virtual para evaluar el estado de salud y proporcionar recomendaciones sobre la elección anticonceptiva. El personal de enfermería proporciona información educativa sobre métodos anticonceptivos. Realizan controles mensuales para garantizar el bienestar y cuidado de la salud en la planificación familiar.

Sanitas: Mediante una consulta dirigida por personal de enfermería, proporcionan datos e indicaciones acerca de las alternativas de anticoncepción, garantizando los derechos en materia de salud sexual y reproductiva. No ofrece seguimiento mensual a la usuaria ni una consulta que evalúe el método más adecuado para cada mujer.

Otras EPS:

Con un modelo similar al de Sanitas, la gran mayoría de EPS en el país como Famisanar y Compensar ofrecen las mismas condiciones para sus usuarias.

La importancia de una asesoría adecuada

Es importante reconocer y entender que, cuando una mujer usa un método anticonceptivo apropiado para su cuerpo, estos pueden traer beneficios a corto y largo plazo. El estudio de la Universidad del Bosque también muestra cómo la planificación familiar ha beneficiado la vida de ciertas mujeres en cuanto a su peso, dolores menstruales, regulación de acné y mejora de su estado anímico.

Por lo tanto, es fundamental contar con un experto en métodos anticonceptivos que evalúe las características individuales de cada paciente, como su edad, peso y condiciones médicas previas, en esencia, una asesoría integral. Cada mujer es única, y no todos los métodos son adecuados para todas, lo que resalta la importancia de brindar una atención personalizada.