Así fue el primer concierto de Radiohead en Colombia

Domingo, 29 Abril 2018 00:05
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En sus 33 años de trayectoria, la banda británica tuvo su primera presentación en el país el pasado 25 de abril. El parque Simón Bolívar fue testigo de un show que combinó lo sonoro y lo visual.

El parque se dividió en dos localidades: P1-Ok Computer y P2-In Rainbows. Foto por: Jose Rafael Salomón||| El parque se dividió en dos localidades: P1-Ok Computer y P2-In Rainbows. Foto por: Jose Rafael Salomón||| |||
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La luz se apagó. ¡Aieee, aieee, aieee, aieee, aieee, aieee, aieee! Exclamaban miles de almas ávidas de escuchar una canción más. De repente, la luz se encendió, y con el acento peculiar de un inglés al hablar castellano se escuchó: ¡gracias, muchas gracias! Mientras las luces aguamarinas, azul egeo y azul cielo se entrelazaban iluminando todo el escenario, Thom Yorke elevaba su voz para hacer vibrar los más de 20 mil corazones que el 25 de abril de 2018 cumplieron a la tan anhelada cita en el parque Simón Bolívar con la agrupación Radiohead.

Los teloneros

Como si se tratase de una especie de complot, en una noche fría el cielo se despejó y la luna llena salió, augurando lo que sería un recital inolvidable de la banda fundada en 1985 por el vocalista y guitarrista Thom Yorke, el baterista Phil Selway, el bajista Colin Greenwood y los guitarristas Jonny Greenwood y Ed O’Brien.

Pero antes de su presentación, la encargada de ponerle sabor a la tarde noche en el parque, con un ritmo eléctrico tropical, fue la banda Guetto Kumbé. Al son de la cumbia caribeña, house y kizomba africana, los tambores prendieron la fiesta a eso de las 6 pm. Acto seguido, Junun continuó alimentando la euforia del público residente en la capital colombiana. Los asistentes se meneaba con la combinación de ritmos de la India, que hacían sonar tres hombres vestidos de negro, con pañoletas blancas recubriendo sus cabezas (dos de ellos con bigote), y la guitarra del nacido en Estados Unidos y de origen israelí, Shye Ben Tzur. Acompañados por la guitarra de Jonny Grennwood.

Finalmente, antes de que Radiohead hiciera su aparición, Steven Ellison, más conocido como Flying Lotus, dio continuidad a la gala de la noche con un espectáculo audiovisual inmejorable. Por dos pantallas henchidas, ubicadas al lado del escenario, aparecían figuras geométricas de todos los colores que hacían juego con la electrónica escuchada.

Sueño cumplido

Las manecillas del reloj marcaban las 9:30 pm. Por unos segundos la oscuridad y el silencio se apoderaron de la tarima. Los gritos de los espectadores no daban tregua. La ansiedad se encendía y los celulares también, hasta que las melodías de Daydreaming hicieron estallar a los más de 20 mil corazones privilegiados de ver por primera vez en Colombia a los británicos.

En total fueron 26 canciones de sus diferentes álbumes las que entonó la banda. Seis de In Rainbows, cinco de Ok Computer, tres de A Moon Shaped Pool, tres de The Bends, dos de Amnesiac, dos de Hail to the Thief, dos del Kid A, dos de The King of Limbs y una de Pablo Honey. Una presentación continua de canciones como ´Ful Stop´, ´You and Whose Army?´ Y ´Myxomatosis´ ambientaban la noche, que era testigo de las primeras gotas lluvia que caían sobre el Simón Bolívar. Pero ni siquiera el agua pudo apaciguar los gritos, los silbidos y los flashes que se apoderaron por completo del escenario al momento de sonar ´No Surprises´.

Luces rosadas y azules de fondo hacían de la presentación algo espeluznante. Las ondas sonoras penetraban por todo el cuerpo. El sonido era ensordecedor. Tanto que, de repente, en una esquina la multitud se dispersó. Al lado mío cayó un joven de aproximadamente 30 años de edad, cabello rubio, ojos verdes claros, quien vestía un pantalón azul y una chaqueta de jean. Al parecer, no aguantó la emoción y se desmayó.

Ayudé a su novia a llevarlo a un lado despejado, donde pudiera sentarse. A la vuelta, mientras caminaba en zigzag esquivando personas, mi mirada nostálgica observó sentado en el pasto, con las rodillas flexionadas y los brazos abrazándolas, a un señor de gafas, de cabello topado en casi su totalidad de canas; un señor que me era muy familiar. Sí, muy familiar, es que se trataba del expresidente Cesar Gaviria, quien tampoco quiso perderse la emblemática visita de Radiohead.

La lluvia se hizo más fuerte. El reloj marcaba las 11 pm y el público aplaudía mientras los músicos levantaban sus manos y saludaban a la multitud. Thom Yorke tomó el micrófono y dijo: ¡“GRACIAS BOGOTÁ”! El ocaso se apoderó de la tarima. Y el hermetismo también se apoderó de los espectadores. “¿Será que ya se acabó?” “¿Vendrá otra?” Eran algunas de las frases que se escuchaban de voces roncas.

¡BOOOM! “When you were here before, couldn't look you in the eye, you're just like an angel”, coreaba el público junto a Yorke. Otra vez la euforia llegaba a su pico máximo y los celulares alumbraban por montón. Nadie quería perderse de inmortalizar las letras de ´Creep´. Cuestión similar sucedió cuando sonó ´Karma Police´. Fueron pocos los que decidieron disfrutar de las canciones más emblemáticas no desde la pantalla de un celular, sino desde sus propias retinas, para inmortalizarlo en sus memorias biológicas. Por un instante, la confusión me abrumó. No sé si estaba en Black Mirror o en un concierto.

Terminó de sonar ´Karma Police´. La luz se apagó. El reloj marcaba las 11:45 pm. La luz se encendió y Yorke fue elevando su tono de voz mientras entonaba el coro “¡I LOST MYSELF, I LOST MYSELF, I LOST MYSELF, I LOST MYSELF!” El público se unió al coro y juntos estallaron sus voces para cerrar una presentación memorable. La luz se apagó. ¡Aieee, aieee, aieee, aieee, aieee, aieee, aieee! Exclamaban miles de almas, y con el acento peculiar de un inglés al hablar castellano se escuchó: ¡gracias, muchas gracias Colombia!