Para finales del 2022, dos de cada tres emprendimientos Colombianos eran liderados o encabezados por mujeres. Según datos del Registro Único Empresarial y Social (Rues), los emprendimientos encabezados por ellas seguirán en ascenso, pues esto se está convirtiendo en una salida o camino para que las mujeres crezcan en el ámbito laboral. 

​​Ser mujer y liderar un emprendimiento hoy en día puede ser una tarea difícil de sobrellevar. Sacar adelante diferentes proyectos es una preocupación diaria, y miles de emprendimientos se ven afectados por la falta de acceso a financiación o por la competencia desleal que se genera en los diferentes sectores. Sin embargo, en los últimos años en Colombia se ha registrado un aumento en las cifras de mujeres líderes de emprendimientos, lo que representa un avance significativo en la lucha contra las barreras y estigmas que impiden el empoderamiento de las mujeres en este campo. Según un estudio del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), esto ha ayudado a superar obstáculos y alcanzar el éxito en proyectos empresariales liderados por mujeres.

Desde el año 2019, la iniciativa Aldea Empodera ha posicionado como una opción efectiva para mujeres líderes de emprendimientos en Colombia. La estrategia, impulsada por la Secretaría de Cultura y Deporte de Bogotá, selecciona 40 emprendimientos y les ofrece ayuda en tres módulos: fortalecimiento de capacidades gerenciales, desarrollo de habilidades empresariales y enriquecimiento de conocimientos financieros. De los 40 emprendimientos seleccionados, se eligen 20 que reciben ayuda en dos módulos adicionales: alistamiento para la internacionalización y acceso a recursos. A través de este programa, se ha brindado apoyo a más de 310 emprendimientos liderados por mujeres, ayudándolas a detonar su crecimiento y alcanzar el éxito empresarial.  

Los emprendimientos fortalecidos

En el mundo emprendedor, la mayoría de proyectos sean liderados por hombres o por mujeres, no logran sobrevivir más de un año debido a la dificultad para obtener el crecimiento necesario para cubrir los gastos iniciales. Laura Quintero, una emprendedora de 28 años que ha vivido en carne propia esta realidad. Con su estatura alta, tez blanca y unos grandes ojos color miel, Laura ha buscado durante casi toda su vida la manera de sacar adelante diferentes proyectos, pero la mayoría de ellos no tuvieron éxito. Fue gracias a la iniciativa Aldea EMPODERA que Laura finalmente encontró el apoyo que necesitaba para impulsar su emprendimiento en el 2021. 

“La iniciativa busca darle visualización a las mujeres en ambientes laborales y un poco competitivos. Tuve más de tres emprendimientos en los que no tuve éxito, hasta que vi esta iniciativa y en el 2021 me vi apoyada por esta campaña”, comentó Laura.

Entre la calle 77 con 13 en la ciudad de Bogotá, en medio de un ambiente un poco universitario y no muy empresarial se encuentra “Hello Honey”un espacio lleno de colores, figuras, música alegre y miles de accesorios como anillos, pulseras, collares y bolsos creados a mano por mujeres o madres cabeza de familia. De esto se trata el emprendimiento de Laura Quintero, son accesorios creados con arcilla y acrílico buscando que las mujeres se sientan cómodas con las cosas que utilizan en su diario vivir. El proyecto comenzó en el 2018 era una simple idea en la cabeza de Laura, tiene como misión que los accesorios transmitan que las mujeres no deberían tener límites, que todas somos capaces y que al ver y utilizar estos accesorios se conserve la verdadera esencia interna. 

En el año 2018, Laura tenía una idea en mente que no dejaba de perseguirla: quería crear una línea de accesorios que inspirara a las mujeres a alcanzar sus sueños y objetivos sin límites. Con esta misión en mente, comenzó a trabajar en su proyecto, buscando los materiales adecuados y diseñando cada pieza con cuidado y dedicación. Su visión era clara: quería que cada uno de sus accesorios transmitiera un mensaje poderoso, recordando a todas las mujeres que son capaces de lograr cualquier cosa que se propongan y que su esencia interna es algo que debe ser valorado y conservado. Con mucho esfuerzo y perseverancia, Laura logró convertir su idea en una realidad tangible, y hoy en día su marca de accesorios está teniendo un gran impacto en la comunidad de mujeres emprendedoras

Laura recuerda con precisión el momento en que se enteró de la iniciativa Aldea Empodera. Era un día cualquiera y ya pasaba del mediodía cuando recibió un mensaje de su esposo con un link hacia un artículo sobre el programa. Sin saber bien de qué se trataba, se aventuró a llenar sus datos en el formulario y se adentró en el mundo del emprendimiento. A las pocas semanas, recibió un mensaje detallando los pasos a seguir. Laura reconoce que el proceso de selección de los proyectos no es sencillo y se basa en una revisión rigurosa para determinar cuáles tienen más probabilidades de crecer y tener éxito. No todos los proyectos son aceptados y, por ende, no todos reciben las ayudas y capacitaciones que se ofrecen a través del programa.

La otra cara de la moneda

Esta podría ser la cara buena del proyecto o incluso una visión un poco más amena de cómo iniciar un emprendimiento pero siempre se debe conocer el otro lado de la moneda, es por esto que desde Plaza Capital se contactó con Lorena Jimenez, líder y creadora del emprendimiento “Decilo con acento pastuso”, un negocio liderado por mujeres nariñenses que trabajan en pro de la cultura e inspirado en las tradición del sur occidente de Colombia, este emprendimiento a diferencia del emprendimiento de Laura Quintero, es una emprendimiento que se ha fortalecido de manera autónoma, es decir, sin ningún tipo de ayuda del estado o de cualquier entidad 

La cultura nariñense se representa más que todo por su lengua, de esta manera, el emprendimiento de Lorena busca preservar y enaltecer la lengua pastusa “Las palabras son del pueblo y al pueblo deben volver ” 

Un negocio enriquecido por su gran variedad en cuanto a objetos de escritura, accesorios, ropa y kits de café son muestra del gran producto pastuso que esta empresa desea promover y darle amplitud a nivel internacional. Sus productos se basan en productos de acero y metal, pero siempre mostrando cómo se sienten orgullosos de su lengua. Lorena es una mujer de 36 años, nacida en Pasto, de piel trigueña, ojos cafés, y una gran sonrisa,  Ella fue criada por su mamá, una mujer emprendedora y orgullosa del lugar donde nació y donde se crió y crió a sus hijos. Al ver a Lorena podemos percibir cómo se siente orgullosa de estar creando un emprendimiento que pueda enriquecer al mundo con su cultura, se siente empoderada y al mismo tiempo considera que por medio de este emprendimiento lograra llegar a diferentes países demostrando la cultura 

El negocio emergente de Lorena ha logrado avanzar sin ningún tipo de apoyo externo, lleva alrededor de 5 años y cuentan con una diversidad de clientes, productos y miles de frases las cuales marcarán la diferencia con otro tipo de emprendimiento. Lorena intentó miles de veces ser parte de iniciativas en las que apoyaran a emprendimientos pequeños para ayudarlos a crecer, pero lamentablemente nunca tuvo éxito con esto pero así mismo se logró demostrar que para que los emprendimientos lleguen a ser visibilizados y sostenibles no necesitan ser parte de estos programas. Bien sea como Laura Quintero logró hacer que su emprendimiento saliera adelante gracias a su dedicación y cierto apoyo que le brindó el programa Aldea Empodera o  como Lorena Jimenez ha estado en el proceso de crecimiento autónomo sin ningún tipo de asesoría ni ayuda. 

Aunque el proyecto de Aldea Empodera tiene varias opciones para impulsar los emprendimientos, también presenta ciertas desventajas en su enfoque selectivo para brindar apoyo a emprendimientos. Una de las limitaciones destacables radica en la rigurosidad con la que se selecciona a los beneficiarios. Esta selectividad puede dejar fuera a numerosos emprendimientos que podrían beneficiarse de la iniciativa, restringiendo así las oportunidades para aquellos que no cumplen con los criterios establecidos. Además, es importante tener en cuenta que no todos los proyectos respaldados por el programa experimentan un crecimiento sólido. 

Las historias  de Laura y Lorena dan cuenta de parte de la realidad a la que se enfrentan los emprendimientos del país. Toda su vida han buscado que no exista una discriminacion ante las mujeres líderes de emprendimientos,  y gracias a esto miles de ellas en Colombia han decidido emprender  y comenzar sus negocios siendo ellas las líderes y contribuyendo y generando empleo a más de mujeres.