"Que caigan los tiranos y resurjan nuestras raíces": Katherine Tombé, activista Misak durante el Paro Nacional en Colombia

Viernes, 19 Noviembre 2021 20:28
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En medio de las manifestaciones registradas en Popayán y Bogotá, los indígenas Misak del Cauca tumbaron las estatuas de Sebastián de Belalcázar y Gonzalo Jiménez de Quesada, según ellos como un acto de reivindicación y resignificación por su identidad cultural.

Indígenas Misak en las manifestaciones de mayo del 2021|Indígenas Misak en las manifestaciones de mayo del 2021|Indígenas Misak en las manifestaciones de mayo del 2021||| Indígenas Misak en las manifestaciones de mayo del 2021|Indígenas Misak en las manifestaciones de mayo del 2021|Indígenas Misak en las manifestaciones de mayo del 2021||| Maritza Katherine Tombé|Maritza Katherine Tombé|Maritza Katherine Tombé|||
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El 15 de septiembre, al caer la tarde sobre el Cerro el Tulcán en Popayán, los indígenas Misak, provenientes de Toribio Cauca, derrumbaron la estatua del exgobernador de la ciudad en 1540, Sebastián de Belalcázar, quien fue acusado de genocidio por el tribunal español y por la comunidad en 1546. Para derrumbar la estatua, los indígenas ataron cuerdas alrededor de la figura y, después de varios intentos, lograron tirarla al suelo.

Por otro lado, en la madrugada del 7 de mayo en el centro de Bogotá frente a la Universidad del Rosario, los comuneros Misak derrumbaron la escultura de Gonzalo Jiménez de Quesada, conquistador español del territorio de Nuevo Reino de Granada.

Para comprender mejor este hecho, la indígena Misak y estudiante de sociología de la Universidad del Rosario, Katherine Tombé, relata para Plaza Capital lo que para ella y su comunidad representa derrumbar las estatuas de Sebastián de Belalcázar y Jiménez de Quesada. Todo esto, a partir de su propia experiencia como manifestante del Paro Nacional y su presencia en la caída del monumento de Bogotá en la Avenida Jiménez; ahora conocida por los manifestantes como la Avenida Misak.

¿Con qué fin la Nación Misak empezó a marchar?

Principalmente porque hubo un gran número de asesinatos de líderes sociales en el Cauca, pero también porque el pueblo Misak quería una reivindicación tanto de los derechos que se nos han vulnerado como de nuestra memoria histórica, no aceptando símbolos opresores. El 17 de septiembre comenzamos la lucha por esta reivindicación en las principales ciudades como Cali y Bogotá.

Lo que más se recuerda de los indígenas Misak en el marco del Paro Nacional fue cuando se tumbaron las estatuas de Belalcázar en Cali y de Jiménez de Quesada en Bogotá ¿usted está de acuerdo con esto?

Totalmente de acuerdo, no podemos hablar de respeto o cuidado de patrimonio cultural si, primero, tal estatua se puso en el sitio sagrado de la confederación pubenense; segundo, Es una estatua que no nos representa a todos, no es posible llamar "héroe" a un genocida que acabo con muchos pueblos tanto en Ecuador como en Colombia.

Entonces, ¿para usted hay alguna diferencia entre derribar una estatua y dañar las estaciones de Transmilenio?

Sí. Las estaciones de Transmilenio son un servicio de transporte que los bogotanos utilizan, pues esta no representa o no imparte una imagen de heroísmo. Es un servicio que útil, cumple la función específica de transportar y no están construidas en un sitio sagrado, o pueda que sí, habría que revisar la invasión de los españoles en territorio muisca. El hecho es que al hablar de patrimonio cultural se reconoce la herencia propia del pasado, y desde una decisión colectiva, tanto pueblo Misak, pueblo Nasa y pueblo Pijao que conforman AISO, tomamos la decisión de no seguir bajo el yugo del poder colonial que los españoles dejaron. Es hora de contar también nuestra versión como pueblos, de no aceptar símbolos opresores. Que caigan los tiranos y resurjan nuestras raíces”.

¿Qué logro la comunidad Misak con estos derribamientos?

“Más que todo visibilización. Nadie antes se cuestionaba acerca de lo que representaba una estatua para los pueblos indígenas. Tumbarlas es un acto de re significación, no es vandalismo ni nada de eso, va más allá. No se deberían exaltar personas que no son héroes, son genocidas, exterminadores de los pueblos indígenas”.