El 13 de abril de 2024, la hija de Alcibíades Ulkwe, Aqua Madeley de 14 años, salió de su casa a eso de las siete y treinta de la mañana directo a un instituto técnico donde aprendía cosmetología. Quedaba a una cuadra de su hogar y, a dos calles de su colegio, -la institución educativa Susana Trochez de Vivas-, cerca a la estación de policía del municipio. Ese sábado todos en la familia la estaban esperando para el almuerzo. Sin embargo, nunca volvió.
A eso de la una de la tarde, —-tras no llegar Madeley-, los padres llamaron a la institución, y les dijeron: “Ella salió a las 11 de la mañana en el receso con una compañera a mecatear y ninguna de las dos regresó”.
Han pasado ya catorce meses desde que reclutaron a Madeley, y la única comunicación que ha tenido con sus padres fue en el mes de junio de 2024, una llamada corta con más incertidumbres que respuestas. Alcibíades, luego de aquella llamada, desesperado por obtener algún hallazgo o indicio, ingresó a las redes sociales de su hija y revisó unos mensajes entre ella y un usuario de Messenger, Facebook, que nunca hubiese imaginado.
Su padre, Alcibiades Ulkwe, oriundo del Resguardo indígena La Aguada, Cauca, fue reclutado por la guerrilla de las extintas Farc en dos ocasiones; cuando estaba en su niñez y cuando era adolescente. Escapó de las filas —las dos veces— y forjó una nueva vida al cabo de los años. No obstante, hoy en día vive una situación “peor” —-en sus palabras-— de la que vivió en su pasado. Un verdadero testigo de la vulneración de garantías de no repetición en Colombia.
En el departamento de Cauca, el 26% de la población está expuesta a contenido relacionado a reclutamiento de menores de edad en redes sociales, es decir, uno de cada cuatro usuarios de internet accede diariamente a este tipo de contenidos. En ese departamento se concentran más del 54% de las cuentas activas que promueven la vinculación de menores a grupos armados, según la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP (Jurisdicción Especial para la Paz).
Un nuevo modus operandi -ahora digital- en el cual los jóvenes colombianos no solo están siendo adoctrinados a través de comunidades digitales e influencers de estos grupos armados sino, también seducidos a través de videos difundidos por redes sociales que exponen las riquezas que generan las economías ilegales.
Menores uniformadas divulgando la historia y vida de Tirofijo, memes alusivos al anteriormente mencionado, collages, dibujos animados -quizá con IA-, entre otros. Y videos de camionetas, motos, alcohol, dinero, cultivos de hoja de coca, cómo aprender a raspar la hoja, de los laboratorios, del proceso y resultado de su producción, etc. Acompañados de emoticonos (trébol, camándula, águila, ojo musulmán azul y ninjas o encapuchados) y en especial la música como; los corridos prohibidos. Estos son los elementos audiovisuales que acompañan los clips publicados en redes como; TikTok por usuarios que refuerzan la estética y el imaginario del poder a través de lo ilícito según el ejercicio investigativo de este reportaje.
Exponer el testimonio de Alcibíades Ulkwe, y además evidenciar las publicaciones -ya sea videos o fotos- encontradas en TikTok, los perfiles registrados de Facebook, los datos de informes de Indepaz, Ministerio de Defensa, la JEP, la policía nacional, y hacer un pequeño contraste indirecto con los reportes en materia de la deserción escolar en el Cauca, y la participación de los menores de edad en los programas del ICBF, es pertinente para hacer una seria revisión de la situación.