El arte como forma de revolución: el movimiento drag en Bogotá

Martes, 26 Marzo 2019 10:32
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Mediante el uso de excéntricas pelucas y tacones descomunales, el arte drag busca luchar contra los estereotipos de género, la desigualdad social y la invisibilización de las comunidades trans y drag.

Camilo Quintero (izquierda), Diego Murillo (derecha). Estudiantes de Artes Escénicas.||| Camilo Quintero (izquierda), Diego Murillo (derecha). Estudiantes de Artes Escénicas.||| Foto: Gabriela Castaño|||
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Mucho se habla sobre el ‘transformismo’ y las drag queens. Las vemos en las calles, en shows y en revistas, pero poco sabemos sobre el verdadero objetivo de su transformación. Se suele creer que una drag queen es un hombre que quiere convertirse en mujer. También, varias personas creen que la transformación de este grupo tiene exclusivamente un propósito erótico o estético, para poder vender su cuerpo y su sexualidad. No hay nada más lejano de la realidad. Cuando el maquillaje tiene un fin político y social, la belleza pasa a segundo plano. ¿De qué forma las excéntricas pelucas y los vestidos llamativos realizan una crítica social en torno a las nociones tradicionales de los roles de género? ¿Es el arte una herramienta útil para luchar en contra de la discriminación que sufren estos grupos marginados? 

“La Noche y las Luciérnagas”

La Universidad Distrital Francisco José de Caldas fue testigo de una de las noches más memorables para la comunidad trans en Colombia. El 9 de noviembre de 2018 se llevó a cabo "La Noche y las Luciérnagas", un evento que congregó a visitantes de todos los rincones del país. Con artistas drag de Bogotá, Medellín, Cali y Pereira, se inauguró un evento que tenía como propósito realizar una lucha política por la igualdad y los derechos civiles de la comunidad LGBTI.

A pesar de las violentas muertes sufridas por artistas drag y trans a lo largo del país, la comunidad respondió de una forma mucho más sofisticada: utilizó el arte como apuesta política para hacer un llamado a la igualdad. Con una serie de desfiles, coreografías, canciones y fotografías, la comunidad trans lamentó la discriminación y exclusión que sufren en todos los sectores del país. Incluso, el rechazo también es reproducido al interior de la comunidad LGBTI (Lesbianas, Gais, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales), en la que, dentro de algunos círculos, se considera a la población trans como “la pieza defectuosa” del sistema. Lo anterior se debe a que se les estigmatiza como una sigla diferente y "exótica", apartada del resto de la comunidad.

La diversidad del término Trans

Los términos transgénero, transexual, drag y transformista suelen utilizarse de forma indiscriminada. Debido a la invisibilidad de la comunidad, no se le suele prestar mucha atención a las diferencias, pues para una parte importante de la población colombiana todos son lo mismo. No obstante, estos términos pertenecen a grupos y personas distintas, con formas de vida bastante diferentes.

Lo primero que se debe aclarar es que la orientación sexual es irrelevante en esta temática. Una persona puede haber nacido como hombre, pero se siente identificada como mujer. No obstante, esto no quiere decir que a esta mujer trans obligatoriamente le atraigan los hombres. Las mujeres trans pueden ser lesbianas, e incluso asexuales (no sentirse atraídas por ningún sexo). La identidad de género no tiene ninguna relación con la orientación sexual. Así, el sexo es un factor biológico, determinado al nacer. El género, por otro lado, es una construcción social, que se compone de distintos comportamientos, apariencias, vestimentas y atributos que una sociedad considera apropiados para los hombres y las mujeres.

Las personas transexuales son aquellas que tienen plena convicción de pertenecer al sexo opuesto del que se les asignó al nacer. Debido a que estas personas no se reconocen en su cuerpo, se someten a distintos procesos de transición, conocidos como “procesos transexualizadores”, en donde consumen hormonas o se realizan cirugías de reasignación genital. Las personas transgénero, por otro lado, son aquellas que no se sienten identificadas con el sexo biológico con el que nacieron. No obstante, no se han sometido a una operación de cambio de sexo. La transexualidad ocurre en el cuerpo, el género ocurre en la mente.

El término transformista se utiliza para los hombres o mujeres que se visten y adoptan modismos culturales (vestimenta, comportamiento, maquillaje) que comúnmente se le designan al género opuesto. Este suele ser una disfraz que no exagera los rasgos del género opuesto. Puede tener un objetivo estético o artístico.

El término drag queen o drag king es una forma de expresión artística. Esta transformación, al contrario del transformismo, es una exageración del género opuesto, que se conforma por maquillaje llamativo, pelucas y tacones altos, con el objetivo de realizar una crítica o burla a las nociones tradicionales de los roles de género.

 

Lightking, artista drag. Foto: Gabriela Castaño

 

Por ello, un hombre heterosexual y casado puede ser transformista, ya sea con fines artísticos, o con el objetivo de permitir que su feminidad, que se reprime por factores culturales y sociales, pueda fluir libremente. Sin embargo, en su cotidianidad esta persona se identifica como hombre heterosexual. Su transformación ocurre, únicamente, en momentos específicos.

Un encuentro entre sobrevivientes

Lady Zunga fue una artista, activista e ícono de la “moda underground”, que fue encontrada muerta en su apartamento de Bogotá, en la mañana del 10 de noviembre de 2017. Con solo 39 años, Lady Zunga dejó un legado estético y político que todavía permanece en la comunidad trans, drag y queer. "La Noche y las Luciérnagas" es un homenaje a la legendaria artista, mediante una iniciativa política y estética que busca visibilizar la discriminación y los asesinatos sistemáticos que sufre esta población, los cuales parecen invisibles para el resto del país. Así lo rectifica Colombia Diversa, organización no gubernamental defensora de la comunidad LGBTI. Cada año, esta organización publica un informe en el que se muestran las cifras de asesinatos hacia personas trans, cifras que no han disminuido en los últimos años.

La artista era reconocida por haber tomado la controversial decisión de cambiar su nombre por las letras del abecedario. “ABCDEFG HIJKLMN OPQRST UVWXYZ” se ganaba la vida como DJ, diseñadora y artista. Conocida como “La reina de las mil identidades”, Lady buscaba difundir un mensaje sobre el respeto hacia las otras personas y a lo que es diferente. Su lucha en contra de la discriminación la emprendía a través de su mejor arma: la música. “La música es el único idioma universal”, afirmó Lady en un perfil realizado por la Casa Productora Cine Piso Siete.

De esta manera, ella transmitía su mensaje utilizando un idioma que pudiera llegarle a todas las personas. Esta batalla artística se reprodujo en el resto de la comunidad, que ahora realiza el evento en su memoria. La comunidad trans y drag intenta llenar el enorme vacío que dejó su partida mediante música, arte y danza.

Las causas de su muerte todavía son desconocidas. Según la Policía, falleció debido a un accidente, pues estaba realizando una sesión de BDSM sola, por lo que murió ahorcada. El BDSM es una serie de fantasías eróticas que incluyen prácticas masoquistas. “Los que la conocíamos descartamos un suicidio, porque ella tenía muchas ganas de vivir y muchos proyectos por terminar”, aseguró Diego Amaya, más conocido como Katrina Zerolimit, artista drag y activista por los derechos LGBTI. 

Llama la atención la indiferencia que han tenido algunos medios comunicativos por investigar las verdaderas causas de su muerte. En varias revistas y periódicos se resaltan las excentricidades de la artista, pero no se indaga por los motivos de su ahorcamiento. Existen diversos rumores en torno a un posible asesinato por motivos transfóbicos. No obstante, el caso quedó cerrado y los medios no indagaron con mayor profundidad sobre el acontecimiento. ¿Cuál ha sido el método para luchar en contra de la invisibilización y la indiferencia? La respuesta: el arte.

El “artivismo”: la luz en medio de la oscuridad

El evento fue nombrado "La Noche y las Luciérnagas" en honor al poeta italiano Pier Paolo Pasolini y el filósofo francés Georges Didi-Huberman. Ocho meses antes de ser asesinado, Pasolini publicó un artículo titulado “La desaparición de las luciérnagas”, en el que desarrolló una crítica sobre el rumbo que estaba tomando Europa y el vacío de poder en Italia gracias al fascismo. Debido a la polución, a inicios de los años 60 dejaron de verse las luces de las luciérnagas en los campos italianos. Europa sucumbía ante el consumismo, la velocidad y la tecnificación de la sociedad. Italia había sufrido una fuerte decadencia moral. La luz de las luciérnagas simbolizaba la esperanza que se apagaba en medio del rumbo caótico que, para muchos, tomaba el mundo. Las luciérnagas habían dejado de verse en los campos.

George Didi-Huberman retrataba a estos insectos como símbolo de la fragilidad humana, pero al mismo tiempo como la capacidad de resistencia del individuo frente a regímenes políticos que no lo representan. Con su luz tenue, las luciérnagas son un elemento poético que simboliza la resistencia, al iluminar las calles inundadas por luchas políticas y reflectores dictatoriales.

Esta relación entre estética y política se traslada al encuentro entre resistencias que simboliza "La Noche y las Luciérnagas". Una comunidad invisibilizada, atacada y marginada se reúne para mostrar que también es importante. De ahí surge el término “artivismo”, una combinación de “arte” y “activismo”, que protesta mediante presentaciones artísticas y música. La apuesta en esta presentación es mostrar la pertinencia política, cultural y estética que tiene la población trans, drag y queer.

El objetivo de la transformación

Existen varios estereotipos en el país sobre el transformismo y la comunidad trans en general. Se suele creer que ser transformista o ser transgénero es estar parada en una esquina, con medias de mallas y peluca. Otros creen que la transformación se hace con el objetivo de incomodar a los demás. A continuación, varios artistas drag explican el objetivo de su transformación.

“Yo me empecé a transformar porque mi familia no me quería por ser ‘maricón’. Lo que hice fue rebelarme contra mi familia y comenzar a transformarme porque sabía que era lo que más les chocaba. La verdadera esencia de lo que soy ahora es la rebeldía”, afirmó Drag Papel Paulina Pariskova, artista drag reconocida en el interior de la comunidad.

 

Drag Papel Paulina Pariskova, artista drag. Foto: Gabriela Castaño

 

“Transformarse es un medio de superación. Busco expresar el arte de diversas maneras. Es una manera de ser libre y de fomentar el arte. Desde pequeño siempre tuve ese lado femenino. Siempre quise mostrarlo, hasta que llegó el momento”, contó Light King, drag queen y artista reconocida. “No me importa si se refieren a mí como él o ella. Cualquiera de las dos está bien”.

“Yo encontré en mi cuerpo un lienzo. El cuerpo es ilimitado para poder crear, lo utilizo para hacer mi propia obra de arte. El arte en mi vida es la oportunidad que tengo de descubrirme. Transformarse es una forma de resistir. Desde el arte se resiste a la opresión. Se batalla contra el machismo, la homofobia y la transfobia”, explicó Katrina Zerolimit, activista, artista visual y drag queen.

 


Foto: Gabriela Castaño 

 

Se suele relacionar a la transformación con la belleza. No obstante, lo más importante para los artistas drag no es verse bien. Además de sentirse bellas, las drags buscan generar incomodidad o un choque en el público, pues se intenta romper con estereotipos y nociones asumidas sobre la apariencia que cada género debe adoptar. El drag es una burla a la construcción social de género, una forma de desnaturalizar nuestra realidad y cotidianidad. "Hay drag queens feas, drag queens que dan miedo. Las drags vienen de todas las formas", afirmó Fantasia Salvaje, artista drag.

El “artivismo” en los estudiantes: el teatro como comienzo de una revolución

En medio de las marchas por la educación pública, estudiantes de la Universidad Distrital decidieron protestar de forma distinta: mediante el teatro. "La Noche y las Luciérnagas" surge como un evento que apoya los movimientos estudiantiles, al combinar el arte y la política para generar un cambio social.

El colectivo ASAB (Academia Superior de Artes de Bogotá) está compuesto por estudiantes de Arte Danzario, Artes Escénicas, Artes Musicales y Artes Plásticas de la Universidad Distrital. En el interior de esta comunidad, un grupo de estudiantes decidió transformarse y apropiarse del movimiento drag para visibilizar una problemática que perdura en todo el país.

El proyecto surgió gracias a una electiva nombrada “La música y la escena”, en la que se utilizó el drag como temática principal para poder explorar la transformación en medio de la escena musical. Esto motivó a varios estudiantes de la comunidad a reconocer un nuevo lado artístico, pues se apropiaron de un personaje que les permitía descubrir todo un mundo de música, cultura e identidades diversas. 

“El objetivo del evento es, primero, apoyar el movimiento estudiantil desde una perspectiva de estéticas alternativas, buscando tolerancia y haciendo énfasis en la diferencia. También, se busca unir lo político con lo artístico, y a esta nueva tendencia drag que hay en el mundo”, declaró Ignacio Rodríguez, profesor de Artes Escénicas de la Universidad Distrital y organizador del evento.

“El arte es lo que cambia el mundo”, afirma Sebastián Moreno, estudiante de Artes Escénicas. Su transformación y apropiación del personaje tienen como objetivo generar un espacio de visibilización en el interior de la universidad: “le estamos enseñando a un público que existen cosas más allá de la heteronormatividad”, señaló Moreno.

 

Tatiana Sierra, como Villalobo. Drag king y estudiante de Artes Escénicas. Foto: Gabriela Castaño.

 

"Mediante el arte, podemos incentivar la tolerancia y el respeto. El arte es educativo, en cierta medida. Le enseñamos a la gente sobre una temática que no conoce", manifestó Tatiana Sierra, estudiante de Artes Escénicas.

Los estudiantes comenzaron el espectáculo de “La Noche y las Luciérnagas” en medio de enérgicas coreografías, canciones insignia de la comunidad LGBTI y con una performance que cumplió con todas las expectativas. Todos los entrevistados coincidieron en que su transformación tiene como objetivo realizar un cambio político y social. Varios de los "artivistas" están próximos a graduarse.

Unión entre arte y política: discriminación, “endodiscriminación” y violencia en contra de la comunidad trans

El 28 de abril de 2016 se tomó una decisión que cambiaría al país para siempre. La aprobación del matrimonio igualitario en un país con profundas bases conservadoras fue uno de los diversos triunfos que tuvo la comunidad LGBTI en los últimos años. Aunque hubo bastante polémica en torno a la adopción igualitaria, en Colombia hoy es legal que las parejas del mismo sexo adopten menores. Si bien la situación de derechos LGBTI en Colombia es positiva comparada con muchos países como los africanos, en donde 34 estados penalizan la homosexualidad, todavía hay bastante camino por recorrer.

Colombia Diversa, organización que vela por el respeto de los derechos de la población LGBTI en Colombia, publicó un informe que reveló la cantidad de asesinatos a miembros de esta comunidad a lo largo de 2017. Murieron de forma violenta un total de 107 personas, siendo los más afectados hombres gais y las mujeres transexuales. De este informe, Colombia Diversa destaca que “las mujeres trans en Colombia son las principales víctimas de la violencia por prejuicio y el abuso de autoridad, especialmente por parte de la fuerza pública, así como que las personas intersexuales y los hombres trans son aún invisibles social, cultural y legalmente”.

La Red Latinoamericana y del Caribe de Personas Trans (LACTRANS) estima que un 65% de los transexuales en América Latina ha sido discriminada y violentada en el ámbito escolar. El informe publicado en el 2014 por esta organización es de suma importancia, pues tiene presencia en 16 países de la región. Lo anterior, sumado al nulo o poco apoyo de las familias, tiene como resultado que una importante parte de la población trans abandone los estudios, por lo que se deben dedicar a oficios como la prostitución para poder sobrevivir. El informe rescata los casos puntuales de Argentina y Uruguay, países en donde se ha implementado una Ley de Identidad de Género, que busca la protección específica de estas comunidades minoritarias. Según el informe, una de cada diez mujeres trans y tres de cada diez hombres trans retornaron al sistema educativo un año después de haber sido promulgada la ley. La investigación concluye que “la existencia de una ley que garantiza el derecho a la identidad de género ha logrado en algunos casos superar esa barrera para acceder al sistema educativo sin discriminación”. 

No obstante, lo que convierte a la comunidad trans en el grupo social más rechazado es la discriminación que también existe en el interior de la misma población LGBTI. Si bien la aceptación hacia gais y lesbianas ha mejorado considerablemente, la comunidad trans sigue siendo, muchas veces, rechazada e invisibilizada al interior de este colectivo. Este fenómeno, conocido como "endodiscriminación", es una de las principales causas de que el movimiento no pueda avanzar de forma conjunta. Un ejemplo de ello son los distintos relatos de cómo no se permite el ingreso de mujeres y hombres trans a Theatron, la discoteca LGBT más grande del país. Un ejemplo de ello es el relato de Emilio Gallón, joven trans de 20 años, el cual cuenta el maltrato que sufrió en la discoteca y cómo no lo dejaron ingresar a sectores de solo hombres, porque en su cédula decía que era de sexo femenino.

La endodiscriminación se evidencia también a través de otros casos, como el de la artista drag, Fantasia Salvaje: "somos una comunidad que está ultrajada y apartada. No debemos dividirnos más entre nosotros. Está la figura del macho, que todo el mundo adora e idolatra. Si no eres macho, pareciera que no valieras igual que otros gais".

Sarah González, mujer trans, música y activista por los derechos LGBTI, cuenta que existe una fuerte división dentro de la comunidad: "Todo lo que ocurrió con el tema de la señorita España, Ángela Ponce, desató una ola de endodiscriminación por parte de muchos hombres gais hacia nosotras, las personas trans. El hecho de que tú seas una persona de los sectores sociales LGBT no te exime de tener algún tipo de fobia hacia otra persona del grupo. Hay que tener en cuenta puntos comunes en la agenda de todas las siglas, para trabajar y luchar desde lo que nos une".

Según Sarah González, incluso si el arte es un mecanismo de sensibilización efectivo, el objetivo de las obras no es limitarse a ser simples presentaciones atractivas. Las obras, fotografías y la transformación en general tienen un objetivo político: lograr una concientización y un cambio social. Además de la visibilización y la disminución del rechazo, existen ciertos puntos específicos que ayudarían en la lucha política de las siglas más relegadas de la comunidad: “Las artes son un buen mecanismo de sensibilización y artivismo. Pero sí siento que para ayudar a la realidad de las personas trans, sería ideal que hubiera un contenido político en un show o performance drag, para poder ayudar a la discriminación que sufre la comunidad trans”, manifiesta Sarah.

Un ejemplo de ello es la Ley Integral Para Personas Trans, aprobada en Uruguay. Después de continuas marchas, batallas y visibilización por parte de los medios, finalmente las personas trans pudieron conseguir una ley que se centrara exclusivamente en sus necesidades. Lo anterior se debe a que en este país una parte importante de la población trans se dedica a la prostitución, pues es discriminada en centros educativos por su condición y para ganarse la vida muchas veces no tiene otro remedio. Del mismo modo, varias trans son echadas de sus casas a los 18 años por parte de sus familias, según documentó el diario El País de Uruguay en el mes de septiembre de 2018. En medio de este panorama de exclusión se crea una ley que, si bien estipula derechos básicos como el derecho a la educación y a la salud, se centra en el cumplimiento efectivo de los mismos para las personas trans.

En el caso puntual de Colombia, la representación política en el Senado es otro de los objetivos de la comunidad. Tatiana Piñeros es una mujer transexual, contadora y activista colombiana. Durante la Alcaldía de Gustavo Petro, se desempeñó como Directora del Instituto Distrital de Turismo, en donde comenzó a ser reconocida por sus habilidades y trayectoria. También fue reconocida por ser la primera mujer transexual en lanzarse como candidata al Congreso de la República, desde la Lista Decentes. Si bien no se consolidó como senadora, logró una gran visibilidad en los medios comunicativos por ser pionera en su iniciativa. En una entrevista publicada en El Tiempo en 2017, manifestó que “necesitamos hacer presencia en el Congreso, teniendo en cuenta que allí se hace control político y también se hacen las leyes que nos benefician o afectan”.

La comunidad trans y drag permanece en su lucha. En este punto, se recuerda la imagen de la luciérnaga como símbolo de resistencia y fortaleza. En respuesta al pesimismo relatado por Pier Paolo Pasolini y Georges Didi-Huberman sobre la desaparición de las luciérnagas, Leonardo Sciascia, escritor italiano, responde lo siguiente: “anoche -escribe Leonardo Sciascia en El caso Moro-, al salir para dar un paseo, vi una luciérnaga en la hendidura de un muro. No veía luciérnagas en estos campos, desde hace por lo menos cuarenta años…”. En medio de la destrucción moral, el caos y la perdición, todavía persiste una luz de esperanza, pues las luciérnagas aún circulan en los campos de Italia. Análogamente, el arte simboliza la luz del movimiento drag, en donde se lucha por lograr un país con verdadera inclusión y respeto. La comunidad trans y drag no se rinde ante las adversidades, pues mediante el artivismo y la transformación buscan exteriorizar todo aquello que la sociedad ha intentado que repriman.