“Llevamos ocho años con programación permanente de circo en Bogotá, y la cantidad de veces que hemos estado con la mamá y el papá del artista en la gradería han sido muchísimas”, explica Juan David Villa, director de proyectos de La Ventana Producciones, productora artística de la escena del circo en Bogotá.
“Al público sí le gusta el circo, pero no tenemos la costumbre de apoyar económicamente al circo nacional”, reflexiona Luisa Montoya, antropóloga, bailarina de jazz y danza contemporánea, y directora de la academia La Gata Cirko. Una experiencia que recuerda Montoya es haberse presentado un par de veces en el teatro Jorge Eliécer Gaitán, donde pueden entrar aproximadamente 1.800 personas. Cuando dieron una función gratuita completaron aforo y en la fila se quedaron 500 personas más. Pero, en otro momento crearon una obra, para este mismo lugar, con venta de boletería y no alcanzaron ni a llenar la sala.
Sobre el tema, Erika Ortega, actriz y directora de La Ventana Producciones, recuerda las cifras de la Ley de Espectáculo Público en donde los mayores ingresos en impuestos los proporciona la música y, a pesar de las dificultades, el circo, en segundo lugar. Aunque estos números vienen de las visitas del Circo del Sol al país, ya que es el más comercial en la actualidad. En el siguiente mapa interactivo podrá conocer los circos más famosos que han venido a Colombia.
También han venido compañías circenses como XY, la propuesta artística francesa que mostró su obra en el teatro Julio Mario Santo Domingo con una boleta a más de 100 mil pesos y estuvo muy cerca de completar aforo. Se puede ver, entonces, que las compañías de circo internacional reciben más apoyo del público que las apuestas artísticas nacionales o locales. Es que, además, las ofertas colombianas se enfrentan a una difusión escasa por parte de los medios de comunicación y son pocas las salas que se encuentran adecuadas para presentar todas las técnicas de circo.
“La prensa escoge selectivamente qué es lo que le gusta mostrar y qué es lo que no, y no tenemos la cultura de consumo de nuestros productos, entonces no se muestran”, asevera Juan David Villa, director de proyectos de La Ventana Producciones. Así, la competencia se vuelve más difícil para las creaciones circenses nacionales porque las propuestas extranjeras invierten en propaganda y son de gran atractivo para los medios de comunicación por su reconocimiento internacional.
Andrea Paola Martínez, directora de la compañía de circo contemporáneo DosPuntos Circo, la cual se especializa en investigación, creación y circulación de nuevas propuestas circenses, recalca que ha tenido dificultades en sus muestras de circo. “Existen muy pocas salas adecuadas en la ciudad para espectáculos de circo, por ejemplo, no cuentan con el espacio necesario para acrobacias aéreas”, explica Martínez.
La calidad del espectáculo se vuelve otro punto de comparación con la producción de arte extranjero. “Las creaciones de circo que hacemos en Bogotá todavía no han creado una estética original, sino que son copias de grandes circos contemporáneos”, admite Juan David Villa. Tatán Hernández, un artista que estudió circo de manera profesional en Italia, le atribuye esta falta de autenticidad a la ausencia de estabilidad económica de los cirqueros en Colombia. En Italia los cirqueros tienen facilidades financieras que les permiten dedicarse a crear propuestas innovadoras. “Allá tú trabajas en un show por un año para poder presentarlo, pero acá tú vas creando y vas mostrando porque sino no comes”, confiesa Hernández.
Aunque, no solo se trata de que las personas prefieren gastar su dinero en presentaciones internacionales de circo, sino también que en Colombia hay limitaciones económicas que no dejan a todos disfrutar del arte. Nicolás Suárez, artista de circo callejero, comenta que debido a que el consumo de bienes culturales no hace parte de la canasta familiar del país, que se encuentra en $872.144. “Así, no vamos a tener la cantidad suficiente de personas que soporten las necesidades de todos los cirqueros”, asegura.
Realizar presentaciones en empresas es una de las formas de empleo de los artistas. Pero, estas esconden dificultades ligadas a la falta de educación profesional en este arte y la concepción de indigencia que se asocia a este oficio. Por lo que no se piensa en un valor económico proporcional y equitativo a su trabajo. Hernández recuerda una experiencia que le hizo pensar en que, a veces, los clientes prefieren gastar menos dinero que apoyar a los artistas que hacen valer su trabajo y lo realizan de manera profesional.
“Me salió una función de un fin de semana con Colpatria por el día de la familia. Incluía un show aéreo, de malabares, un mago y un presentador por día, les cobré cuatro millones y medio por los dos días. Sellamos el pacto de palabra, pero luego la señora me llamó para decirme que había visto un grupo en el septimazo que les ofrecía lo mismo por 500 mil pesos, mi respuesta fue que los contratara a ellos. Ese sábado de la función me llamó desesperada porque el grupo había llegado tarde, olían a marihuana, se comieron la comida de la cocina y el show no fue lo esperado. Yo le respondí que iba al día siguiente, pero le cobraba lo que vale un día de mi trabajo. La señora respondió, sí, lo que ustedes me pidan”, cuenta Hernández.
La competencia también se ve entre quienes realizan presentaciones para empresas y aquellos que trabajan en el semáforo para conseguir un sustento diario. Ser cirquero en el espacio público es relacionado con la pobreza y el rebusque. De acuerdo con Jhon Jairo Martínez, artista de circo, hasta las empresas al momento de contratar artistas de circo les piden que no tengan relación con el trabajo en el semáforo porque lo consideran poco profesional. En el siguiente vídeo puede conocer cinco mitos del circo que afectan a los artistas en su trabajo y en la circulación de sus obras.
Trabajar en el espacio público implica lidiar con las opiniones que cada ciudadano tiene de este arte. Incluso, con quienes tienen un nivel de autoridad más alto, como sucede con los policías. “El código de esta institución reglamenta el uso de estas áreas, por lo que su implementación en las calles está mediada por el genio del policía que lo interprete”, explica Juan David Villa, director de La Ventana Producciones.
De esto pueden surgir abusos de autoridad como el que sufrió el artista de circo, Nicolás Suárez. “Llegaron abusivamente a un parque y me cortaron mi cuerda con unas tijeras, solamente porque les dio la gana, eso es totalmente irrespetuoso, tu no sabes cuanto cuesta ese cuerda”, enfatiza. Según el Código de Policía, fijar objetos al espacio público hace parte de los comportamientos contrarios al cuidado e integridad de estos lugares. Pero, la acción correctiva correspondiente a este aspecto es la reparación del inmueble dado el caso que esté dañado, aunque esta situación no ocurrió.
Puesto que el espacio público acoge a artistas de circo todos los días en sus semáforos, andenes y parques, está coyuntura de cuarentena preventiva ante la expansión del coronavirus ha ocasionado que los artistas de circo callejero estén en crisis. Juan David Villa advierte que ellos viven de lo que consiguen día a día realizando muestras de sus obras, así que sus ingresos en esta temporada son nulos.
Jhon Jairo Martínez, artista y parte de la Mesa Local de Ciudad Bolívar de Circo, comenta que desde la mesa de la localidad, están realizando una base de datos para saber qué compañeros se encuentran sin recursos y así poder ayudarlos con un mercado o medicamentos esenciales que puedan necesitar para solventar estos días.
Este gremio, también, ha acudido a instituciones como el Ministerio de Cultura para pedir sustento durante la crisis. Ante esto, la institución anunció medidas para los artistas más vulnerables a través del Decreto 475 del 27 de marzo del 2020. Entre las cuales se encuentra: entregar pensiones vitalicias a tres mil creadores culturales de la tercera edad y postergar los plazos para que los productores puedan declarar y pagar su contribución parafiscal.