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Mantener la fe a distancia

Los retos y estragos de una pandemia

Por María Paula Sierra y Camila Moreno — Publicado por Plaza Capital. el 16 de noviembre,2020

El inicio de la cuarentena en Colombia desestabilizó la forma tradicional de realizar el culto evangélico en el que el canto, la reunión y la alabanza multitudinaria eran protagonistas. La congregación ya no era una opción y la tecnología se convirtió en una nueva forma de conexión con Dios.

Tras el diagnóstico del primer caso de Covid-19 en Colombia, los líderes de varias iglesias evangélicasEvangélico El término, en latinoamérica, suele usarse para referirse a todo culto cristiano protestante o no católico, es decir, a toda religión que fundamente sus creencias en Cristo y el nuevo testamento. empezaron una búsqueda de alternativas que fueran compatibles con la nueva realidad, pero no pudieron llevar sus planes a cabo. En lugar de planear actividades para los niños y la prédica tradicional para el fin de semana, en la Iglesia Confreternidad ColinaLa Iglesia Confraternindad:Esta comunidad de fe se encuentra ubicada en Bogotá, Colombia en el Barrio Colina Campestre. Esta congregación está formada por personas de todo tipo, y según su página web, se les caracteriza por ser personas unidas en el anhelo de una relación significativa y transformadora con Dios.confraternindadcolina.com, se realizó una reunión logística fuera de lo común, el diálogo no se centraba en la teología sino en un enemigo invisible y maligno: un virus.

Miguel Pulido es el pastor de jóvenes de esta iglesia, ubicada en el norte de Bogotá, y recuerda aquella reunión como la última vez que vio cara a cara a sus ‘hermanos’. Tenía certeza que el próximo domingo se verían, pero lo único cierto en ese momento era que el virus se propagaba y ganaba ventaja sobre cualquier directriz institucional. “Fue muy rápido. Nos reunimos ese último martes y pensábamos que le daríamos a la gente todas las directrices el domingo pero la cuarentena la declararon el sábado en Bogotá”, recordó.

Alabanza en la distancia

Desde ahí iniciaron los retos, siendo el primero de ellos la distancia. La imposibilidad de reunirse para el rito durante la reapertura de varios sectores económicos llevó a que varias figuras religiosas se pronunciaran, alegando que se les estaba vulnerando sus derechos fundamentales como el del culto. De acuerdo con el teólogo de la Universidad Javeriana, Misael Kuan, este fenómeno se debe a que la congregación es el principal componente de estas religiones al crear sentido de colectividad y fraternidad. “Es un culto de presencia, de ir al templo, de ir a la iglesia para la construcción de comunidad”, explicó.

Pulido utilizó las redes para realizar los cultos. Imagen:Iglesia Confraternidad Colina.

Para el pastor Pulido, han sido tiempos difíciles, pues no tener contacto con los demás durante el servicio de culto ha marcado su experiencia como predicador y la de sus fieles. Una situación que no solo se presenta en las iglesias como las de Confraternidad, a la que pertenecen alrededor de 350 personas, sino que se extendió hasta las grandes
iglesias de Bogotá como la Iglesia ManantialInglesia Manantial: según su página web, esta es una iglesia que se ha dedicado a la prédica y expansión del evangelio en toda Colombia, además, aseguran que creen en la restauración social y la divina trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Tiene tres sedes en Bogotá, una al norte, en la autopista con calle 200, otra en el barrio Rionegro y en el suroccidente de la capital en la calle 13.soymanantial.com, sobre la calle 13 al suroccidente de la ciudad. Elvira Vargas es una de sus miembros y expresa que uno de sus deseos es volver al templo y compartir con la gente. “A nosotros nos hace mucha falta, irnos a congregar porque eso es como un alimento espiritual para nosotros”, expresó.

María Egugenia Hernandez, antropóloga y profesora del Centro de Estudios
Teológicos y de las Religiones
(CETRE)CETRE El Centro de Estudios Teológicos y de las Religiones- CETRE es una unidad académica de la Escuela de Ciencias Humanas dedicada al estudio interdisciplinario e intercultural del fenómeno religioso en la Universidad del Rosario,Colombia Escuela de ciencias Humanas de la Universidad del Rosario explicó que la distancia es una de las mayores afectaciones para los cultos pues conflictúa con una de sus bases: la congregación. “Es muy difícil para ellos, porque uno de sus pilares es el encuentro con los hermanos a reflexionar sobre la palabra de Dios y hasta ahora es que están regresando, cuando antes estaban todo un día en culto”, explicó.

En algunas iglesias, este no ha sido un impedimento para continuar con su labor espiritual, ni representa un afán para los demás pastores de su iglesia. “La distancia o el no poder ir a un lugar no es la esencia de las cosas.Tenemos nuestras reuniones por Zoom, tenemos los medios tecnológicos como le ha tocado a todo el mundo en estos momentos”, afirmó el pastor Pulido. De acuerdo con Hernández, la tecnología se convirtió en el mejor aliado de las iglesias para sortear las limitaciones,convirtiéndose en una necesidad para el dinamismo de los cultos, mantener el interés de los fieles y conservar su fidelidad.

Sin embargo, para algunos feligreses esta tarea no ha sido fácil, pues muchos de ellos no tienen la capacidad económica ni la cobertura necesaria para acceder a los servicios de transmisión online.

Según cifras del Ministerio de Tecnología de la Información y las Comunicaciones (MinTIC), en Colombia hay 23.8 millones de personas que están en zonas apartadas y que no cuentan con este servicio. Así lo retrata el testimonio de la señora Vargas, quien a sus 60 años afirma que ella escucha el culto por radio, al igual que muchos en su iglesia. “Antes de la pandemia también se escuchaba el servicio, se escuchaba porque muchas veces algunos no tenemos televisor ni tampoco internet”, comentó.

Además, la antropóloga Hernández añade que en esta nueva modalidad de culto problemas como la falta de contacto directo con el pastor, la dificultad para hacer un seguimiento minucioso de los fieles e incluso la imposibilidad de verificar el ánimo y la disposición de los asistentes al culto se convierten en uno de los retos para el pastor.

En su labor como pastor de jóvenes, Pulido admitió que a diferencia de plataformas como Zoom, donde es posible reconocer a cada usuario por su nombre, al tratar con un público más amplio en las reuniones de la prédica dominical la experiencia cambió. “Las reuniones del domingo las ponemos en Youtube, entonces ahí es más difícil saber quién estaba y quién no estuvo..Tú puedes tener 5 mil vistas, pero no sabes cuáles son los rostros detrás de esos views, digamos que ese ha sido como el mayor reto’’, reconoció.

De feligrés a aprendiz

Otro de los grandes retos para las iglesias fue el uso de la tecnología, pues a pesar de que los fieles tuvieran acceso a internet, no todo su público estaba relacionado con el uso de la tecnología. Así sucedió en la Iglesia Bautista del NorteIglesia Bautista del NorteLa Iglesia Bautista del Norte en Bogotá D.C. (Colombia), comenzó a reunirse bajo el auspicio de Baptist Church en sus instalaciones ubicadas en la carrera 9 # 126-87 en Bogotá, y el domingo 23 de marzo de 1980 celebró su primer culto siendo pastor el Lic. Harold García. En esta primera reunión hubo una asistencia de 18 personas.iglesiabautistadelnorte.co, donde el pastor y profesor universitario, Eduar Barbosa, no solo tuvo que trasladar sus cátedras a la virtualidad sino asumió un rol de maestro para que su comunidad de fe aprendiera a usar la tecnología y conectarse con la iglesia por medio de la web.

Barbosa interpretó la situación como un reto lleno de aprendizaje, en especial para los adultos mayores, que estaban más familiarizados con el templo que con el acceso virtual al servicio de culto. Así fue como la emergencia sanitaria llevó a los pastores a incentivar campañas de alfabetización virtual entre fieles “A través de diferentes medios, por ejemplo, de tutoriales, escritos o video hemos ayudado a las personas que lo necesitan a conectarse individualmente y se ha tratado, como iglesia, de integrar todos esos medios”, explicó el pastor.

Uno de los mayores retos fue mantener la congregación unida. Imagen:Iglesia Bautista del Norte.

La necesidad de educar a los miembros de la iglesia en el uso de estos medios digitales, se convirtió en la meta de muchas iglesias para su innovación, manteniendo la atención del público al ingresar al mercado digital. “Las redes sin lugar a dudas las están explotando totalmente, ha sido la gran herramienta de esta época de la pandemia, sin ella sería muy difícil la continuación del culto religioso’’, explicó Kuan. Por eso, la creación de estrategias y de un discurso atractivo e innovador mantendrán atenta a la comunidad, reafirmando su compromiso con la Iglesia.

Según la antropóloga, Maria Eugenia Hernández, los líderes religiosos debieron adoptar nuevas narrativas y aprender sobre manejo de medios. Santiago Sáenz,pastor de la IVR ChurchIglesia IVR ChurchLa comunidad IVR church está ubicada en Bogotá,Colombia en el Barrio Eduardo Frey. Se caracterizan por ser una iglesia poco convencional y su pastor principal es Santiago SáenzIVRCHURCH reconoció que al comienzo del aislamiento obligatorio, su iglesia no estaba preparada para este cambio. “El hecho de grabarse hablando, el primer vídeo fue con el celular así apuntándome a mí y cuando era el tiempo de la alabanza lo volteaba hacia el televisor para que escucharan una canción de YouTube, estabamos re graves en ese tema, yo creo que a la mayoría de iglesias esto nos cogió fritos”, narró

Pero a medida que el tiempo pasaba, las redes se iban congestionando de videos en vivo y publicaciones de las iglesias, este mecanismo estaba saturando los medios. El pastor Miguel Pulido, cuenta que tuvo que buscar otras herramientas para superar este reto, fue ahí cuando encontró una plataforma de videollamadas para conectarse de cerca con sus ‘hermanos’. “Ahorita ya hacemos todas nuestras reuniones a través de Zoom, ha sido un aprendizaje hablar frente a la cámara, una de las cosas que pasa es que pensamos que hablar así es lo mismo que hablar en persona, pero no es así, hay que adaptarse al contexto”, afirmó Pulido.


Crisis apocalíptica

Al comienzo de la pandemia, muchos fieles se sintieron consternados y conmocionados. Los informes de salud que veían en las noticias, el rápido incremento de casos y el temor al contagio llevaron a que algunos miembros de la comunidad interpretarán la pandemia como el final de los tiempos. Esta es una concepción que se liga a la visión del protestantismo con el castigo divino o como un llamado a cambio la forma de vida del creyente. “Generalmente se dice esto porque la gente se olvida de Dios, la gente se relaja moralmente”, aclaró Kuan, experto en estudios religiosos.

Uno de estos momentos de pánico colectivo se vivió al interior de la Iglesia de Miguel Pulido, en la que las personas, influenciadas por la gran cantidad de contenidos en Internet, acudieron a los pastores principales de la institución en busca de guía espiritual. Pulido, narra cómo la desinformación y el uso de redes sociales generó temor en la comunidad, que veía videos sobre la llegada del ‘fin del mundo’ o la ‘marca de la bestia’, que teológicamente se relaciona con un ente maligno, y que según estas publicaciones que alcanzan la viralización en internet, estaría escondida en la posible vacuna contra el Covid-19. “Hicimos un live para responder preguntas a la gente sobre cómo iba a funcionar la iglesia, eran preguntas totalmente logísticas, ese era el propósito y la gente empieza a preguntar: a qué hora va a llegar, cuál es la marca de la bestia. Y nosotros preguntándonos ¿qué pasa?”, recordó.

En redes sociales empezaron a correr rumores sobre el fin del mundo. Imagen:Iglesia Confraternidad Colina.

Situaciones como ésa se deben a las lecturas sagradas en el libro bíblico del
ApocalipsisApocalipsisEl Apocalipsis de San Juan, también conocido como el libro de las Revelaciones, es el último libro del Nuevo Testamento y de la Biblia cristiana. También es conocido como Revelaciones de Jesucristo por el título que al principio se da a este libro y, en algunos círculos protestantes, simplemente como Revelación o Libro de las revelaciones.Wikipedia, según los expertos, este es un libro lleno de metáforas que describen cómo los apóstoles pensaban que sería el fin del mundo. Sin embargo, como coincidieron los pastores y expertos como Hérnández, este es un libro que debe leerse con cuidado ya que es altamente abierto a la interpretación personal.“ Hay metáforas que son ambiguas y se relacionan siempre con estos hechos y la gente lo interpreta de esta manera: esto está pasando porque es un castigo de Dios porque el mundo está mal”, advirtió.

Ante la incertidumbre y los fallecimientos de allegados, conocidos e incluso al saber de miembros de la comunidad contagiados. El mayor reto de los pastores de estos cultos fue entregar un mensaje desde la fe, la esperanza y la sensación de comunidad. La necesidad de apoyo entre los miembros se convirtió en el foco de atención a causa del virus. El pastor Barbosa afirma que esta situación a pesar de no ser la mejor, los ha fortalecido como iglesia. “Las personas siguen viendo la importancia que tiene su vida en la iglesia y hemos podido caminar juntos este proceso de la pandemia que no ha sido fácil para muchos y para todos ha tenido implicaciones”, explicó.

Una de las estrategias adoptadas por los pastores fue evitar ser “covid-céntricos”. En palabras del pastor Pulido, esto se refiere a animar a la gente, dar una prédica que aleje sus pensamientos de la enfermedad y que se centre en temas del día a día o en las vivencias de los creyentes que están adaptándose a la nueva normalidad. “La vida tiene que seguir, hay otras dimensiones, la gente puede volverse ansiosa, se deprime y no tiene covid, pelea con los papás y no tiene covid, tiene preguntas respecto al trabajo y no tiene covid, entonces toquemos todos esos temas, porque son parte de la realidad de la vida”,afirmó.

Hoy, con un mundo bajo pandemia, el Internet revolucionó la forma de creer y las iglesias tuvieron que transformarse para asumir nuevos desafíos, entre ellos, aprender a tejer lazos humanos a distancia para mantener la creencia intacta. Lea el siguiente reportaje, Transformación en la oración para conocer cómo las iglesias se adaptaron a la 'nueva normalidad'.

Escrito por Camila Moreno y María Paula Sierra