"Se fortalece el compañerismo entre los niños con discapacidad y sin discapacidad en las diferentes actividades llevadas a cabo en el salón” Profesora de Andry y Thomas
De eso se trata, de fortalecer las relaciones entre estudiantes en las aulas de clase sin importar su condición. Desde la llegada de Andry y Thomas al colegio, varias situaciones han sido de lucha. La infraestructura, su condición en silla de ruedas, por años fue un limitante en la vida de estos dos niños. A pesar del entendimiento de su enfermedad, aún existen problemas respecto a esta.
Andry y Thomas están en quinto grado, estudian en esta institución desde que estaban en segundo. No siempre en el colegio se le ha garantizado su educación, según la mamá de Thomas, los primeros años solo los ponían a colorear mandalas ya que su enfermedad les afectaba la parte motriz. A pesar de que, colorear es un buen ejercicio para mejorar su motricidad, Andry y Thomas colorearon por todo el año sin aprender nada más.
El programa de inclusión, reglamentado por el Decreto 1421 de 2017, advierte de manera clara que el objetivo de este es promover la diversidad, el desarrollo, la no discriminación y la eliminación de barreras. Sin embargo, según expertos consultados para este reportaje, el programa tiene varias falencias.
Cada vez que los padres de Andry y Thomas cuentan todo lo que han tenido que lidiar para garantizar la educación de sus hijos, siempre está presente la palabra lucha.
Se envió un derecho de petición el 13 de septiembre de 2019, esperando la respuesta de diferentes preguntas sobre el programa de inclusión de los colegios públicos de Bogotá. Hasta hoy, 2 de octubre de 2019, el derecho de petición no ha sido respondido.
"He manejado los casos de discriminación hablándole a los niños y haciéndoles entender que no tenemos porque excluirlos, sino siempre incluirlos en todas nuestras actividades, porque todos somos iguales a pesar de las diferencias", profesora Beatriz.
En el programa de educación inclusiva existe una posibilidad de que hayan situaciones de discriminación. En el aula de clase en algún momento se presentaron casos, ya que los estudiantes no entendían la razón por la que sus compañeros podían ser “diferentes”. Por esta razón la profesora Beatriz afirma “he manejado los casos de discriminación hablándole a los niños y haciéndoles entender que no tenemos porque excluirlos, sino siempre incluirlos en todas nuestras actividades, porque todos somos iguales a pesar de las diferencias”.
No siempre los casos de discriminación vienen por parte de los compañeros de clase, al momento de entender la condición de Andry y a Thomas, los niños del curso entendieron que todos tienen diferencias y limitaciones sin importar como se vea cada uno. Sin embargo, la discriminación no siempre es directa.
Según Oscar, papá de Andry, en el momento de matricular a su hija se encontraron con el caso de que el curso al que ella ingresaría sería en la segunda planta del colegio. Pero, esta institución no tiene acceso para personas en condición de discapacidad en materia de rampas o ascensores. Por esta razón la rectora les afirmó que debido a que estaba en silla de ruedas no podría recibirla. El mismo caso ocurrió con Thomas.
Estos son casos de discriminación, el simple hecho de no aceptar a los niños por estar en silla de ruedas, es un caso de exclusión, según explica Ricardo Becerra, experto en diseño universal para las personas en condición de discapacidad. Es importante no generalizar, no todos los restores reaccionan de la misma manera. De acuerdo con la Secretaría de educación todas las instituciones del Distrito están en la obligación de matricular estudiantes en condición de discapacidad. Lo que implica que la distinción que existían entre colegios de inclusión y no inclusión ya desapareció.
Para Jenny, mama de Thomas, "muchas personas no están preparadas para entender la discapacidad, muchas creen que son bobos o que no piensan, pero ellos siempre luchan por ellos mismos para salir adelante".
Respecto a la calidad de la educación que reciben los niños con discapacidad, especialmente en temas de capacitación los mismos docentes denuncian varios problemas. Según la profesora Beatriz en ninguno de sus 30 años de experiencia, la han capacitado para trabajar con niños del programa de inclusión. A pesar de que esto, no es un problema que implique cosas grandes, como no recibir a los estudiantes; la capacitación si es necesaria para garantizar el derecho a la educación de estos niños y jóvenes.
De acuerdo con Claudia Valbuena, educadora especial de la institución de Andry y Thomas, "En los colegios distritales ha habido una resistencia de parte de los docentes para aceptar este tipo de inclusión educativa, pero poco a poco, hemos ido trabajando con rectores, coordinadores y toda la comunidad educativa se ha integrado".
Para la Secretaría de Educación, existen programas de capacitación, sin embargo, estos son opcionales. Con el programa APLICA, solo profesores que estén accediendo a las ofertas temporales y con licenciatura de educación con énfasis en educación especial, son idóneos para acceder para este tipo de programas. De acuerdo con el derecho de petición enviado para esta investigación, entre 2017 y 2019, 1400 maestros se han capacitado y asesorado en diferentes áreas de la educación inclusiva.
Pero existe un problema mayor, según el informe de caracterización del sector educativo del año 2018, publicado por la Secretaría de Educación, actualmente Bogotá tiene 34 mil maestros de planta de los cuales 1400 están capacitados para trabajar con estudiantes en condición de discapacidad. Esto equivale a que solo el 4% de los maestros son idóneos para educar a estos estudiantes. Por esta razón, esto se considera un problema, porque son los docentes, sin licenciatura en educación especial, los que tienen a cargo la enseñanza de estos niños.
Para la psicóloga del programa OAT, Opciones y Apoyos para la Transición a la Vida Adulta, un programa de acoplamiento a la vida adulta para personas en condición de discapacidad intelectual. Todos los profesores deberían estar en capacidad de enseñar en el programa de inclusión con las herramientas y conocimientos suficientes si se va a implementar el programa de educación inclusiva. Los educadores especiales, que son muy pocos, tiene la obligación de empezar a educar en tema de inclusión a los maestros de planta. Sin embargo, por la cantidad de trabajo, les es imposible asumir esta responsabilidad.
Las barreras a las que se enfrentan los estudiantes que pertenecen al programa de inclusión son varias. A pesar de estar en un centro educativo, debido a su discapacidad existen diferentes cosas como entrar al baño y salir al recreo que ninguno de los dos niños puede realizar sin compañía de Viviana, la enfermera delegada de la Secretaría de Educación, quien día a día, llega al colegio a brindarle su compañía a estos dos estudiantes.
Las barreras a las que se enfrentan los estudiantes que pertenecen al programa de inclusión son varias. A pesar de estar en un centro educativo, debido a su discapacidad existen diferentes cosas como entrar al baño y salir al recreo que ninguno de los dos niños puede realizar sin compañía de Viviana, la enfermera delegada de la Secretaría de Educación, quien día a día, llega al colegio a brindarle su compañía a estos dos estudiantes.
Para Viviana, enfermera de Andry y Thomas ellos son una pequeña representación de todos los estudiantes del programa, le enseñan a las personas que no padecen de ninguna discapacidad, la superación de ellos mismo. Sin embargo, dependiendo de la discapacidad van surgiendo diferentes limitaciones. Por ejemplo, los estudiantes con síndrome Down requieren de necesidades educativas más específicas que otros niños. Los estudiantes con limitaciones visuales necesitan ayuda para realizar diferentes actividades dentro de los centros educativos.
Por esta razón, una de las limitaciones más frecuentes es la dificultad para poder asistir a clases como educación física. A pesar de que se les incluye, ninguno de los dos estudiantes puede estar sin silla de ruedas y debido a su enfermedad, es problemático para ellos mantener el equilibrio de su tronco y controlar el movimiento de sus brazos. Es por esta razón que se ven obligados, modificar algunas clases que requieren movimiento físico. “Andry y Thomas trabajan con los otros niños sin problema, ellos entienden y colaboran. Pero depende del profesor de educación física que tanto puedan trabajar los niños. Como son dos, con uno trabajan bien y el otro no les dedica mucho tiempo” afirma Viviana.
Sin embargo, en ocasiones los espacios de colegio deben adecuarse a las necesidades de los estudiantes. Según la profesora Beatriz “el patio del colegio, es de ellos, no pueden estar sin enfermera pero ellos pueden estar con sus compañeros sin necesidad de excluirlos”. Tanto Andry y Thomas comparten con sus compañeros, en cualquier espacio de la institución y sin importar las limitaciones físicas que ellos tengan, es su derecho pertenecer a esta institución y recibir una educación de calidad.