Aunque ahora se dedica a Casa Alternativa, el primer proyecto de Manuel Bolívar como firmante de paz fue la consolidación de un sueño en la cinematografía con la productora MC en 2017, año en el que comenzaron las dificultades para costear su empresa como excombatiente. “No hay realmente la posibilidad de desarrollar un emprendimiento sobre la base de entregar un dinero y ya”, comenta.
Aunque parte de la estrategia comprendida en los acuerdos era la asignación de un presupuesto para los firmantes, y así avanzar en el cierre de brechas perpetradas por el conflicto, el componente pedagógico no ha estado tan presente. “Hablamos de un desarrollo, de un implemento, de una reincorporación integral que requiere una serie de elementos y no solamente el dinero, sino lo social y lo político que es fundamental”, añade Bolívar.
A finales de 2021 el Gobierno nacional anunció la asignación de 26.000 millones de pesos entregados por el Ministerio de Agricultura para la reincorporación de excombatientes, así como se lanzó una estrategía de vivienda con una inversión de 58 mil millones de pesos. Según la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) estas decisiones forman parte del compromiso y las garantías del Estado para quienes hacen su tránsito a la paz con legalidad, permitiéndoles la adquisición de tierras, los estudios de prefactibilidad, el diseño y concertación de modelos constructivos de vivienda digna, el acceso a una ruta de ahorro, subsidios, créditos, entre otros beneficios.
Sin embargo, el dinero que se ha entregado ha sido a manera de sueldos individuales para quienes entregaron las armas, pero no ha existido una fuente de financiamiento a sus proyectos directamente. María Paula Herrera, politóloga y una de las fundadoras de Mercadillos por la Paz, una iniciativa que reúne emprendimientos de excombatientes y víctimas en un espacio de feria, indica que las fuentes de financiación no vienen del Estado sino de organismos privados.
“Depende más o menos del presupuesto que podamos reunir porque esto es totalmente voluntario. Nosotros no nos quedamos ni con 100 pesos. Si logramos que alguien nos ayude o nos apoye, como nos pasó en el octavo mercadillo que nos ganamos una convocatoria de artes del British Council, pues logramos hacer un poquito más”, comenta. El objetivo es que los mercados sean una gran feria de paz donde las personas puedan tener contacto con las marcas y encontrar productos de calidad con una incidencia social.
En ruta con el plan de reincorporación, el nacimiento de Casa Alternativa llegó en 2021 con una propuesta gastronómica rica en desayunos, almuerzos, cenas, cafetería, postres y licores, aunque pobre apoyo estatal. “Estos emprendimientos no han tenido en ningún momento el apoyo o el acompañamiento del gobierno, ha sido iniciativa propia y lo hemos sacado adelante así”, indica Bolívar.
Virgelina Chará es una víctima del conflicto que hace mermeladas y se ha asociado a excombatientes de la antigua guerrilla de las FARC para trabajar en la Casa de La Paz. Señala que , en el caso de los emprendimientos e iniciativas de negocio las ayudas que han recibido no son directamente financiaciones del gobierno sino impulsos de las alcaldías locales.
También han tenido apoyo de entidades que buscan promover espacios de visibilidad mediante concursos, como es el caso de IDARTES, o ferias y pequeños mercados promovidos por voluntarios, como es el caso del Mercadillo por la Paz iniciado por el profesor de la Universidad del Rosario, Rafael Quishpe. “Dan garantías de derecho, pero el tema de la institucionalidad no me garantiza un espacio propio que es lo que yo necesito para poder hacer mis mermeladas”, dice Chará.
Aunque los emprendimientos de La Trocha, la Casa Alternativa y los productos artesanales de Virgelina cuentan con una recepción positiva entre los consumidores que buscan apoyar la Paz, y que piden productos de calidad, su éxito se debe al trabajo privado que cada emprendimiento ha tenido para poder sostener su negocio. Han surgido y se han mantenido dentro del mercado con recursos propios, su crecimiento en popularidad se debe a voluntarios que buscan colaborar y a miembros de estos grupos de víctimas y excombatientes que buscan una salida al conflicto mediante la reinserción.