A Virgelina Chará, Manuel Bolívar, Juan Garzón y Doris Suárez los une sus proyectos de emprendimiento gastronómico cultivados desde la fortaleza y resistencia al conflicto armado colombiano. Sobrevivientes de la guerra, han logrado utilizar distintos alimentos para generar alternativas productivas que les han brindado fuentes de ingresos sostenibles, en algunos casos, a mediano y largo plazo.
A través de sus emprendimientos, todos optaron por crear y recrear con sus propias manos distintas recetas propias de su tierra y de las historias que cada uno tiene detrás. Para ellos y sus familias, la gastronomía ha sido fuente de resistencia, memoria y sanación, permitiéndoles construir un nuevo capítulo dentro de sus vidas. Según el sociólogo Johan Mendoza, el cual ha trabajado temàticas referentes a la memoria y como esta se reconstruye por medio de los alimentos, por medio de estos emprendimientos víctimas y victimarios rememoran el vínculo que tradicionalmente se construye entre la cocina, la alimentación y las relaciones sociales que se sostenían al interior de las familias antes de la guerra.
La transición de las armas a la cocina ha sido la salvación para muchos desmovilizados, que trabajan de la mano con víctimas, han logrado resurgir a pesar de los fantasmas del conflicto. En 2019 la prima por desmovilización para excombatientes de las FARC rondaba los $745.304 pesos. Aunque, en un principio se esperaba que la iniciativa se extendiera por dos años, la medida entró en vigencia durante los próximos ocho años posteriores a la firma del acuerdo con el fin de impulsar la garantía de bienestar y reparación, así como que los desmovilizados se mantengan en el proceso y evitar la deserción.
Tras casi seis años desde la firma del Acuerdo de Paz, el futuro de algunas víctimas y excombatientes se ha cocinado tras diversos proyectos productivos que les han permitido reintegrarse de nuevo a la vida social y económica. Según un informe de la Asociación nacional de empresarios de Colombia, a 2019 el 22,4% de los desmovilizados que se encuentran en ruta de reintegración se encontraban empleados en el sector formal. Para conocer más acerca de las historias que desarrollaremos en este especial multimedia y saber quienes están detrás de estos emprendimientos, consulta el siguiente video:
La vinculación de víctimas y excombatientes a trabajos dignos y remunerados ha sido una salida viable para que estas personas logren reconstruir sus vidas dentro de un quehacer cultural que, históricamente, ha permitido la sanación del cuerpo físico y mental. Andrea Bustos, comunicadora de la Universidad Javeriana, ha trabajado en la relación entre la gastronomía y la reconstrucción de la memoria y reconciliación entre víctimas, sobrevivientes y excombatientes. En su investigación La gastronomía como médium para la reconstrucción de memoria y la reconciliación entre las víctimas destaca que en esta disciplina sobresale la capacidad de establecer lazos humanos a través del espacio. “Se convierte, por medio de la comida, en un medio de transmisión de saberes y cultura entre sociedades a través del tiempo”, señala Bustos.
A lo largo de este especial multimedia, se presentan tres reportajes que, por medio de las historias de las víctimas y excombatientes y de sus emprendimientos gastronómicos, muestran cómo estas alternativas productivas les han permitido encontrar nuevas formas de sustento y reconciliación. Las periodistas que realizaron este especial pasaron varios días con Virgelia Chará, Manuel Bolívar, Juan Garzón y Doris Suárez para poder contar sus historias que permitirán ahondar en temáticas como el papel de la construcción de memoria por medio de la gastronomía, cómo estos espacios propician la reconciliación, y qué papel ha desempeñado el Estado y los entes gubernamentales en todo este proceso.