
En los primeros años estudiando su maestría en estudios de género, Cindy Jeanet Caro debía brindar capacitaciones a profesores debido a su ocupación en el Observatorio de Género de la Universidad Nacional. Una vez comenzó a trabajar, se percató que no se le tenía en cuenta debido a su aspecto juvenil. Desde que decidió comenzar a maquillarse, Cindy reconoce que los profesores y compañeros empezaron a escucharla en mayor medida. “Los días que yo debía hacer algún taller con los profesores, me iba maquillada y hasta con botas, porque tenía que verme mayor para hacerme ver en otros espacios. Era una actitud inconsciente que yo hacía para ser escuchada en otros espacios”, reconoce Cindy.
Tenía 25 años y era una estudiante que estaba comenzando en el mundo laboral. Hoy en día, después de profundizar su estudio sobre la discriminación hacia las mujeres y las opresiones que persisten en la sociedad, Cindy reconoce que existen múltiples estereotipos en torno al uso del maquillaje en las mujeres. “Te dicen que si te maquillas demasiado, pareces una prostituta. Te dicen que te debes encrespar las pestañas pero no te eches sombra negra. Porque una mujer debe verse más dulce, más puritana”, reconoce ella.
Hoy en día, mediante performances, Performance: La palabra es muy habitual para nombrar a cierta muestra o representación escénica que suele basarse en la provocación. Ver más múltiples grupos feministas buscan subvertir los límites que les impone la sociedad, maquillándose en exceso. “Con esto hacen entender que no son puritanas. Utilizan el labial rojo y morado, se ponen la línea muy negra y muy pronunciada, justamente para salirse de las ideas puritanas de poder maquillarse, pero no tanto”, comenta Cindy. El simbolismo del color, del labial rojo y violeta, y el maquillaje en la piel han cobrado una relevancia fundamental en las luchas por la igualdad social y empoderamiento femenino.
Las discusiones que rodean al maquillaje suelen percibirse como debates superficiales sobre estética, moda y farándula. No obstante, el simbolismo y las expectativas sociales que suelen rodear a las mujeres para maquillarse atraviesan un análisis mucho más profundo: percepciones sobre aceptación social, autoestima y empoderamiento femenino. Por un lado, se considera al maquillaje como una herramienta de opresión, que ha forzado a las mujeres a buscar validación masculina, ser lo suficientemente atractivas para encontrar un esposo y cumplir los estereotipos de belleza. Por otro lado, se considera al maquillaje como una muestra de la libertad de expresión con la que gozan las mujeres actualmente, pues tienen la agencia para lucir como desean y la fortaleza y seguridad que se derivan de esto. Este reportaje aborda la relevancia que tiene el maquillaje para el empoderamiento femenino, la seguridad y la autoestima, y el efecto que ha tenido en la sociedad el uso del maquillaje por parte de figuras masculinas.
